Marcela Amaro Rosales, Manuel Perló Cohen, José Gazca Zamora, David Morillón Gálvez, Luis Antonio Moya Fonseca y Roberto Escalante Semerena analizaron la importancia de estos afluentes, modelos de otras naciones, así como la necesidad de que las acciones de conservación sean de largo plazo.
Las ciudades han crecido sobre los cauces de antiguos ríos y lagos, transformando el paisaje en entornos netamente urbanizados donde el agua suele ser invisible y se percibe como un problema, más que como recurso vital, señaló la directora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Marcela Amaro Rosales.
Durante el “Seminario Rescate de ríos urbanos: experiencias recientes y nuevas perspectivas”, la también investigadora indicó que en varias ciudades del mundo se impulsan proyectos de restauración pluvial, de recuperación del espacio público y participación ciudadana que buscan reintegrarlos a la vida urbana, devolverles su papel de corredores ecológicos y de convivencia social.
Su restauración es parte de un esfuerzo integral por repensar la relación entre sociedad, territorio, medio ambiente y sustentabilidad. La historia de la Ciudad de México (CDMX) es la más emblemática al ser una urbe edificada sobre agua que ha entubado y desplazado. Hoy, sin embargo, acudimos a un renacido interés por los ríos urbanos, por su valor ecológico, paisajístico y cultural.
El coordinador del Seminario Rescate de Ríos Urbanos, Manuel Perló Cohen, recordó que en los últimos meses parte de las pérdidas de vidas humanas y la destrucción de infraestructura en cinco estados de la República mexicana sucedió principalmente en ríos urbanos, que arrasaron zonas densamente pobladas que devastaron centros los cuales están en proceso de reconstrucción.
Ante estudiantes e investigadores reunidos en el auditorio “Pablo González Casanova”, el investigador expuso que más allá de las emergencias, a una ciudad se le conoce por su relación con el agua y lo que se haga en los grandes y pequeños ríos será definitivo para orientar la urbanización, así como la calidad de vida de los habitantes, en este caso de nuestro país.
Su rescate apenas empieza en nuestra nación, no se tiene más de 20 años de trabajo en este tema, pero estamos rezagados por más de 50. El mundo tiene 48 mil ciudades y México 453. Debemos atender la situación en todas las urbes de la República mexicana.
Paradoja
Al hacer uso de la palabra, el director del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad, José Gazca Zamora, explicó que la relación agua-ciudad tiene un importante elemento histórico, pues muchas metrópolis fueron fundadas en torno a cuerpos de agua, y la CDMX con la cuenca lacustre es el mejor ejemplo de ello, lo que plantea diferentes paradojas, como el hecho de que a lo largo de los siglos ha sido desecada, pero hoy debemos traer el líquido desde diferentes fuentes.
Destacó que por la desecación, la capital de la República mexicana es vulnerable hídricamente con procesos de inundación que este año afectaron zonas como Iztacalco e Iztapalapa; incluso Ciudad Nezahualcóyotl, en el Estado de México, sitios pobres y vulnerables que pagan la cuenta de la negación del vínculo hídrico.
Gazca Zamora consideró que el rescate está relacionado con iniciativas como las aplicadas en Corea del Sur, que incluye procesos comunitarios para establecer mecanismos de diálogo y gobernanza hídrica.
A su vez, el coordinador del Posgrado de Urbanismo de la UNAM, David Morillón Gálvez, señaló que ante fenómenos como las islas de calor, una de las estrategias a seguir es el cuidado del agua y los ríos, por lo que se abre el panorama con la regeneración ambiental y económica de las urbes a través de estos.
Redes temáticas
A decir de Luis Antonio Moya Fonseca, titular de la Unidad de Vinculación y Asuntos Internacionales del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, comentó que esta estrategia forma parte de la agenda nacional en materia ambiental e hídrica y su atención demanda acciones que trascienden periodos administrativos.
Dicho organismo, como brazo científico y tecnológico del Gobierno de México en este ámbito, apoya la toma de decisiones informadas, fundadas en evidencia y condición de largo plazo.
El director de la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe, Roberto Escalante Semerena, recordó que hoy se sabe demasiado de los recursos naturales, pero se les sigue tratando como si no fueran importantes, pese al impacto antropocénico sobre ellos.
Esa instancia, puntualizó, es un espacio de cooperación en distintos tópicos y en este caso se trabaja en la construcción de redes temáticas entre las que se espera crear una dedicada al estudio del agua con enfoque social, que no excluya y tenga la visión de colaboración.
