Lluvia sólida, una apuesta medioambiental que ya transforma el campo hidalguense
Pachuca de Soto, Hgo., 29 de mayo de 2025. En el corazón del estado de Hidalgo, donde la tierra es herencia y orgullo, una innovación tecnológica promete transformar la agricultura: la lluvia sólida, una herramienta sustentable que puede marcar la diferencia para los productores agrícolas en la gestión eficiente del agua.
El ingeniero en Agronomía Marcos Luis León, originario del municipio de Huichapan y egresado de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), es uno de los principales impulsores de esta tecnología en la entidad, por lo que impartió una plática a productores del agro hidalguense, por gestión de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural estatal (Saderh).
Marcos es hijo de ejidatarios y desarrolló una vocación de servicio al campo desde temprana edad. Derivado de ello, ha enfocado su carrera en la búsqueda de soluciones sostenibles para la producción agrícola.
Explicó que, durante su gestión como gerente operativo del Comité Técnico de Aguas Subterráneas del Acuífero Huichapan-Tecozautla-Nopala, enfrentó un desafío crítico: el déficit anual de más de 12 millones de metros cúbicos de agua en uno de los acuíferos.
Esta realidad lo llevó a explorar nuevas tecnologías hasta encontrar una que prometía una transformación tangible: la lluvia sólida. Esta consiste en un polímero a base de acrilato de potasio, adecuado para la agricultura y el cuidado del suelo.
El hidrogel, una vez incorporado, permite liberar el agua gradualmente a las raíces de las plantas, prolongando su disponibilidad y reduciendo la necesidad de riego hasta en un 30 por ciento.
Aunque la lluvia sólida representa una oportunidad concreta para los agricultores en la entidad, Marcos señala lo importante que es la orientación y el acompañamiento que permita a los productores adoptar con éxito la tecnología, comprendiendo el funcionamiento del polímero en diferentes tipos de suelos.
El agrónomo indicó que los resultados han trascendido fronteras: países como Francia, Suiza, Alemania y Costa de Marfil han mostrado interés en replicar esta tecnología, a raíz de los beneficios comprobados en germinación, sobrevivencia, desarrollo vegetal y eficiencia en fertilización.
Marcos Luis León hizo un llamado a los productores de todo el estado: “Hemos tenido experiencias satisfactorias en diferentes regiones del estado que, nos dan esa pauta para hacerles esta invitación, como productores, a que la utilicen, a que le inviertan en tecnologías que les van a dar resultados en sus producciones, que van a reducir los efectos del cambio climático», finalizó.
Una alternativa real para las zonas con alta siniestralidad
Entre los asistentes a la plática se encontraba Victorino Dámaso Alatorre, con más de 40 años de experiencia en el agro, quien destacó el potencial de la lluvia sólida para enfrentar la difícil situación que vive su región, donde los cultivos padecen constantemente la escasez de agua.
Expuso que en Epazoyucan, de donde es originario, la precipitación pluvial, por lo regular, es de 600 milímetros anuales, a veces menos, 400: “Padecemos mucho, precisamente, del vital líquido, de la humedad, del agua para los cultivos”, expresó Victorino. En ese municipio, refirió, los cultivos principales son avena, cebada, maguey y maíz, los cuales cada vez enfrentan mayores retos para sobrevivir a temporadas prolongadas de sequía.
“Toda mi vida me la he pasado en el campo con los productores y pues me doy cuenta bien de la situación como está aquí. Ahorita vemos que ya empezó a llover, pero en realidad a veces se llega a asentar uno o dos meses el temporal, y prácticamente el productor siempre pierde, cada año pierde por falta de lluvia”, añadió.
Victorino adquirió recientemente el producto para hacer pruebas con varios productores y analizar los beneficios directos en sus parcelas. Confía en que esta tecnología será un parteaguas en la forma en que se produce en el estado, especialmente en regiones con alta vulnerabilidad climática.