El Papa: No equipararse a la mentalidad del mundo y obrar en el bien
Ciudad de México, 17 de agosto de 2025.- La bondad no siempre encuentra una respuesta positiva. De hecho, a veces, precisamente porque su belleza molesta a quienes no la acogen, quienes sí la acogen acaban encontrando una dura oposición, hasta el punto de sufrir acoso y abuso.
Ser perseguido: esto es lo que a veces les sucede a quienes eligen seguir a Cristo, porque la misión de Jesús es un signo de contradicción, como él mismo dijo, y no todo es color de rosa, enfatizó el Papa en el Ángelus, desde la Piazza della Libertà en Castel Gandolfo, tras celebrar la misa en el Santuario de Santa Maria della Rotonda en Albano. El mensaje de Cristo, a pesar de hablar de amor y justicia, fue rechazado, y por ello Jesús fue combatido, arrestado, insultado, golpeado y crucificado. La misma experiencia compartieron muchas comunidades cristianas de los primeros siglos, comunidades pacíficas que, a pesar de sus limitaciones, intentaron vivir el mensaje de caridad del Maestro lo mejor posible. Sin embargo, sufrieron persecución, añadió León XIV.
«Obrar en la verdad cuesta, porque en el mundo hay personas que eligen la mentira, y porque el diablo, aprovechándose de ello, a menudo busca obstaculizar el obrar de los buenos».
Perseverar en el bien
La invitación de Jesús, sin embargo, es «a no rendirnos y a no conformarnos con esta mentalidad», a perseverar en hacer el bien a «todos», incluso a «quienes nos hacen sufrir», dice el Pontífice, a «no responder a la arrogancia con la venganza» y a «permanecer» en cambio «fieles a la verdad en la caridad».
Ejercer las propias responsabilidades según el Evangelio
Esta fidelidad a la verdad es lo que testimonian los mártires «derramando su sangre por la fe», explica el Papa, añadiendo que «también nosotros, en circunstancias y modos diversos, podemos imitarlos».
«Pensemos, por ejemplo, en el precio que debe pagar un buen padre si quiere educar bien a sus hijos, según principios sanos: tarde o temprano tendrá que saber decir «no» algunas veces, hacer algunas correcciones, y esto le costará sufrimiento».
Es también lo que le sucede a «un profesor que quiere formar correctamente a sus alumnos», o a «un profesional, a un religioso, a un político, que pretende desempeñar honestamente su misión», o a «cualquiera que se esfuerce en ejercer sus responsabilidades con coherencia, según las enseñanzas del Evangelio».
Ser testigos fieles y valientes de Cristo
De ahí la invitación de León a rezar a María, para que nos ayude a «ser, en toda circunstancia, testigos fieles y valientes» de Cristo, y a «sostener a los hermanos y hermanas que hoy sufren a causa de la fe».
Con información de: Vaticanews