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EU: resistencia comunitaria contra cárceles para migrantes

Binghamton, 04 de agosto del 2025.- Binghamton, comunidad universitaria al noroeste de la ciudad de Nueva York, es una de las cientos de localidades de Estados Unidos donde las medidas antimigrantes del gobierno de Donald Trump enfrentan oposición local sostenida, que en algunos lugares ha sido una chispa para crear nuevos movimientos políticos y hasta ferrocarriles subterráneos para proteger a los extranjeros.

Imágenes y videos de las redadas y enfrentamientos con oficiales federales en grandes ciudades como Los Ángeles han capturado los titulares de los medios informativos en el país, pero más allá de esas gráficas virales, el gobierno federal ha buscado ampliar sus operativos antimigrantes en pueblos y comunidades con la cooperación de autoridades locales y estatales.

Esta semana trascendió que el gobierno federal tiene la intención de movilizar miles de efectivos de la Guardia Nacional, quienes casi siempre están bajo el mando de gobernadores, a estados con autoridades conservadoras para asistir en las detenciones de personas sin documentos de residencia, tanto en ciudades grandes como pueblos, reportó The New York Times. Pero también hay esfuerzos para reclutar fuerzas de seguridad pública locales, incluida su infraestructura, para la agenda antimigrante.

Las cárceles locales se han vuelto parte esenciales en la implementación de la agenda de arrestos y deportación masiva de Trump. Eso es porque en la mayoría de los estados, esas prisiones son las únicas instalaciones disponibles para alojar a gente detenida por el servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), reportó la Prision Policy Initiative.

Apoyo conservador

La colaboración más extensa con el gobierno federal en este rubro se ofrece en estados con autoridades republicanas conservadoras, como Florida y Texas, pero el Migration Policy Institute encontró que muchas jurisdicciones locales mantienen políticas de santuario que prohíben o limitan la cooperación de fuerzas de seguridad pública locales con las agencias federales de control migratorio.

El gobierno de Trump presiona a las autoridades locales a colaborar cada vez más, entre otras cosas, con la apertura de sus cárceles para detener a migrantes. Mientras datos de ICE registran que 57 mil 200 personas fueron detenidas en promedio en junio, un conteo más amplio muestra que el número de arrestados en el sistema de migración es 45 por ciento más grande, alrededor de 83 mil 400 personas, reporta la Prision Policy Initiative.

A pesar de la presión del gobierno federal, el Migration Policy Institute reporta que casi 60 por ciento de la población estadunidense vive en jurisdicciones que hasta finales de julio no habían firmando acuerdos para cooperar con las autoridades de migración federales.

Aun en las regiones donde sí se han firmado acuerdos de cooperación, hay una creciente protesta pública en contra de esos pactos de colaboración.

El pueblo de Binghamton y el condado Broome, donde se encuentra, son una de esas zonas en que no aceptan la cooperación. El alguacil local, el conservador Frederick Akshar, firmó un acuerdo de colaboración con ICE en marzo y casi de inmediato personas dentro de la cárcel local reportaron un flujo de nuevos reos que hablaban español u otros idiomas. La gente que normalmente visitamos en las prisiones nos alertaron de esta tendencia, comentó el activista local Bill Martin en entrevista con La Jornada.

Ciudadanos Preocupados de Binghamton, una coalición local que incluye iglesias, organizaciones de mujeres y otras agrupaciones comunitarias, ha trabajado en defensa de los derechos de personas recluidas en ese condado durante años, forman parte de una coalición estatal que ha logrado reducir las poblaciones encarceladas durante esta pasada década, mientras exigen mejores condiciones para los reos, incluyendo libros, acceso a abogados y visitas familiares.

Ahora la población encarcelada crece y los activistas locales sospechan que eso se debe a que hay cada vez más inmigrantes entre los reos. En respuesta, la coalición local de Binghamton se dedica a realizar sesiones de conoce tus derechos para extranjeros en la comunidad, con la emisión de materiales educativos en inglés y español. “ICE llega al condado Broome y el pueblo dice ‘no’”, declara uno de sus panfletos.

Ferrocarril subterráneo

Esta coalición local también organiza formas de ayudar a migrantes que temen salir de sus hogares ante la amenaza de las autoridades migratorias. Residentes de Binghamton comentaron a La Jornada que han entregado alimentos, llevado a niños a sus escuelas y en un caso hasta organizaron una boda clandestina para sus vecinos inmigrantes. Esto es el nuevo ferrocarril subterráneo, comentó Martin, una referencia a las redes clandestinas de abolicionistas que ayudaron a liberar y transportar al norte a esclavos que huían de las plantaciones en el sur de Estados Unidos en el siglo XIX.

Pero los obstáculos son sustanciales. Sobre la oficina del alguacil, junto a la cárcel, vuelan una bandera estadunidense, una del estado de Nueva York y una de Israel. Martin y sus colegas subrayan que el departamento de policía es conservador y reportan una larga historia de abuso contra reos y hasta de corrupción.

Protestas efectivas

La coalición calcula que el número de inmigrantes encarcelados podría haber llegado hasta 100 este año, pero con protestas locales contra las detenciones y demandas por mejores tratos, traducción al español y más transparencia, han reducido esa cantidad, y ahora parece que no son más de cinco o 10 en esa prisión, informa Martin. Además, el activista señala que sólo cuatro de los 62 condados del estado de Nueva York tienen acuerdos con ICE, en gran medida por la amplia oposición del público.

Una red de respuesta rápida estatal crece mes a mes, expresa Martin. Defensores y abolicionistas desde la ciudad de Nueva York a la Red de Justicia en las Cárceles en el norte del estado cabildean en Albany por una legislación que prohibiría toda cooperación de fuerzas de seguridad pública locales con ICE en todo el estado.

Este tipo de acciones podrían ser parte de un giro en las tácticas contra las medidas antimigrantes, de protestas a esfuerzos de monitoreo y movilización de comunidades locales cuando las autoridades federales realizan sus operativos.

Hemos sido abandonados por los tribunales, por la comunidad empresarial y por la clase política en Washington, comentó Pablo Alvarado, cofundador de la Red Nacional de Organización de Jornaleros, a The New York Times. Todo lo que tenemos son nuestros amigos, aliados y a nosotros mismos, y por eso una de las consignas de su organización dice: sólo el pueblo salva al pueblo.

Sin embargo, lo que le llama la atención en el condado de Broome, como en otras partes del país, es que recientemente se está ampliando el apoyo a inmigrantes más allá de ellos mismos, también de iglesias, sinagogas y mezquitas, agrupaciones comunitarias y amplias, algunos sindicatos, académicos e incluso prisioneros. Eso podría indicar un creciente movimiento novedoso contra las políticas antimigrantes del gobierno de Trump, las cuales son opuestas por una amplia mayoría de los estadunidenses según las encuestas nacionales más recientes.

Con información de: https://www.jornada.com.mx/

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