Noticias Generales

Del sismo del 85 a Airbnb; un paseo por la historia de la gentrificación y crisis de vivienda en la CDMX

Ciudad de México, 18 de julio de 2025.- La marcha contra la gentrificación del pasado 4 de julio volvió a poner en el centro del debate público el alza de los precios de la vivienda en la Ciudad de México y sus consecuencias. Aunque no es un fenómeno reciente, la gentrificación ha tomado nuevas formas en la capital mexicana, impulsada por políticas públicas, especulación inmobiliaria y modelos como Airbnb.

El Uni Explica, hacemos un repaso por las decisiones que han alimentado la gentrificación, los intentos recientes por mitigarla y las alternativas que especialistas en urbanismo y derechos humanos proponen para garantizar el derecho a la ciudad y a la vivienda digna.

¿Cómo se genera la gentricación?
La gentrificación es un proceso social urbano en el que se encarecen ciertas zonas de la ciudad y, en  consecuencia, las personas de mayor poder adquisitivo, desplazan a los residentes originarios. En la Ciudad de México, el fenómeno puede rastrearse hasta poco después del sismo de 1985.

“Después de los sismos, con la destrucción, los pobladores se marcharon y los precios del suelo descendieron”, explica el doctor en urbanismo de la UNAM, Víctor Delgadillo. Entonces, “bohemios, artistas, pequeños capitales, pero con más recursos que los residentes originarios, se instaron atraídos por los bajos precios”, cuenta el investigador.

«Cada vez que hay una mejora urbana significativa para la población, hay que tomar las medidas necesarias para evitar el encarecimiento de la zona, pérdida de comercios locales y desplazamiento de población”, explica en entrevista María Silvia Emanuelli, coordinadora en México de la Coalición Internacional para el Hábitat en  América Latina (HIC – AL).

En el actual problema de gentrificación de la CDMX, el fenómeno se ha complicado por la financiarización inmobiliaria, un proceso donde la vivienda se convierte en un activo financiero, que no necesariamente se construye para ser habitada, si no que se espera que su precio suba por la zona donde se encuentra para después venderla y obtener ganancias.

Delgadillo enfatiza en que “no se trata de la inversión de pequeños capitalistas locales, ahora se están comprando barrios, ciudades y una enorme cantidad de edificios”. «La propiedad debería satisfacer su función social y no ser dejada vacante o sub utilizada esperando que mañana el precio del suelo siga creciendo”, asevera Emanuelli.

Airbnb: El sueño de los nómadas digitales, la pesadilla de habitantes desplazados
En 2022, bajo la Jefatura de Gobierno de Claudia Sheinbaum y, como parte de la estrategia post-pandemia de COVID-19, se estableció una alianza entre la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la compañía Airbnb.

El objetivo era convertir a la Ciudad de México en la «capital del turismo creativo en América Latina» y en un destino global para nómadas digitales. La mandataria explicaba que se generaría “una derrama económica de mil 400 millones de dólares anuales a diversas zonas de la capital» y con ello «se fomentaría el empleo y potenciaría la economía local”.

El Director General de Airbnb en México, Ángel Terral, afirmó entonces que “el 50% de los anfitriones Airbnb en la Ciudad de México son mujeres y el 13% son adultos mayores, quienes se benefician al obtener un ingreso extra para solventar sus gastos”. «La idea de que el alquiler temporal está beneficiando a la propietaria que es viuda y que tiene múltiples vulnerabilidades concentradas y llega a fin de mes gracias a su cuartito extra, es una tergiversación de la realidad. Si bien hay un porcentaje de la población en esta situación, es mínimo. Los verdaderos beneficiados son los grandes concentradores de propiedades y edificios, nacionales y extranjeros”, explica María Silvia Emanuelli, Coordinadora de HIC – AL.

Ante esta situación, el ex jefe del gobierno de la CDMX, Martí Batres propuso en 2024 iniciativas para reformar la Ley de Turismo, y controlar los alojamientos temporales.  La iniciativa establecía que las viviendas no podían ofertarse por más del 70% de noches al año, o serían expulsadas. No obstante, la Comisión de Turismo, eliminó ese tope, así que Batres lo replanteó a 50% de las noches. Además, tanto la plataforma, como los propietarios, presentaron demandas y amparos, en los cuales se les exime la restricción del 50% hasta que los juicios concluyan.

Silvia Emanuelli reconoce la reforma a la Ley de Turismo como “un esfuerzo por parte de la ciudad”, pues en América Latina solo tres ciudades han buscado su regulación. Asimismo, “es pionera en Latinoamérica en establecer el tope por noche al año para poder ofertar alojamientos temporales”.

La especialista enfatiza que aún así “en ciudades de Europa y Estados Unidos, los límites son más radicales ya que permiten un máximo de noches al año y sólo en viviendas habitadas por sus dueños”. A diferencia de las  potencias mundiales, “en México se está planteando el 50% de las noches, pero en viviendas completas”.

“El sueño de los nómadas digitales es la pesadilla de los habitantes de la Ciudad de México que son desplazados” afirma Victor Delgadillo. Pese a los esfuerzos, Emanuelli asevera que la construcción de vivienda pública en renta
es muy relevante. Para mitigar la gentrificación hace falta una política integral que vaya mucho más allá de sólo regular a Airbnb: «sólo con eso no vamos a lograr que la vivienda vuelva mágicamente a ser un derecho”, señala.

Iniciativas en marcha, soluciones para la vivienda digna
El 16 de julio, la actual Jefa de Gobierno de la CDMX Clara Brugada durante una conferencia, anunció «Bando 1: Por una Ciudad Habitable y Asequible con Identidad y Arraigo local», el cual consciste en 14 acciones para enfrentar la gentrificación. Entre las medidas sobresalen; impulsar una ley de rentas justas, regular las plataformas de hospedaje y la creación de la Defensoría de Derechos Inquilinarios.

Carla Escoffié, abogada y maestra en derechos humanos, considera entre los aciertos para mitigar la gentrificación a “la vivienda pública de arrendamiento”, programas de vivienda que se están adoptando tanto en el Gobierno de la capital como a nivel federal. Por ejemplo, «Vivienda en Conjunto», del Instituto de Vivienda de la CDMX (INVI), brinda créditos con cero tasa de interés y ayudas sociales para la adquisición de vivienda digna
a poblaciones de bajos recursos económicos o en situación de vulnerabilidad.

También hay otras políticas sociales para rehabilitar los inmuebles, como “Mejoramiento de Vivienda” también del INVI, el cual consiste en un apoyo financiero para el mantenimiento del hogar. En el Estado de México está el programa “Vivienda para el Bienestar”, que proporciona materiales y equipamiento, para el mismo objetivo.

En 2024 el Gobierno de la CDXM anunció “Vivienda Social en Renta para Jóvenes de la CDMX”, para proveer la renta de viviendas dignas y asequibles en zonas céntricas a jóvenes con ingresos de uno a dos salarios mínimos.

Con información de: El Universal

Botón volver arriba