La inflación rompió marca de 4% por primera vez en el año
Ciudad de México, 10 de junio de 2025.- La inflación general de México llegó a 4.42 por ciento anual en mayo y superó el límite previsto por el Banco de México (BdeM), debido al rápido aumento de los precios de mercancías y productos agropecuarios y por un lento descenso del costo de los servicios, revelaron datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se aceleró nuevamente por cuarto mes consecutivo en medición anual, y superó el tope de la autoridad monetaria, al pasar de 3.93 por ciento en abril a 4.42 por ciento anual en mayo, su mayor nivel desde noviembre de 2024.
La variación mensual del INPC fue de 0.28 por ciento, y superó ampliamente las expectativas del consenso de mercado en 0.24 por ciento, el mayor diferencial para un mismo mes desde 2020. Asimismo, se registraron una baja menor a lo usual en el rubro de energía (aplicación de tarifas eléctricas de temporada cálida en 11 ciudades del país) y una fuerte alza en agropecuarios.
Pese a la debilidad económica, el precio del pollo subió 10.62 por ciento mensual; el del jitomate, 10.03; vivienda propia, 0.28; carne de res, 1.78; loncherías, fondas, torterías, taquerías y restaurantes similares, 0.52 por ciento cada uno.
En contraste, bajaron la electricidad, el transporte aéreo, los servicios turísticos en paquete y el limón.
La inflación en mayo subió a 4.42 por ciento, desde 3.93 en abril, pese a que en el quinto mes suele haber deflación por las tarifas de descuento de la electricidad. Sin embargo, esta presión inflacionaria no es por precios volátiles, ya que la inflación subyacente también continuó escalando más alto, al rebasar la marca de 4 por ciento y situarse en 4.06 por ciento después de 3.93 en abril, y tenemos nuevamente inflación en servicios: presión de demanda, explicó Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, compañía independiente de la firma de riesgo soberano.
La inflación subyacente –que excluye los precios más volátiles y conforma 76 por ciento del INPC– experimentó una variación mayor a lo usual pese a la caída en servicios relacionados con el turismo, después de que este año la Semana Santa se celebró más tarde en el año.
El índice no subyacente se aceleró a máximos anuales, presionado tanto por productos energéticos como por alimentos frescos, explicó Alejandro Saldaña, economista jefe de Ve por Más. A tasa mensual, el índice de precios no subyacente, que incluye los precios volátiles, subió 0.23 por ciento, a 5.26 por ciento anual.
Saldaña consideró que se requiere una postura monetaria prudente. La restricción monetaria debe recalibrarse con más cautela, pese a que el Banco de México recientemente refrendó el tono laxo en su guía prospectiva.
Mientras, se registró un retroceso parcial en los costos al productor, de 6.88 a 6.38 por ciento anual en mayo. Fue su tercera baja al hilo tras tocar en febrero máximos desde 2022, en un contexto de menores precios del petróleo y moderación en los costos de fletes marítimos.
Con información de: La Jornada