Cultura

Abren la plataforma Musiteca.mx para democratizar la memoria sonora del país

Ciudad de México, 20 de mayo del 2025.- Entre los tesoros por descubrir en la inconmensurable geografía digital se encuentra Musiteca.mx, plataforma multimedia de acceso gratuito en la que se ofrece un recorrido por la amplia riqueza musical y lingüística de México a través de la historia, desde la época novohispana hasta nuestros días.

La Fonoteca Nacional diseñó esta iniciativa como parte de un esfuerzo por rescatar y democratizar la memoria sonora del país, al reunir, investigar y difundir ese peculiar patrimonio cultural, proveniente, en gran medida, del importante acervo que resguarda esa institución.

Desde grabaciones inéditas de leyendas, como Silvestre Revueltas, hasta registros históricos de bailes prohibidos por la Inquisición, este proyecto busca ser un puente entre el pasado y el presente, y ofrece libre acceso a riquezas que antes permanecían ocultas en archivos físicos, señala su coordinador, Mauricio Medina.

Disponible en la página web https://musiteca.mx/, o bien en una aplicación para dispositivos móviles en iOS y Android, esta plataforma contiene a la fecha 9 mil 213 audios, mil 554 imágenes, 139 videos, 166 partituras, 87 libros y ocho documentos oficiales, así como 54 micrositios, dedicados en su mayoría a compositores e intérpretes nacionales de diversas épocas, resultado del trabajo de especialistas.

Los materiales, explica el investigador musical, provienen de la labor conjunta que la Fonoteca hace con otras instituciones −Archivo General de la Nación (AGN), los canales de televisión 11 y 22 y los institutos nacionales de los Pueblos Indígenas, de Antropología e Historia y de Bellas Artes y Literatura, por mencionar algunas−, así como con coleccionistas, investigadores, compositores e intérpretes.

El origen de este repositorio se sitúa entre 2016 y 2017, cuando el declive del disco compacto obligó a las entonces autoridades culturales del país a buscar otras opciones de divulgación para la música y los intérpretes mexicanos.

La alternativa fue crear una plataforma digital enfocada, en principio, a la música mexicana de concierto, no sólo en lo correspondiente a los compositores, sino también a los intérpretes y los conciertos emblemáticos que se han realizado en el país, explica el investigador Theo Hernández Villalobos, responsable de esa área en Musiteca.mx.

Si bien nació con la idea de compartir el acervo de música de concierto que hay en la fonoteca, eventualmente se enriqueció con otras categorías. Así, incluimos también música de las culturas indígenas, de las diferentes regiones de México y popular, agrega Mauricio Medina.

“Uno de los ejemplos que llama la atención de la música de las regiones de México es el Jarabe gatuno, pieza que, aunque fue grabada en los años 70 del siglo pasado, puede rastrearse hasta inicios del siglo XIX, cuando la Inquisición recibió la queja de que era un baile lujurioso y de mal gusto, por imitar los sonidos y los movimientos de los gatos.”

De acuerdo con Hernández, esta iniciativa es pionera en su tipo y se diferencia de otras por no perseguir fines comerciales, sino que sus objetivos son culturales y de difusión, además de que cuenta con el acervo de la Fonoteca Nacional.

Tenemos, entonces, una cantidad impresionante de documentos sonoros inéditos. Uno de los más importantes, por ejemplo, es el último concierto de Clemens Krauss, famoso director austriaco amigo de Richard Strauss. Krauss murió en México en 1954 tras dirigir en el Palacio de Bellas Artes, señala.

Grabaciones inéditas

El investigador destaca que varios materiales de Musiteca.mx son resultado del trabajo de investigación de soportes sonoros realizados en aquella institución, como el disco Carlos Chávez y Silvestre Revueltas únicos.

En ese álbum, refiere, se recopilan grabaciones inéditas, como la de Revueltas dirigiendo el Concierto Sinfonía Vapor, de Chávez, el único registro sonoro conocido donde el aquel músico duranguense dirige una obra que no es de su autoría.

Tanto Medina como Hernández sostienen en entrevista que este proyecto dista de ser un museo, al tratarse de un organismo vivo que se enriquece de forma constante con nuevo material e información.

También destacan la labor de restauración digital realizada por el área especializada de la fonoteca, lo cual permite escuchar con más claridad los soportes sonoros que han sido dañados por el tiempo o las circunstancias.

La idea no es dejarlos sonando como si fueran hechos en la actualidad, porque, además de que no se puede, no tendría mucho sentido. Más bien, se trata de hacer más entendible un registro antiguo sin que pierda su esencia como tal.

Esta labor ha permitido poner a disposición de la audiencia una historia de casi 130 años de patrimonio sonoro nacional: desde la primera grabación sonora de México: Llamar el agua, registrada en 1898 entre el pueblo wixárika de Jalisco por el etnógrafo noruego Carl Lumholtz, hasta el Grammy entregado este año a la compositora Gabriela Ortiz, de quien acaba de agregarse un micrositio en esa plataforma, dedicado a su vida y obra.

A decir de Hernández, los micrositios son el corazón de Musiteca.mx. Curados por especialistas, están dedicados a personajes, movimientos o ensambles representativos de la música que forman parte de los acervos de la Fonoteca Nacional. Cada uno está agrupado por categoría y contiene información de interés y una selección musical.

Algunos de esos personajes son Ernesto Elorduy, Cenobio Paniagua, Aniceto Ortega, Ángela Peralta, Daniel Catán, Candelario Huízar, Federico Ibarra, Julián Carrillo, Mario Lavista, Jaime Nunó y José Pablo Moncayo, figuras de la música nacional que han marcado con su quehacer a sus respectivas épocas.

Entre los tesoros que pueden encontrarse hay grabaciones inéditas de Angélica Morales, reconocida en su momento por la crítica especializada como la mejor pianista mexicana, cuyo arte han escuchado muy pocos.

También, audios de cómo sonaba en el porfiriato La Adelita, la manera en que el dueto cómico Rosales y Robinson satirizaba las costumbres de esos años, con una versión picaresca de las Posadas, y El pleito en un gramófono, en el que Ábrego y Picazo retrataron en 1907 la fascinación por la tecnología de la época.

En la sección de documentos históricos, destaca la queja oficial contra Silvestre Revueltas por ser revoltoso en la Sinfónica Nacional, de la que se solicita en marzo de 1917 sea separado de su plaza de violín primero por sus inasistencias y por mostrarse poco respetuoso con el director Jesús María Acuña.

Con información de: https://www.jornada.com.mx/

Botón volver arriba