- Rubio destaca avances sin precedentes, pero advierte que el combate al narco sigue incompleto
Ciudad de México, 20 de diciembre del 2025.- El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, afirmó que México atraviesa el mayor nivel de cooperación en materia de seguridad con Washington de toda su historia, particularmente en el combate al crimen organizado, al que definió como la principal amenaza para América del Norte y el resto del continente.
Durante una conferencia de prensa, el funcionario del gobierno de Donald Trump sostuvo que el gobierno mexicano ha incrementado de manera significativa sus acciones en materia de seguridad. “El gobierno de México está haciendo más en este momento que en cualquier otro periodo”, declaró, aunque reconoció que los esfuerzos aún son insuficientes para contener por completo al narcotráfico.
Rubio señaló que la colaboración entre ambos países se concentra, sobre todo, en la lucha contra las organizaciones criminales transnacionales, las cuales afectan por igual a México, Estados Unidos y Canadá. Sin embargo, advirtió que la violencia asociada a estos grupos continúa teniendo un impacto severo en la vida política e institucional del país.
“Son alcaldes mexicanos los que están siendo asesinados en plazas públicas y son las instituciones las que están siendo vulneradas”, afirmó, al referirse al alcance del crimen organizado en el ámbito local.
El secretario de Estado destacó también el fortalecimiento de la cooperación de Washington con otros países de la región, en especial en Centroamérica y el Caribe, y mencionó avances con Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Panamá, Trinidad y República Dominicana, así como con Ecuador. Añadió que Estados Unidos buscará ampliar la coordinación en seguridad con los próximos gobiernos de Bolivia y Chile.
En contraste, Rubio lanzó duras críticas contra Venezuela, al asegurar que el gobierno de ese país no sólo carece de cooperación con Estados Unidos, sino que mantiene vínculos con organizaciones criminales. Acusó al régimen venezolano de colaborar con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y con grupos disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Las declaraciones de Rubio reflejan la estrategia del gobierno estadunidense de reforzar los esquemas de cooperación bilateral y regional como eje central de su política de seguridad frente al narcotráfico y al crimen organizado.
