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Un apagón masivo deja sin electricidad al occidente de Cuba y profundiza el desgaste político del gobierno de Díaz-Canel

  • La Habana amaneció a oscuras por una “sobrecarga” en la red; el gobierno culpa al bloqueo y al huracán, mientras la población enfrenta una crisis económica persistente.

La Habana, 03 de diciembre del 2025.— Millones de cubanos quedaron sin electricidad este miércoles en la región occidental del país, incluida la capital, tras una nueva avería atribuida a una “sobrecarga” en el sistema eléctrico nacional. El incidente vuelve a poner en evidencia el deterioro de la infraestructura energética en una isla que enfrenta apagones recurrentes desde hace dos años.

La crisis ocurre en medio de un contexto económico especialmente adverso. Cuba arrastra desde hace cinco años una recesión prolongada, marcada por una inflación persistente y una severa escasez de productos básicos, factores que han aumentado el malestar social y las presiones sobre el gobierno de Miguel Díaz-Canel.

La empresa eléctrica de La Habana informó que la capital, donde viven 1.7 millones de personas, sufrió una “afectación general” que dejó sin servicio a toda la ciudad. La compañía detalló que se produjo una desconexión del Sistema Electroenergético Nacional en la zona occidental debido a una falla en una línea de transmisión entre dos centrales, lo que generó una sobrecarga que colapsó parte del suministro.

El gobierno responsabiliza al bloqueo y a la situación climática

El presidente Díaz-Canel atribuyó la magnitud del apagón a las dificultades que, asegura, enfrenta la isla por el bloqueo comercial y financiero de Estados Unidos, así como por la recuperación tras el reciente huracán Melissa. Señaló que los trabajadores del sistema eléctrico “no descansan entre las complejidades diarias” que impone el contexto externo y aseguró que ya se encontraban laborando para restablecer el servicio.

“Nuevamente, confiamos en ellos”, afirmó el mandatario, quien ha insistido en que el deterioro energético es consecuencia de factores externos y no de fallas estructurales de su administración.

Una infraestructura en tensión constante

El nuevo apagón se suma a una larga cadena de fallas que han golpeado a la población en los últimos años. Con un sistema eléctrico envejecido, escasez de combustible y dificultades para importar piezas y tecnología, la red energética cubana opera al límite, provocando cortes frecuentes que afectan la vida cotidiana, la actividad económica y el clima político interno.

La interrupción masiva de este miércoles vuelve a subrayar el desafío central que enfrenta el gobierno: restaurar la confianza ciudadana en medio de una crisis prolongada, con un sistema energético incapaz de garantizar estabilidad y un escenario económico cada vez más precario.

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