Con perspectiva académica analizan la reforma electoral en la UNAM
Ciudad de México, 02 de octubre de 2025.- La reforma electoral tendrá que ser una que amplíe o profundice la democracia, que rompa con los riesgos de la erosión democrática y mantenga el control ciudadano antes que el partidista o el gubernamental, subrayó el coordinador de Humanidades de la UNAM, Miguel Armando López Leyva.
Puede ser una oportunidad para el reconocimiento de lo logrado en la materia y que ha permitido, entre otros aspectos, tres alternancias en el poder en los últimos 25 años.
En la sesión inaugural del seminario Reforma Electoral: ¿Hacia dónde ir?, en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), añadió:
Es necesario pensar en ajustes y revisiones, siempre y cuando incluyan consultas con expertos y comunidades académicas y con un público más amplio. “Esta coyuntura representa una posibilidad para intercambiar puntos de vista y cerrar el paso a la polarización perniciosa”.
A través de la Comisión Presidencial para la Reforma Electoral, se establece como principal argumento el cambio político de México y los problemas de confianza en los partidos. Al respecto, se tendría que precisar cuál es ese cambio al que se hace referencia, pues las reformas electorales del siglo pasado fueron un gran paso en ese sentido, a partir del cual la democracia se hizo una realidad, con todo y sus evidentes déficits y carencias, aclaró López Leyva.
De igual forma, la desconfianza señalada proviene de tiempo atrás, es una tendencia mundial y responde a procesos de más largo alcance que difícilmente serán corregidos con transformaciones legislativas. Pueden ayudar, pero es un proceso de otro orden. Hay que preguntarse cuál es la importancia que puede tener plantear una reforma electoral en el contexto de 2025; y si a nivel global hay una propensión a la erosión de la democracia, si vale reflexionar en los objetivos de una reforma ante este escenario, estimó.
No puede pensarse en una democracia con elecciones que no sean limpias, libres y con condiciones de competencia igualitaria. Eso es lo que debe seguir garantizándose, sin desconocer ese legado de la transición, así sea discutible o criticable, pero pensando en cómo mejorar el sistema electoral en temas relevantes, acotó López Leyva.
Momento clave
A decir de la directora del IIJ, Mónica González Contró, es indispensable que cualquier propuesta parta del análisis que garantice una evolución del sistema electoral acorde con nuestra democracia y las exigencias actuales de la ciudadanía.
El objetivo del Seminario es generar un espacio de reflexión académica, plural e informada, en un momento clave para la democracia en nuestro país, agregó en el Aula Centenario de la entidad universitaria.
Ello es fundamental, añadió, porque al ser académica, permite un análisis profundo y significativo; al ser plural nos facilita reconocer y valorar diversas perspectivas, lo que enriquece el diálogo y fomenta una actitud abierta, inclusiva y, desde luego, democrática; y al ser informada, garantiza el rigor del debate y previene la desinformación.
Abordar la Reforma desde este marco fortalece el pensamiento crítico y resulta clave para generar proyectos que redunden en el desarrollo de la vida política y jurídica del país, añadió la universitaria.
En el encuentro se revisarán tópicos como: transición democrática y su reforma; alcances de la reforma electoral 2025-2026; autonomía e independencia de los órganos electorales; sistema de representación política y de partidos; así como las condiciones de equidad en la contienda y la autonomía e independencia de los árbitros electorales, elementos claves para nuestra democracia, detalló.
Y se introducirán nuevas temáticas, entre las que se encuentra el voto desde el extranjero; implementación de la urna electrónica; la regulación de la propaganda electoral; consultas populares y revocatorias de mandato; además de la inmunidad de las y los funcionarios electos por voto, en particular de las personas legisladoras que gozan de fuero electoral. “Las temáticas requieren ser revisadas a la luz de los cambios sociales, políticos y tecnológicos que ha vivido el país en la última década, pero desde luego con la firme convicción de jamás renunciar a los valores democráticos”.
Reinvención
Al hacer uso de la palabra, Lorenzo Córdova Vianello, investigador del IIJ y coorganizador del Seminario, señaló que las reformas electorales son parte del proceso histórico de México. La transición a la democracia ha sido un asunto gradual y paulatino, que poco a poco fue transformando el modo de acceso al poder público.
Ha sido lento, pero no por ello menos profundo, que nos permitió pasar de un régimen de partido hegemónico a otro en el cual, mediante elecciones ahora sí libres y auténticas, se resolvió la condición básica y necesaria de todo régimen democrático: que sean los ciudadanos quienes libremente decidan quién gobierna.
Las reformas electorales, dijo el experto, han perfeccionado la apertura del pluralismo, mostrado en las instancias de decisión política; la construcción de un sistema electoral, es decir, instituciones, reglas y procedimientos que permiten que haya elecciones libres y auténticas; y condiciones de equidad en la competencia.
Al menos desde 1994, todas las reformas electorales gozaron del consenso de las principales fuerzas políticas fueron el resultado de procesos de discusión e impulsadas por demandas provenientes de la oposición. En los últimos años, la necesidad de una nueva ha sido parte de la agenda gubernamental, lo cual “es legítimo, pero atípico en nuestra historia”; además se plantea una reinvención del sistema electoral. En ese contexto, “este ejercicio del IIJ pretende contribuir al proceso de discusión colectiva”.
A su vez, Guadalupe Salmorán Villar, también académica del IIJ y coorganizadora del encuentro, expuso que para esta actividad académica se convocó a representantes de órganos electorales tanto a nivel nacional como local, autoridades políticas y académicos.
Con información de: UNAM