El nebuloso mundo de la certificación de obras artísticas
Ciudad de México, 28 de septiembre de 2025.- En México la autentificación y certificación de obras de arte queda al arbitrio de familiares y herederos de los artistas ya fallecidos, galeristas, casas de subastas, marchantes, coleccionistas, restauradores e investigadores, prácticamente cualquiera que se proclame experto en un autor. Hasta hoy se carece de una instancia oficial que regule y respalde ese nebuloso mundo, no exento de intereses
económicos y de diversa índole, donde -como en casa del jabonero- el que no cae, resbala.
Buen ojo, años de experiencia, investigaciones muy precisas, científicas, técnicas y tecnológicas, testimonios, documentos históricos, eso y más se requiere para arriesgarse a emitir un juicio; más aún, si la exigencia es un documento que avale la veracidad de la pieza, la autoría de tal o cual artista.
Aquí se juega con miles de pesos, de dólares incluso. En una equivocación que dé por auténtico un falso va de por medio el prestigio de especialistas, pueden ir a la cárcel si son acusados de fraude, y hasta arriesgan la vida, porque no en pocas ocasiones los expertos se han visto presionados para dictaminar en uno u otro sentido, independientemente del resultado del análisis y la investigación.
Con información de: El Universal