Cultura

Nahui Olin: Furia, arte y libertad.

Paso a desnivel.

Nahui Olin: Furia, arte y libertad.

Nahui Olin, nombre náhuatl que significa “cuatro movimiento” y representa el símbolo del cambio perpetuo en la cosmovisión mexica, fue el seudónimo que adoptó Carmen Mondragón, una de las mujeres más enigmáticas, transgresoras  del siglo XX. Pintora, poeta, modelo, pensadora y figura central en el círculo intelectual posrevolucionario, Nahui Ollin desafió las convenciones sociales, morales y estéticas de su época con una intensidad poco común.

Hija del general Manuel Mondragón, Carmen nació el 8 de julio de 1893, creció en un entorno de privilegio y cultura, estudió en Francia y fue testigo directo de los movimientos artísticos de vanguardia europeos. A su regreso a México, ya casada y posteriormente separada del pintor Manuel Rodríguez Lozano, comenzó una vida marcada por el arte, el pensamiento libre y la provocación. Su relación con el Dr. Atl -Gerardo Murillo- con quien compartió una etapa intensa de creación y exploración, fue clave en su desarrollo artístico y personal.

Nahui Olin rompió con los cánones tradicionales al hacer del cuerpo femenino un acto de afirmación estética, política y espiritual. Fue modelo de destacados artistas como Diego Rivera, Tina Modotti y Edward Weston, pero también autora de una obra pictórica y poética propia, de fuerte carga erótica, introspectiva y crítica. En sus cuadros, plasmó su rostro y cuerpo una y otra vez, no como objeto pasivo, sino como sujeto que piensa, ama, desea y se rebela.

En un país que aún se debatía entre la modernidad y el conservadurismo, Carmen Mondragón desafió el papel de la mujer sometida, y se atrevió a vivir bajo sus propias reglas. Su escritura, cargada de simbolismo, erotismo y cuestionamientos existenciales, es un testimonio de su lucha interna y de su postura ética y estética.

Pese a su brillantez, fue relegada al olvido durante décadas, víctima del machismo estructural y de la incomodidad que generaba su autonomía. Solo recientemente ha comenzado a ser revalorada como figura indispensable del arte moderno mexicano, una precursora del feminismo, una voz singular en la cultura del siglo XX.

Nahui Olin no fue solo una musa, sino una creadora compleja, una mujer volcánica que vivió con la pasión y la rebeldía del símbolo que eligió como nombre. Hoy, su figura resurge como inspiración para nuevas generaciones que buscan en el arte un camino de libertad.

La parte mortal de Nuahui Olín nos dejó el 23 de enero de 1978

 

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