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León XIV a los Franciscanos y Trinitarios: Carismas al Servicio de los Perseguidos.

El Papa León XIV recibió a los Capítulos Generales de los Hermanos Menores Conventuales y los Trinitarios, reflexionando con ellos sobre la riqueza de sus carismas, la fidelidad al Evangelio y el servicio a los perseguidos.

En una audiencia celebrada hoy, el Papa León XIV recibió a los miembros de los Capítulos Generales de los Hermanos Menores Conventuales y la Orden de la Santísima Trinidad y Esclavos, así como a los delegados de las Terceras Órdenes y de los grupos laicales. En su mensaje, el Santo Padre ofreció una meditación profunda sobre la complementariedad de sus carismas, la fidelidad al Evangelio y el servicio a los perseguidos por la fe.

“El hecho de poder acoger juntos a franciscanos y trinitarios me recordó un cuadro del ábside de la basílica de San Juan de Letrán, que representa una audiencia de la que ésta podría ser una bella conmemoración. En efecto, la imagen muestra al Papa Inocencio III recibiendo juntos a San Francisco y San Juan de Mata para honrar su gran contribución a la reforma de la vida religiosa”

A partir de esta imagen león XIV reflexionó sobre dos actitudes esenciales en la vida consagrada: la docilidad al Espíritu y la colaboración con el discernimiento de la Iglesia.

San Francisco, representado de rodillas con un gran libro abierto, personifica la radicalidad evangélica expresada en su célebre deseo de «vivir la regla del Santo Evangelio sine glossa». Por su parte, San Juan de Mata, de pie con la Regla aprobada, representa el trabajo de discernimiento eclesial necesario para encarnar ese carisma, dijo. “Ambas actitudes, lejos de estar reñidas, se iluminan mutuamente”, dijo el Pontífice, subrayando que esta complementariedad sigue siendo un modelo para el servicio de la Santa Sede a los carismas en la Iglesia.

“Dios inspiró a estos dos Santos no sólo un camino espiritual de servicio, sino también el deseo de dialogar con el Sucesor de Pedro sobre el don recibido del Espíritu para ponerlo a disposición de la Iglesia. San Francisco expuso al Papa la necesidad de seguir a Jesús sin reservas, sin otros fines, sin ambigüedades ni artificios. San Juan de Mata expresó esta verdad con palabras que luego resultarían fundamentales y que San Francisco haría suyas. Un buen ejemplo sería vivir «sin nada propio», sin nada «escondido en la recámara del bolsillo o del corazón», como subrayó el Papa Francisco (cf. Discurso a las canonesas de la Orden del Espíritu Santo, 5 de diciembre de 2024)”

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