Critica HRW realización del Mundial 2034 en Arabia Saudita
Madrid, 14 de mayo del 2025.- El Mundial de futbol 2034, atribuido en diciembre a Arabia Saudita por la FIFA, no debería organizarse «sobre los hombros de los obreros muertos», pidió Human Rights Watch (HRW), que publicó este miércoles un informe sobre las violaciones de derechos de los trabajadores migrantes en el reino.
HRW denunció la muerte de numerosos migrantes en Arabia Saudita en accidentes laborales que considera «evitables», incluidos casos de electrocución, caída desde edificios e incluso decapitación, al tiempo que ha acusado a las autoridades del país de no proteger a estas personas y no investigar los sucesos.
La ONG ha señalado que las autoridades saudíes tampoco han garantizado unas compensaciones «adecuadas» a los familiares de las víctimas y ha agregado que los riesgos de muerte entre los trabajadores están aumentando debido a que el gobierno ha acelerado los trabajos de construcción de cara a la Copa del Mundo y otros «megaproyectos» impulsados en el país.
«Los horripilantes accidentes laborales que han causado la muerte de trabajadores migrantes en Arabia Saudita deberían ser una gran señal de alerta para empresas, aficionados al futbol y asociaciones deportivas que buscan colaborar con la FIFA en el Mundial de 2034 y otros ‘megaproyectos’ saudíes», ha dicho el subdirector de HRW para Oriente Próximo, Michael Page.
«Dado que las autoridades saudíes no garantizan adecuadamente la aplicación básica de la protección y las coberturas de seguridad social de los trabajadores migrantes, las empresas locales e internacionales tienen una mayor responsabilidad a la hora de garantizar que no se produzcan graves violaciones de derechos en sus operaciones comerciales en Arabia Saudí», ha explicado.
Así, familiares de las víctimas han relatado que tanto empleadores como autoridades han dado muy poca información sobre las circunstancias de los fallecimientos, mientras que algunos empleadores se han negado a cubrir los costes de repatriación e incluso han presionado para que fueran enterrados en el país. Además, algunas han evitado devolver las pertenencias de los trabajadores y pagar las deudas contraídas.
HRW ha entrevistado a familiares de más de 31 muertos llegados desde Bangladesh, India y Nepal, a dos trabajadores sociales en los países de origen y a tres trabajadores migrantes que fueron testigos de los fallecimientos. Además, han revisado documentos emitidos a los trabajadores, certificados de fallecimiento y otros papeles oficiales considerados como relevantes para las investigaciones.
En este sentido, ha resaltado que algunos fallecimientos fueron catalogados como muertes «naturales», con lo que no tenían que ser investigados o compensados, al tiempo que ha agregado que los trabajadores en varios sectores y regiones sufren abusos en el puesto de trabajo o se ven expuestos a peligros durante el desempeño de sus funciones.
Con información de: Europa Press