Cultura

Redes sociales, espacio alternativo para que autores emergentes difundan su obra

Ciudad de México, 12 de mayo de 2025.- El camino para ser escritor es tortuoso cuando no hay apoyo de una editorial. Sin embargo, las nuevas generaciones han encontrado en las redes sociales un espacio para publicar y darse a conocer; incluso, los mismos lectores los convencen de lanzar de forma independiente.

En entrevista con La Jornada, dos escritores hablaron sobre su perspectiva y el gran esfuerzo que realizaron en su tránsito por la literatura, entre conflictos con editoriales y problemas personales.

Juan Espejel Vera, mejor conocido como Relaterror, es uno de los jóvenes que buscan recorrer el camino de las letras. Publicó un libro con sus cuentos más famosos, que inicialmente dio a conocer en un blog y en Facebook.

Mucha gente se anima a escribir, pero no es fácil conseguir apoyos y que agrade a las personas tu forma literaria, pero lo principal es ser escuchado. Me ayuda mucho seguir adelante por mi público, para agradecer a quienes se dan tiempo de leernos, criticarnos y darnos consejos, aseguró.

Agregó que su camino de escritor provino de su afición lectora, la cual tuvo desde pequeño: Quedé maravillado cuando empecé a leer a Miguel de Cervantes; me gustó mucho su manera de escribir, y con el tiempo aprendí que siempre es mejor hacerlo con sencillez, para que quienes no tienen un ritmo de lectura riguroso se enganchen.

Sus primeros pasos en la literatura se dieron en un blog que bautizó con su apodo. Empezó con relatos cuya calidad depuró poco a poco hasta llegar a lo que hoy es su publicación más destacada, una serie de cuentos breves reunidos en El mercado caníbal.

Al no tener apoyo de una editorial, me percaté de que están rotos muchos puentes entre los autores jóvenes y las grandes empresas. Me desanimé mucho, pero al poco tiempo dejé de pensar en ello y me enfoqué en el público que me impulsó en las redes sociales, dijo.

Ahora tiene más de 100 mil suscriptores en su perfil de Facebook e historias materializadas en un libro que ha vendido en España, Colombia y Argentina, entre otros países.

Letras como terapia

Otro caso es el de Héctor Camarillo Gómez Caglia, autor de la novela Dos extraños, cuya inmersión en la literatura se dio luego de una crisis personal tras la cual sintió que le hacía falta expresarse. Fue una terapia:

Escribir libera el alma, y me abrió la puerta a nuevas aventuras; lo tomé como una catarsis que me ayudó a superar situaciones muy complicadas que me afectaron muchísimo, explicó en entrevista.

Me costó un año terminar la historia; pasaba por malos momentos a nivel personal y laboral, y preferí desquitar esos sentimientos en esta historia. Me ayudó mucho a desahogarme, comentó.

“Me inspiré leyendo a Julio Verne, de quien me parecieron muy impresionantes sus historias fantásticas, y de Stephen King, por su forma tan fluida del género del horror que ayudó mucho a mi forma de narrar. En específico, de este último, tomé muchas influencias de su novela El visitante”, comentó el autor.

Dos extraños narra la historia de Héctor, empleado de una barbería que un día descubre que sus colegas fueron asesinados, crimen del cual lo acusan las autoridades.

Héctor Camarillo aseguró que cuando comenzó a escribir era una persona miedosa que desconocía el mundo, pero al concluir se dio cuenta de que había madurado. “Gracias a que puedo dar voz a mis miedos tengo la facilidad de plasmar las historias tal como me vienen a la cabeza; es liberador, porque muchas personas no se atreven a dotar de voz a su personalidad.

Empecé a escribir esta historia desde abajo, no tenía ninguna guía, sólo lo que aprendí de mis lecturas. Ya iba a medio libro cuando me metí a las redes sociales para aprender sobre estructuras literarias: estudié con colegas que conocí en grupos de Facebook, videos en YouTube. Luego me formalicé más y tomé cursos.

Cuando ya tenía listo el texto para publicar, lo mandó a una imprenta, que no cumplió con lo que le ofrecieron: Compré un paquete que incluía maquetación y supuesta corrección editorial, pero de esto último nada. También me dijeron que ayudarían a registrarla ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual, y tampoco. Imprimieron y ya, cuando circuló mi obra estuvo en riesgo de ser plagiada.

En lugar de desanimarse, la decepción impulsó más a Camarillo. A pesar de no haber especializado sus estudios en literatura, el autor afirmó que fue mediante su avidez lectora que decidió aventurarse a realizar esta obra literaria; hoy día, la historia de mi libro me acompaña siempre. Además prepara su segundo título: una novela negra.

Dos extraños, de Héctor Camarillo, se puede conseguir mediante el correo electrónico [email protected] o en el perfil de Instagram y Facebook del escritor, @heichcritor. En tanto, la colección de cuentos Relaterror, de Juan Vera Espejel, se adquiere en las redes sociales y en el sitio web homónimo.

Con información de: La Jornada

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