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Robert Kennedy Jr amenaza la salud pública y expone a EU a epidemias

Nueva York y Washington, 07 de mayo del 2025.- El secretario de Salud, según críticos, es la principal amenaza a la salud pública de Estados Unidos, al exponer al país a futuras epidemias y poner en riesgo avances vitales en medicina.

Robert F. Kennedy Jr ha implementado una reducción dramática de personal del Departamento de Salud y Servicios Humanos, de 82 mil a 62 mil, afectando agencias críticas para la salud pública, entre ellas el Centro de Control de Enfermedades (CDC), la Administración de Alimentos y Drogas (FDA), los servicios de salud para la tercera edad y para los pobres (Medicare y Medicaid), y el Instituto Nacional de Salud, conocido como la corona de la investigación médica del país, entre otras.

Y eso es apenas en los primeros 100 días. El gobierno de Donald Trump está proponiendo una reducción severa de 26 por ciento del Departamento de Salud en su presupuesto federal para el próximo año fiscal, algo que la Asociación Americana de Salud Pública calificó de profunda amenaza a la salud de la nación. Agregó que es una ruta para desmantelar los servicios e infraestructura de salud de Estados Unidos y abandonar nuestra responsabilidad de proteger las vidas aquí en casa y en el mundo.

Esa secretaría maneja aproximadamente una cuarta parte del presupuesto federal. La restructuración, bajo el lema de eficiencia y mayor transparencia, literalmente está desmantelando o frenando actividades básicas que van desde investigaciones científicas sobre enfermedades como diabetes, sida y cáncer, hasta la capacidad de monitorear epidemias, programas de vacunación y el desarrollo de nuevas drogas vitales.

Minada, la capacidad de respuesta del CDC

La capacidad del CDC para responder a crisis y apoyar esfuerzos locales contra envenenamiento y contaminación ya se ha minado, y la propuesta de Trump es reducir su presupuesto a casi la mitad para el próximo año. Por ejemplo, la ciudad de Milwaukee envió una solicitud a la CDC para apoyar esfuerzos por deshacerse de plomo en la pintura en escuelas públicas. La respuesta que recibieron las autoridades de salud municipales fue: toda mi división fue eliminada hoy, y por los recortes no podremos apoyarlos.

A principios de abril, Georges Benjami, director ejecutivo de la Asociación Americana de Salud Pública –la principal asociación de profesionales de salud pública durante más de 150 años– detalló los recortes implementados por el secretario de Salud y advirtió de graves consecuencias. Declaró que como doctor, juré primero no causar daño y alzar la voz cuando veo daño hecho por otros. Insto a mis colegas a unirse conmigo y alzar la voz. El secretario Robert Kennedy es un peligro para la salud del público y debe renunciar o ser despedido.

Kennedy es famoso por ser escéptico sobre vacunas, y en el pasado ha indicado que éstas son parte del problema de salud y que incluso, junto con una teoría de conspiración, han causado el incremento exponencial de autismo en Estados Unidos. El secretario ha prometido detectar lo que causó la epidemia del autismo para septiembre. Pero el consenso científico es que no existe una epidemia, ya que la condición no es una enfermedad, y que el registro de más casos es resultado de una mayor capacidad de diagnosticar el autismo.

Pero Kennedy rechaza e ignora el consenso científico y ha contratado, entre otros, a David Geier para su gran investigación, un hombre que, con su padre, realizó investigaciones en su casa (no en un laboratorio) para llegar a conclusiones de que las vacunas han detonado una epidemia de autismo. El padre era doctor y su licencia médica fue revocada en por lo menos 10 estados. El hijo fue acusado en Maryland de practicar medicina sin una licencia porque, pues, no es doctor.

Difusión de datos falsos

Kennedy no se ha cansado de difundir datos sobre salud que sencillamente no son verídicos, acusa una investigación del programa Last Week Tonight, de John Oliver. Entre ellas, que Estados Unidos compra 70 por ciento de las drogas farmacéuticas del mundo (la verdad es que compra 6 por ciento), que 15 por ciento de los menores de edad del país toman drogas por problemas de atención (los cálculos oficiales son 5 por ciento), uno de cada tres menores tienen diabetes (la cifra real es 3.5 por ciento) y que 50 por ciento de la población de China padece diabetes (la cifra real es alrededor de 12 por ciento).

Kennedy forzó la renuncia del regulador principal de vacunas en la FDA, quien acusó que el equipo del nuevo secretario había solicitado datos sobre casos de inflamación del cerebro causado por la vacuna contra el sarampión y que él respondió que era imposible porque no existen casos confirmados de eso. Ha quedado claro que la verdad y la transparencia no son deseadas por el secretario, sino que desea confirmación servil de su desinformación y mentiras, escribió el doctor Peter Marks en su carta de renuncia, reportó National Public Radio.

Ahora, lo que podría convertirse en una epidemia de sarampión afecta ya a menores en unos 30 estados, con un secretario que se limita a decir que inmunizarse con una vacuna 98 por ciento efectiva es una decisión personal; ya han muerto tres menores de edad no vacunados. Expertos pronostican severas consecuencias incluyendo más decesos por la respuesta de Kennedy a su primer crisis de salud como secretario.

Nada de esto es nuevo, y antes de su ratificación, Kennedy ya había sido calificado de opción peligrosa para encabezar la salud nacional. Promotor de todo tipo de conspiraciones no sólo en el rubro de salud, sino en política, públicamente denunciado por su famosa familia –considerada durante mucho tiempo como la aristocracia del Partido Demócrata– que ha repetido que él no los representa, Kennedy se lanzó como candidato presidencial independiente y, al fracasar en atraer apoyo, provocó un pequeño sismo político cuando el hijo del famoso ícono de demócratas liberales Robert F. Kennedy endosó al derechista Trump. Para el republicano, el regalo era más que bienvenido, un gol contra su oposición.

Desde que fue nominado por el magnate para ser secretario de Salud, la organización de defensa del consumidor Public Citizen declaró que Kennedy es un peligro claro y presente a la salud de la nación. No se le debería permitir ingresar al edificio del Departamento de Sanidad, mucho menos estar a cargo de la agencia de salud de la nación. Recordó el mal manejo de Trump de la pandemia del covid durante su primer periodo, lo cual costó miles de vidas.

Aún no se sabe cuántas de las 1.22 millones de muertes por covid en Estados Unidos fueron evitables, es decir, que fueron resultado de la inepta respuesta encabezada por el entonces presidente Trump. Entre sus primeros actos presidenciales en su segunda vuelta, el mandatario castigó a quien fue su principal experto sobre epidemias, el doctor Anthony Fauci, al cancelar su protección federal sólo por atreverse a criticar a su ex jefe debido a su manejo irresponsable de esa pandemia.

Algunos advierten que con Trump y Kennedy, Estados Unidos está preparándose para provocar su próxima crisis de salud.

Con información de: https://www.jornada.com.mx/

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