Caracas,09 de enero del 2018.- Los indicadores de una gran conmoción social en Venezula están ya dados, advirtió la psicóloga social María Teresa Urreiztieta, quien precisó que la población está dando muestras de agotamiento.
El saqueo y otros comportamientos inéditos de sobrevivencia en la sociedad venezolana forman parte de esos indicadores, indicó en entrevista con el diario El Nacional.
La crisis generalizada avanza con la hiperinflación y su impacto, la carencia de alimentos y medicinas fundamentales para mantener la vida, puntualiza.
Hace ver que la crisis que vive el país sudamericano es social, económica y política, pero también histórica, ocasionada por un proyecto antidemocrático que implica un proyecto de dominación.
La académica de la Universidad Simón Bolívar insiste en que la población ha sido llevada al límite de su aguante y eso significa que vendrán comportamientos individuales y colectivos inéditos para afrontar esos escenarios.
Indicó que hay desesperanza y resignación, pero sobre todo la gente se activa para protegerse.
“El miedo a pasar hambre, a sucumbir y perder la vida por falta de medicamentos en un momento de emergencia, es el gran motor”, señala la psicóloga social por la Universidad de Barcelona.
Señala como ejemplos los saqueos en Maracay, “comportamientos inéditos que ocurren normalmente en comercios que las personas tienen a la mano, y donde muestran una gran anarquía pero también su necesidad de sobrevivencia.”
El pasado miércoles tres de enero la ciudad de Maracay, capital del norteño estado Aragua, frente al Lago de Valencia, vivió una madrugada de saqueos que dejaron al menos 20 detenidos.
La misma Maracay registró otra jornada de saqueos la madrugada del 27 de junio pasado, que afectaron en particular a supermercados y farmacias.
En los hechos de junio se reportó una actitud pasiva por parte de las fuerzas del orden, que sí se activaron el 3 de enero.
Urreiztieta adelantó que en este mometo prevé que la gente vaya directamente a donde haya recursos, lo mismo farmacias que súpermercados o bancos.
“Estamos ante una dinámica de sobrevivencia que no es otra cosa que protección de la vida para no morir”, insistió.
“Es la lógica del sálvese quien pueda sobre todo en la mayoría de la población desamparada y desasistida”, acotó.
Junto a los saqueos y robos, se va a dar la retoma de la conciencia ciudadana hecha conciencia colectiva, demandas por el cambio económico y político.
Ambas son expresiones de indignación y miedo que harán que las personas se activen, con un alto daño a la psiquis personal y colectiva.
Explicó que cada grupo social tiene maneras diferentes de expresarse. Las clases populares viven un intenso estrés porque carecen de comida para sus hijos, y apelan a la violencia, al tráfico de drogas y a la protesta.
Las clases medias, por su parte, se encuentran agobiadas por la hiperinflación y el éxodo, irse de Venezuela, es su forma de manifestar su malestar.
“La clase media con su éxodo está descapitalizando hospitales y universidades, debilitando así nuestra reserva educativa”, indica también.
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