Tecnologia

Redes sociales generaron unión tras sismo

México, 28 de Septiembre de 2017.– Las redes sociales son núcleos informativos que detonan la interconexión entre personas durante los desastres naturales; además, generan un mayor y eficaz impacto al momento de ayudar a los damnificados, afirmó Miguel Jarquín, estratega de redes sociales.

“En el caso de México y el 19-S fungieron como arterias por las que fluyó el compromiso de solidaridad con el otro, el sentido de identidad que nos une como nación y la responsabilidad de autorregulación de temas de interés, fueron magia en las manos de los magos correctos y su truco final, fue levantar a un país”, señaló.

El especialista analizó la convocatoria de ayuda que se generó en redes sociales para recabar ayuda a los damnificados del sismo del pasado 19 de septiembre, y consideró que el factor determinante fue la comunicación efectiva entre usuarios.

“A mi parece que las redes sociales hicieron un milagro increíble e hicieron la panacea que nos hacía falta en esta interconexión de información y en la ayuda y el flujo, por lo menos en hacer visibles la responsabilidad y el ímpetu por compartir”, declaró Jarquín.

Señaló que la dinámica que se organizó para recabar víveres o materiales de rescate logro sobrepasar los vicios propios del medio, como los que se habían presentado en contingencias anteriores.

“Los recursos que brindaron redes sociales como Twitter trajeron a la nueva dinámica informativa elementos como el #FuerzaMéxico que ayudaron a unir un país dividido en medio de una crisis, dejaron de lado el Peñabot, el Pejezombie, el machista y feminista para regresarnos el sentido de nación que nos define como mexicanos”, expresó.

El especialista afirmó que, a diferencia de la respuesta que se tuvo en el terremoto de 1985, en esta ocasión la inmediatez en el flujo de información se trasladó al ámbito donde las acciones se dieron con la misma prontitud.

“En sismos anteriores salimos con ganas de ayudar, pero pocos sabíamos a dónde ir, esta ocasión, aunque difusa, la información fluyó de manera positiva para que los puntos más críticos tuvieran a una sociedad volcada en su apoyo”, comentó.

Jarquín mencionó que fue la sociedad y los usuarios activos de redes sociales quienes generaron los recursos apropiados para afrontar la emergencia, que incluso rebasaron la capacidad de respuesta de las instituciones.

Destacó que las habilidades tecnológicas del grupo generacional denominado Millennial fueron fundamentales, pues utilizaron las herramientas que utilizan en su vida cotidiana para tomar el liderazgo en la corroboración de información y lograr en un tiempo reducido acciones de alto impacto.

Además, subrayó la participación de la generación Z, la cual generó un estado de conciencia, que a través de la acción llevó a descubrir que no sólo en la calle se podía ayudar, sino también compartiendo información, por lo que le dieron valor serio a retuitear, compartir y a escuchar a los influencers.

“En esto radicó la clave del éxito de las redes sociales como válvula de resurrección de un país herido de muerte”, indicó el especialista.

Sin embargo, aseguró que no se pudo controlar la verificación de la información y por lo tanto las llamadas Fake News se filtraron a la población y generaron desconcierto en algunos sectores.

“No hubo organización nuclear desde el gobierno para el tema de verificación de información, falta un protocolo en el que se corroboren los datos para que las Fake News no fluyeran”, relató.

A pesar de eso, gracias a la cantidad de interacciones en redes sociales, Jarquín destacó que el gobierno supo replicar la dinámica de los jóvenes, al comenzar a difundir indicaciones de cómo compartir información.

“El avance en torno a la verificación de Fake News también fue grande, México hoy tiene mucho más claro el rol que deben jugar el gobierno, los medios y la sociedad para que los canales de comunicación digital sean mucho más efectivos”, indicó.

“Por primera vez en la historia de México los Influencer asumieron su rol de responsabilidad social, desinteresado para jugar a favor de un solo objetivo, ayudar a México”, aseveró.

El experto señaló que con el activismo en redes que se generó después del sismo, no sólo se evidenciaron las posibilidades que tienen herramientas como las redes sociales, sino también la falta de educación en el manejo de los recursos.

“Cada publicación tiene una hora, por qué le ponemos una hora a una publicación que ya la tiene, pues porque nunca la revisamos a detalle. Hay cuentas oficiales que de plano no tuitearon nada, o continuaron con su tuiteo diario, la programación de todos los días, como si no hubiera pasado nada”, indicó.

El experto en redes indicó que Facebook y su papel global también permitió que la ayuda internacional fluyera casi simultáneamente con la crisis.

“Los personajes como Frida, en su rol de héroe nacional y personaje viral, fueron alicientes que ayudaban a las personas moralmente, y eso permite que socialmente nos mantengamos de pie aún con lo complicado del asunto”, dijo.

Sin embargo, resaltó que los medios de comunicación también tuvieron fallas al momento de sumarse a la dinámica que la población generó en redes sociales.

Por ello, recomendó que deben tener protocolos en los que corroboran la información debido al alcance y al impacto que tienen, por lo que no deben caer en la inmediatez y menos en situaciones de crisis por fenómenos naturales, donde hay vidas en riesgo.

“En el caso de Frida Sofia, los medios tradicionales tomaron un poco la mala costumbre de las redes sociales, dejar que la inmediatez les ganara”, comentó.

Miguel Jarquín enfatizó que la importancia de las redes sociales en la reciente emergencia por sismo fue la organización de información, pues ello permitió llevar acciones concretas y sobre todo lograr que éstas se replicaran.

“Hazlo por lo que quieras, pero hazlo, si te estás llevando por modas, no importa, es un mal que nos hace mucho bien, detonar y encontrarnos en este tipo de redes”, consideró.

Exhortó a las instituciones conocer los recursos que ofrecen los distintos medios digitales y saber utilizarlos para que la información sea pertinente.

“La peor crisis es la que no se prevé, afortunadamente yo creo que esto nos va a dejar una enseñanza gigante siempre y cuando se tomen todos los errores en los que caímos para generar, a partir de ellos, un protocolo bien pensado, en la que en cualquier contingencia sepamos qué tiene que hacer sociedad civil, gobierno y medios de comunicación”, explicó.

Con información de: http://www.notimex.gob.mx/

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