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Pacto del G7 en Hiroshima: por un mundo sin armas atómicas

HIROSHIMA, Japón, 11 de abril de 2016  (EFE).- Los ministros de Exteriores del G7 realizaron hoy un histórico homenaje a las víctimas de la bomba atómica en la ciudad nipona de Hiroshima y se comprometieron a trabajar juntos para lograr un mundo larmas nucleares.

El encuentro ministerial del Grupo de los Siete, que arrancó en la víspera y terminó hoy en tan simbólico escenario, supuso la primera visita oficial a Hiroshima de un alto cargo del Gobierno de Estados Unidos, el país que lanzó el artefacto nuclear sobre la ciudad al término de la II Guerra Mundial.

Los ministros firmaron la “Declaración de Hiroshima” en honor a esta ciudad del oeste de Japón, único país del mundo que ha sido objetivo de ataques atómicos, y en ella piden conseguir avances para lograr una revisión del Tratado de No Proliferación (TNP) en 2020.

“Hemos querido ofrecer un mensaje claro y contundente a la comunidad internacional con el objetivo de dar un nuevo impulso para lograr un mundo libre de armas nucleares“, declaró en rueda de prensa al término de la reunión el ministro japonés de Exteriores, Fumio Kishida.

En la misma línea, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, afirmó que “la amplia mayoría de la comunidad internacional camina hacia la erradicación del armamento atómico“, y subrayó que lograrlo es “una de las prioridades” de la Administración que dirige Barack Obama.

Más allá de la declaración, la reunión dejó imágenes y gestos que escenifican un mayor acercamiento entre Tokio y Washington y que ponen de relieve la voluntad de estos socios estratégicos de mantenerse al frente de la comunicad internacional ante el auge de otras potencias.

Los ministros visitaron el Museo y el Parque de la Paz de Hiroshima e hicieron una ofrenda floral en el cenotafio, donde están inscritos los nombres de las más de 250.000 víctimas que causó el bombardeo ejecutado por aviones estadounidenses el 6 de agosto de 1945.

Los cancilleres, con Kerry y Kishida en el centro, depositaron coronas de flores ante el cenotafio y la Llama de la Paz, y posaron ante las cámaras ataviados con collares hechos con grullas de papel en honor a Sadako Sazaki, la niña que tras morir de leucemia se convirtió en un símbolo del horror atómico.

Kerry evitó hacer la reverencia ante el monumento, al contrario que Kishida, originario de Hiroshima, y minutos antes el representante estadounidense también se saltó el protocolo para pedir a su anfitrión cambiar el recorrido previsto y visitar el “Gembaku Domu“, la cúpula que quedó en pie tras la tragedia y preservada como símbolo de la devastación atómica.

“Nunca podré olvidar mi visita a Hiroshima“, dijo al término del encuentro Kerry, quien se mostró “profundamente conmovido” y “estremecido” por conocer de primera mano los efectos de la explosión atómica sobre la ciudad y sobre sus habitantes.

“Creo que todo el mundo debería visitar este museo y esta ciudad. Y espero que Barack Obama sea una de esas personas que lo visiten, aunque es difícil decir cuándo, y si podrá hacerlo mientras sea presidente“, dijo Kerry al ser preguntado por si el líder de la Casa Blanca y Nobel de la Paz de 2009 contempla viajar a Hiroshima.

El acto de hoy ha alimentado las expectativas en Japón sobre la posibilidad de que Obama se convierta en el primer presidente estadounidense en visitar Hiroshima, aprovechando su viaje al país asiático para asistir a la cumbre de líderes del G7 que se celebrará los días 26 y 27 de mayo en el parque natural Ise-Shima (centro).

La reunión, la primera que acoge Japón bajo su actual presidencia del Grupo de los Siete, también ha servido para dar forma a la agenda de dicha cumbre en el apartado de Exteriores.

Los líderes del G7 debatirán un plan de acción para combatir el terrorismo, discutirán medidas de ayuda a los refugiados que huyen de los conflictos en Oriente Medio y recalcarán su firme condena ante las últimas provocaciones militares de Corea del Norte, entre otros temas.- (Por Antonio Hermosín)

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