El Sol es la fuente principal de vitamina D para el cuerpo, pero también se puede obtener a través de algunos alimentos para quienes no les gusta asolearse.
La vitamina D es importante para el cuerpo porque ayuda a la absorción y retención de calcio y fósforo en los huesos para mantenerse saludable. Además, la vitamina también fortalece el sistema inmunológico, por lo que ayuda a prevenir enfermedades.
La fuente principal de vitamina D es la luz del Sol; sin embargo, una exposición prolongada puede causar afecciones en la piel y resultar contraproducente. Es por eso que la alimentación es otra manera de obtenerla naturalmente.
Pescados y mariscos
Los ácidos grasos Omega-3 ayudan a fortalecer las neuronas, el sistema circulatorio y aportan vitamina D al organismo. Los pescados y mariscos son una fuente natural de este elemento.
El atún, arenque o la sardina son pescados fáciles de conseguir en el supermercado y los cuales son ricos en vitamina D.
Sin embargo, el salmón y la trucha son los pescados que más vitamina D aportan, pues contienen entre 10 y 17 Unidades Internacionales (UI), la medida con la que se mide la vitamina, por cada 100 gramos.
La hueva de pescado o caviar es otra parte de los animales marinos con altas concentraciones de vitamina D.
De acuerdo con una investigación australiana, el huevo aporta hasta 82% de la ingesta diaria recomendada de Vitamina D, por lo que es buena idea añadirlo a la dieta.
Es importante comer la yema porque es la parte del huevo con mayores nutrientes.
La leche y todos los alimentos que se derivan de ella aportan hasta el 30% de la ingesta recomendada de vitamina D. Además, los lácteos también aportan calcio a los huesos para fortalecerlos.
En caso de que no se consuman lácteos, las bebidas de soya usualmente están fortificadas con vitamina D para suplir la leche.
El hígado de res es popular por ser la parte de la vaca que aporta más hierro; sin embargo, también es rico en potasio y vitaminas A y D.
No es el corte favorito del animal en las tiendas de carne, pero es un alimento lleno de nutrientes.
Champiñones
En caso de que no se quieran consumir alimentos de origen animal, que son los más ricos en vitamina D, también se puede obtener a través de las setas.
Una investigación de Nutrition Research Australia demostró que los hongos aportan la misma cantidad de vitamina D que un baño de sol. Además, se vuelven todavía más nutritivos si se dejan bajo el rayo de luz natural antes de consumirlos.
Suplementos
Existen multivitamínicos que contienen la dosis de vitamina D recomendada para nutrir al organismo sin necesidad de buscar otras fuentes.
El aceite de hígado de bacalao es uno de los alimentos más ricos en la vitamina, además aporta Omega-3 y vitamina A, aunque su sabor no sea tan agradable.
Con información de: https://www.vix.com/es/salud
