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Frente opositor cierra puerta a ciudadanos

  • Aunque ellos fueron los primeros en impulsar a Xóchitl Gálvez, miembros de la sociedad civil lamentan que la estructura de la precandidata desdeñe sus aportaciones

Ciudad de México, 17 de diciembre del 2023.- Entre la sociedad civil organizada que le dio el primer impulso a Xóchitl Gálvez rumbo a 2024 hay desencanto, debido a que las estructuras partidistas han excluido de la precampaña al activismo ciudadano.

Para Patricia Olamendi, promotora de los derechos humanos, se esperaba más apertura de la aspirante para hacer suyas las propuestas que casi 100 organizaciones feministas construyeron en foros regionales y temáticos.

La agenda, llamada El México que queremos las mujeres, le fue entregada en un acto a Gálvez, quien se mostró abierta a retomarla. Sin embargo, dos meses después no ha habido retroalimentación sobre la propuesta.

«Entendemos que las presiones para los nombramientos deben ser muy grandes, pero si Xóchitl no le da un contenido ciudadano y no recoge las propuestas ciudadanas será difícil que muchas personas y las propias mujeres puedan sentirse identificadas con ella”, señaló la feminista a Excélsior.

Guadalupe Acosta Naranjo, dirigente del Frente Cívico e impulsor de la marea rosa, criticó que no se haya convocado a personalidades que no militan en partidos, pero están dispuestos a participar en la plataforma que encabeza Gálvez.

«Las estructuras partidarias deben tener claro que no son suficientes para ganar la elección de 2024”, planteó el exdirigente del PRD.

SIN LA SOCIEDAD CIVIL, NO HAY MANERA DE GANAR: MAREA ROSA

En la llamada marea rosa que dio impulso a la candidatura de Xóchitl Gálvez hay desencanto ante el regreso de las estructuras partidistas a sus códigos de exclusión del activismo ciudadano y las causas históricas de la sociedad civil organizada.

Y es que, si bien la abanderada de la coalición del PAN, PRI y PRD es una lidereza que, como bien lo puntualiza el priista Rubén Moreira, “se ha construido por la orillita de los partidos políticos”, una vez echada a andar la precampaña, las estructuras de los logos que la postularon se imponen.

La desilusión de quienes esperaban acompañar a la aspirante se dio cuando los días 5 y 6 de diciembre Xóchitl Gálvez presentó tanto a la estructura electoral que ahora la acompaña, como a los responsables de las 29 mesas temáticas para la construcción del programa de gobierno.

Uno de los artífices de la marea rosa, Guadalupe Acosta Naranjo, y la abogada feminista Patricia Olamendi reflexionan al respecto.

Para el impulsor de la Fuerza Rosa, es evidente que los partidos políticos que postularon a la ahora precandidata a la Presidencia de la República se cerraron a los liderazgos de la sociedad civil, afectando el impulso de la campaña.

Olamendi habla de la falta de respuesta, hasta ahora, por parte de la senadora con licencia a las propuestas que, con el aval de más de 100 organizaciones de mujeres, le entregaron exactamente hace dos meses.

Confirmar la hegemonía de los cuadros partidistas en la construcción de la campaña ya en puerta ha descorazonado a quienes esperan mayores dosis de ciudadanización en la candidatura del Frente Fuerza y Corazón por México.

ES UN ERROR: ACOSTA NARANJO

«Hay enormes potencialidades en personalidades que no militan en partidos y que ya estuvieron dispuestos a participar en estos trabajos de unidad y que ahora pues simple y sencillamente no se les convoca. Me parece que ese es un error”, sostiene Acosta Naranjo.

Considera el dirigente del Frente Cívico Nacional que con fue la participación de los ciudadanos, cuando hubo un signo de apertura en los partidos para impulsar a Xóchitl Gálvez, ya que ese factor fue el que le dio visibilidad a la oposición.

«Eso ayudó a una etapa, donde la coalición se puso a la ofensiva, era nota todos los días, ponían agenda de comunicación y no solamente en la mañanera”, recuerda.

En entrevista con Excélsior, Acosta Naranjo lamenta que ahora otra sea la situación del nexo entre partidos y marea rosa: “Desde el momento en que cerraron las puertas, de nueva cuenta, y todo se resuelve en los cuartos partidarios, con la presencia de los líderes partidarios, pero en ausencia de los segmentos de la sociedad, pues creo que todo mundo hemos visto los resultados”.

Planteó el exdirigente del PRD y exlegislador que “las estructuras partidarias deben de tener claro que no son suficientes para ganar la elección de 2024”.

Alertó que, con la sola suma de los tres partidos, “si eso fuese sólo lo que se va a reflejar en la elección, entonces podríamos estar muy cerca de una derrota electoral”.

Por eso, enfatizó: “O se involucra la sociedad civil o no hay manera de ganar la elección. Es con la sociedad civil o no lo será de ninguna manera el triunfo electoral de 2024”.

Sostuvo que, por eso, resulta tan importante impulsar que amplios sectores de la sociedad que no están en organizaciones partidistas, se involucren y participen de manera decisiva para empujar la promoción del voto, el convencimiento de indecisos, la organización y la movilización territorial y de conciencias en la elección que viene el año próximo.

ESPERÁBAMOS MÁS: OLAMENDI

En ocasión del 70 aniversario del reconocimiento del derecho al voto de las mujeres, la fuerza política feminista Todas México entregó a la presidenciable opositora la Agenda Política, Legislativa y de Gobierno denominada “El México que queremos las mujeres”.

Las feministas le colocaron una banda sufragista a la legisladora del PAN y la emplazaron a hacer suyos los compromisos propuestos, tomándole protesta en señal de que asumía la tarea de revisarlos y emprender el diálogo de definición de sus respectivas propuestas con Todas México.

Pero hasta ahora no recibieron retroalimentación.

«Creo que esperábamos una mayor apertura en la campaña de Xóchitl a la presidencia, dado que se presenta como una candidata ciudadana, y por lo tanto consideramos importante entregarle las propuestas que casi 100 organizaciones feministas construimos en foros regionales y temáticos y la llamamos El México que queremos las mujeres.

«Esa agenda que tiene propuestas en todos los ámbitos de la vida pública y privada de las mujeres y que recoge en buena medida el sentir y preocupación sobre todo del movimiento feminista”, detalla.

Pionera en la construcción de las leyes con perspectiva de género en los años ochenta, primera responsable en la Ciudad de México durante los gobiernos del PRD de una institución para concretar la agenda de las mujeres, la también exsubsecretaria federal de Asuntos Globales reseña:

«Tuvimos la oportunidad de entregársela en un evento organizado por mujeres de diversas organizaciones y acompañadas por mujeres del partido de la Revolución Democrática (PRD), ella se mostró muy abierta, señalando que, por supuesto que se comprometía con la agenda y que retomaría parte de nuestras propuestas en su programa”.

Pero después de esta reunión “no tuvimos ningún otro contacto con ella y nos llamó poderosamente la atención que nombrara en los temas relacionados con las mujeres y de género a representantes de los partidos políticos y que no invitara a mujeres que pertenecían al movimiento feminista”, dice Olamendi.

HAY RIESGOS

«Entendemos que las presiones para los nombramientos deben ser muy grandes, pero si Xóchitl no le da un contenido ciudadano y no recoge las propuestas ciudadanas será difícil que muchas personas y las propias mujeres puedan sentirse identificadas con ella”, alerta la feminista.

Al plantear ese riesgo, la también pionera en la lucha contra el feminicidio y la violencia política de género considera que recuperar la voz ciudadana de las mujeres resulta vital en la disputa de la voluntad popular en 2024.

«Sobre todo, cuando hemos sido las mujeres las más afectadas por las políticas públicas en este gobierno, y cuando el movimiento feminista ha sido tan satanizado y violentado desde la presidencia de la República”, enfatiza.

«La lista de agravios contra las mujeres es muy grande y quizá era una gran oportunidad para ella de manifestar su respaldo a las demandas de las mujeres plasmadas en nuestra agenda”, sostiene.

Al igual que Acosta Naranjo, Patricia Olamendi espera una rectificación de rumbo:

«Esperemos que los partidos recapaciten y permitan que Xóchitl pueda ser arropada por la ciudadanía, y sobre todo por las mujeres a las que debe representar”, condiciona la experredista.

En el mismo sentido, Acosta Naranjo espera que las organizaciones sociales “sirvan como la chispa que prenda la movilización de conciencias rumbo a la elección del 24”. Para lograrlo, alerta, la apertura en los partidos resulta indispensable.

«Los partidos deberían permitir que personas de la sociedad civil, hombres y mujeres con experiencia en distintos temas, estuvieran más cerca de las actividades de la campaña presidencial y de la campaña general, para que complementen el esfuerzo que hacen los líderes partidarios que estén en un cuarto general de la campaña”.

Alerta el exdiputado que “hace falta y ha habido un reclamo de distintos segmentos de la sociedad civil” por esa falta de flexibilidad que los partidos mostraron antes cuando se definió a la candidata.

Sostiene que esos rostros le darían confianza a quienes no militan en los partidos. Y aclara que no se trata de que éstos no estén, sino de que haya otras personas que le den confianza a los ciudadanos.

LA FUERZA DE LA CIUDADANíA

Explica el dirigente del Frente Cívico Nacional que la sociedad civil mostró mucha energía en las movilizaciones que se dieron el 13 de noviembre y el 26 de febrero, mismas que no fueron convocadas ni organizadas por los partidos ni contaron con recursos económicos porque “fueron absolutamente voluntarias”.

Considera que cuando el presidente López Obrador convoca a una movilización lo hace “con su estructura partidaria de gobierno y con recursos ilimitados para contratar camiones, para incentivar -por decirlo de alguna manera- a sus simpatizantes”.

La reflexión de Acosta Naranjo es que la aportación ciudadana ya fue probada cuando cientos de miles de personas, profesionistas, universitarios, salieron a defender la democracia, “que es lo que en verdad está en juego en junio de 2024; nuestras libertades e instituciones, la posibilidad de que sigamos viviendo en un país plural, diverso, con tolerancia; es eso lo que más está en riesgo”.

Y comparte su expectativa:

«Sí tengo confianza de que la organización de los ciudadanos puede desatarse para junio de 2024; que podemos tratar de mover conciencias, de lograr que amplios sectores comprendan la gravedad de lo que se está jugando en la elección y cientos de miles de personas salgan a movilizar a sus amigos, a llevar a sus familias, a sus pares, en las universidades, en centros de producción. Si estos ciudadanos voluntarios se aplican, convencen y hablan, entonces será una fuerza muy potente que será la decisiva”.

Acosta Naranjo detalla que ahora se encuentran organizando lo que denominan la Fuerza Rosa.

«En los últimos fines de semana se hicieron asambleas en todo el país para llamar a la unidad a distintas organizaciones sociales y ciudadanas, porque si en los partidos hay pluralidad en la ciudadanía ésta se multiplica”, describe.

Pero comenta que mientras en los partidos existen incentivos para la unidad interna como candidaturas y cargos, en la sociedad civil el desafío radica en las acciones de conciencia, el convencimiento, para dar paso a la aportación de tiempo y a veces hasta en recursos personales.

«En estas asambleas se lograron reunir hasta el momento un poco más de 750 organizaciones de la sociedad. Nos faltan todavía muchas más, pero 750 no son tampoco una cosa que deba al menospreciarse.

“Yo sí creo que las organizaciones nos van a ayudar a ganar”, confía.

Alerta que sólo con los partidos es imposible, pero también lo sería sin sus emblemas y sin el piso organizativo que éstos tienen.

«Pero lo decisivo, lo que determinará si hay victoria o si hay derrota es si logramos que las organizaciones de la sociedad civil y ciudadanas y los ciudadanos en lo individual se involucran en la campaña con Xóchitl, y con base en lo que miré y lo que he observado en nuestras reuniones, en nuestras asambleas y en las marchas y movilizaciones que hemos hecho, esto no es una tarea imposible; es algo que se puede lograr.

«Tendremos una elección durísima, pero hay muchos ejemplos en la historia, en México y en el mundo; se logró derrotar a Pinochet, un militar que tenía todo el poder y ningún escrúpulo.

«Y en México, si la sociedad sale, si hacemos nuestra primavera mexicana, como ha habido otras primaveras en otros lugares del mundo, no hay manera de que, ante una avalancha de participación de la sociedad civil, pueda haber fraude que resista.

«México es un país de tal peso y tal tamaño internacional, que si la sociedad civil responde, si los partidos hacen lo adecuado, si se actúa con precisión, podemos salir adelante, ganar y lograr que se respete la elección, a pesar de que el Presidente de la República muy probablemente intente desconocer el resultado.

«Pero confío en que la fuerza de la sociedad y de las instituciones y la vigilancia internacional, igual que a Trump, igual que a Bolsonaro no le permita concretar el golpe electoral”, concluye.

Con información de: https://www.excelsior.com.mx/

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