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El sistema de oposición en México: Esto se necesita para que funcione en el país

  • Aunque se puede creer que la oposición no tiene capacidad política, esto es un síntoma de un problema mucho más profundo y potencialmente más serio para la democracia de nuestro país.

Ciudad de México, 27 de abril del 2023.- La democracia del país se ha beneficiado mucho de la oposición, la historia lo puede corroborar; sin ir más lejos, el gobierno actual, así como los gobiernos de inicios de este siglo fueron gobiernos emanados de importantes movimientos de oposición.

No obstante, actualmente la oposición no solo dista mucho de aquellos movimientos, tiene pocas posibilidades reales de contraponerse al discurso del gobierno del presidente López Obrador. Esto no solo se debe a la falta de credibilidad que los principales partidos opositores (PRI, PAN y PRD, hoy acuerpados en la coalición Va por México) han cosechado, se le suman problemas de identidad y operación política.

No hay acuerdos

En torno a la identidad, los partidos presentan un problema entre su discurso histórico y su discurso actual; el Partido Revolucionario Institucional (PRI), habiendo sido el impulsor de las políticas económicas identificadas como neoliberales, hoy se presenta como “una alternativa socialdemócrata y de izquierda”, el Partido Acción Nacional (PAN) otrora partido de derecha y enemigo histórico del PRI, es hoy un “partido feminista” y aliado del Revolucionario Institucional, y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) conformado de la lucha de izquierda contra la hegemonía política encarnizada por el PRIAN, es hoy el aliado del blanquiazul y el tricolor. Esto demuestra que Va por México difícilmente puede establecer un discurso creíble y acorde a la identidad política de los partidos miembros.

En torno a la operación política, la situación se complica, ya que ha sido evidente para todos, la efectividad del presidente para estrechar relaciones con gobernadores de partidos opositores. Tal fue el caso de los ex gobernadores de Sonora, Sinaloa e Hidalgo, cuyo vínculo con el presidente llegó a enemistar a Pavlovich, Ordaz y Fayad con la dirigencia nacional del PRIl. Esto se replica en entidades como Yucatán, Estado de México y otras entidades donde la relación entre el gobernador de oposición y el presidente es mucho más tersa que lo que es entre esos gobernadores y las dirigencias de su partido.

Los retos de la oposición en México

Pero a este punto, uno puede preguntarse ¿por qué una oposición en estas condiciones es mala para el país? Bueno, tan sencillo como que una oposición en esta situación está más ocupada en reconstituir sus posibilidades electorales que en construir un discurso que señale las necesidades soslayadas o desatendidas del gobierno.

Es decir, los partidos de oposición están invirtiendo su tiempo en ampliar sus posibilidades de triunfo en las urnas, que en verdaderamente criticar al gobierno. Esto se evidencia en que la coalición Va por México no ha estructurado un discurso que asemeja al de “por el bien de México, primero los pobres” de la alianza encabezada por Morena.

No son solo las frases o los lemas los que faltan, falta un diagnóstico y una propuesta de la oposición. No hace mucho, un amigo me decía; “si hubiéramos escuchado a los estudiantes en los sesentas, y a la derecha en los setentas, muchas cosas no habrían salido tan mal”; coincido con esta idea, pero para que la oposición vuelva a cobrar peso, tiene que tener algo que decir, no solo algo que desear.

Con información de: https://heraldodemexico.com.mx/

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