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Deshielo del permafrost causa reducción de los lagos del Ártico

Madrid, 06 de septiembre del 2022.- Durante los pasados 20 años, los lagos del Ártico se han reducido o secado por completo en el Pan-Ártico, región que se extiende por el norte de Canadá, Rusia, Groenlandia, Escandinavia y Alaska.

Es la advertencia de una investigación publicada en la revista Nature Climate Change, la cual fue dirigida por Elizabeth Webb, investigadora posdoctoral del Departamento de Biología de la Universidad de Florida. Los hallazgos ofrecen pistas sobre por qué ocurre la desecación masiva y cómo se puede frenar la pérdida.

Los lagos que desaparecen actúan como piedras angulares del ecosistema ártico. Proporcionan una fuente crítica de agua dulce para las comunidades e industrias indígenas locales. Las especies amenazadas y en peligro de extinción, incluidas las aves migratorias y las criaturas acuáticas, también dependen de los hábitats del lago para sobrevivir.

El declive de esos cuerpos de agua es una sorpresa. Los científicos habían predicho que el cambio climático inicialmente expandiría los lagos a través de la tundra, debido a las modificaciones en la superficie terrestre resultantes del derretimiento del hielo, con un eventual secado a mediados del siglo XXI o XXII. En cambio, parece que el deshielo del permafrost puede drenar los lagos y compensar este efecto de expansión, explicó Webb.

El equipo teorizó que el deshielo del suelo helado que cubre el Ártico puede disminuir el área del lago al crear canales de drenaje y aumentar la erosión del suelo en esos cuerpos de agua.

“Nuestros hallazgos sugieren que el deshielo del permafrost está ocurriendo incluso más rápido de lo que habíamos anticipado como comunidad. También indica que es probable que la región esté en una trayectoria hacia un drenaje a escala de paisaje en el futuro”, precisó la investigadora en un comunicado.

Explicación física

Además del aumento de las temperaturas, el estudio reveló que el incremento de las precipitaciones otoñales provoca la degradación del permafrost y el drenaje del lago. “Puede parecer contradictorio que más precipitaciones reduzcan el agua superficial”, señaló Jeremy Lichstein, asesor de Webb y coautor del estudio. “Pero resulta que la explicación física ya estaba en la literatura científica: el agua de lluvia lleva el calor al suelo y acelera el deshielo del permafrost, lo que puede abrir canales subterráneos que drenan la superficie”.

Si el deshielo acelerado del permafrost es la causa, es una mala noticia. El del Ártico es un almacén natural de materia orgánica preservada y gases que calientan el planeta.

“Los suelos de permafrost almacenan casi dos veces más carbono que la atmósfera”, precisó Webb. “Hay muchas investigaciones en curso que sugieren que a medida que se descongela el permafrost, este carbono es vulnerable a ser liberado a la atmósfera en forma de metano y dióxido de carbono”.

Hay un resquicio de esperanza en los hallazgos del investigador. Los modelos anteriores de la dinámica del lago predijeron su expansión, que descongela la capa de hielo circundante. Pero debido a que dichas masas de agua se están secando, es probable que el permafrost cercano a los lagos no se descongele tan rápido.

“No está claro de inmediato cuáles son exactamente las compensaciones, pero sabemos que la expansión del lago provoca pérdidas de carbono de órdenes de magnitud superiores a las que ocurren en las regiones circundantes”, agregó.

El equipo de Webb utilizó datos satelitales para identificar amplias tendencias en el cambio del agua superficial en todo el Ártico. Conocidas como sensores remotos, las imágenes satelitales ayudan a responder preguntas a gran escala, indicó Webb.

“Una de las cosas que realmente me gusta de usar la detección remota es que puedes responder lo que parecían preguntas enormes; ahora tenemos la capacidad de contestarlas”, añadió. “Sólo en los pasados cinco o 10 años hemos tenido el poder de cómputo y los recursos para lograr esto”.

Con información de: Europa Press 

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