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Charlas de taberna | Por: Marcos H. Valerio | Sufren violencia de género mujeres policías

El 35 por ciento de las mujeres policías de diferentes corporaciones del Estado de México son víctimas de piropos ofensivos, según un estudio de Causa en Común por lo que se les ofrece talleres de sensibilización.

Pilar Déziga Velázquez, investigadora de dicha agrupación, comentó que con el auspicio de la embajada de Canadá en México y gracias a la apertura de la Secretaría Seguridad del Estado de México y del municipio de Nezahualcóyotl, se realizó el estudio “Ser Mujer Policía en México”.

Señaló que tras realizar 300 encuestas y seis grupos de enfoque a mujeres policía se pudo detectar que, siete de cada diez sufrieron de violencia de género cuando estuvieron en la academia y cuatro de cada diez han sido víctimas o presenciado algún tipo de discriminación o acoso dentro de sus corporaciones.

“Un 68 por ciento afirmó haber recibido por parte de sus instructores comentarios lascivos o piropos ofensivos; 18 por ciento fue objeto de insinuaciones o solicitudes sexuales; nueve por ciento recibió mensajes, fotografías o comentarios con insinuaciones o insultos; cinco por ciento fue víctima de tocamientos o manoseos no consensuados y el un por ciento afirmó haber sufrido intentos de violación”, detalló.

Precisó que cuando ya están integradas en la corporación policiaca, un 39 por ciento de las mujeres presenciaron o fueron víctimas de discriminación, el siete por ciento de abuso físico y dos por ciento de abuso sexual.

A NIVEL NACIONAL

La investigadora indicó que las cifras obtenidas en el Estado de México y en Nezahualcóyotl son coincidentes con los resultados registrados a nivel nacional por medio de la encuesta “Qué piensa la policía: 2019”, donde la discriminación y el abuso contra las mujeres son una constante.

En este sentido señaló que un 35 por ciento de las mujeres policías de diferentes corporaciones policiales del país fueron objeto de piropos ofensivos; 17 por ciento recibió mensajes, fotos o comentarios con insinuaciones y/o insultos; 14 por ciento conoce a compañeras que recibieron solicitudes o insinuaciones sexuales y un 10 por ciento indica conocer casos de mujeres que han recibido amenazas por negativas a mantener relaciones sexuales.

“Es lamentable constatar que nuestras academias de policía no son espacios del todo seguros para nuestras cadetes, y es más desafortunado constatar que las corporaciones policiales tienen todas las condiciones necesarias para convertirse en espacios de subordinación y control que normalicen la violencia contra las mujeres”, indicó María Elena Morera, presidenta de Causa en Común.

FALTA DE DENUNCIA

El estudio también reveló que hay poca denuncia entre las víctimas ya que de quienes señalaron haber sido víctimas o testigos de conductas indebidas, solo el 17 por ciento denunció a sus agresores y, de estas, en la mitad de los casos se registraron sanciones consecuentes a las quejas.

De las mujeres que eligieron no denunciar, se abstuvieron porque no creyeron que habría sanciones para el agresor, tenían miedo de represalias por parte de sus superiores, no sabían dónde inconformarse, desconocían que podían hacerlo o bien, lo percibían como algo normal y que no merece ser reportado.

OTROS TIPOS DE VIOLENCIA

A nivel nacional se detectó que cinco de cada diez mujeres consideran que hay discriminación dentro de las corporaciones ya que sólo el 21 por ciento de mujeres han recibido algún tipo de ascenso o promoción laboral; a un 28 por ciento le dieron estímulos por su labor y tres de cada 10 uniformadas prefieren no participar en los concursos de ascenso porque los consideran inequitativos.

Pilar Déziga indicó que este diagnóstico sirvió para realizar cinco talleres de sensibilización de violencia de género a alrededor de 150 elementos de seguridad (entre mujeres y hombres policías) a los que se les habló, entre otros temas, de género, sexo, estereotipo, equidad, igualdad, discriminación, violencia de género, normatividad de las corporaciones para sancionar conductas indebidas.

“Los principales objetivos que nos impusimos con estos talleres fueron sensibilizar a las y los asistentes sobre lo que significa ser mujer policía en una institución de seguridad pública, cómo el género influye en sus condiciones laborales y contribuir a generar una cultura de denuncia entre las mujeres”, comentó la investigadora.

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