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Charlas de taberna | Crisis de religión católica, tras muerte de Benedicto | Por: Marcos H. Valerio

“Por sus acciones los conocerás”, se afirma en la Biblia, en San Lucas 6, versículos del 43-44.

Hoy, tras la muerte del Papa Emérito Benedicto XVI, sacerdotes y teólogos advierten que la Iglesia católica inicia un éxodo, en el que la crisis de valores está a plenitud y los pecados ya no son mal vistos por la propia Iglesia y la sociedad.

El teólogo Damián Galerón explicó que el Katéjon, obstáculo en griego, era justamente el papa Benedicto XVI y estaba reteniendo la manifestación del Anticristo.  Al morir, dicho retenedor  ha sido removido, y hoy la humanidad están a merced de los acontecimientos venideros en las profecías bíblicas.

La ideología de Papa emérito siempre estuvo firme en fue conservar la tradición de la religión católica. En 1985 habló abiertamente de la incompatibilidad entre ser cristiano y ser masón; en 1988, a través de su obra “Donum Vitae” condenó el aborto; más aún, en 1994, cuando era cardenal, escribió un documento donde se oponía a que los divorciados vueltos a casar tomaran la Eucaristía. Asimismo, en 1995, rechazó tajantemente la legalización de las uniones homosexuales.

El teólogo Galerón cita la Segunda Carta de San Pablo capítulo 2, versículo 8. Donde se menciona al que retiene al impío, “y este fue Benedicto XVI, quien trabajó a la luz del día, visto por todos, lo cual, es una señal que sucederá antes de que sobrevenga la venida definitiva de Cristo en la Parusía” advierte el especialista.

En la historia quedará constancia de que fue uno de los teólogos más sobresalientes de su generación, con una visión del cristianismo que inició en el liberalismo en su juventud. Pero también promovía la compasión cristiana, la protección del medio ambiente y la lucha contra la pobreza y la injusticia.

El experto en catolicismo, Edward Stourton lo describió como «un conservador que cree que la tradición refleja verdades importantes y debe ser respetada», por ello, frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, se ganó algunos apodos que reflejaban su férreo compromiso con la ortodoxia: se lo conocía como el «rottweiler de Dios» o “pastor alemán”.

En tanto, sacerdotes recuerdan que el recién fallecido, sin tapujos, afirmaba lo que veía, y con ello mantenía en pie a la Iglesia católica. Es decir, cuando publicó el libro “Introducción al Cristianismo”, le aconsejaba al Papa Pablo VI que antes de tomar decisiones, debería escuchar diferentes voces y lamentaba que la iglesia estuviera tan centralizada.

Aunque fueron sólo ocho años de su papado, su vida entera se la dedicó al cristianismo, a la teología y sobre todo a no desvirtuar las tradiciones de esta religión. Por lo que en su publicación “Victtorio Messorio”, en 1985, en la que señalaba que la fe católica se encontraba a la deriva, y se dijo alarmado por la errónea interpretación del Concilio Vaticano II.

Asimismo, entre 1984 y 1986, el entonces cardenal Joseph Ratzinger, a través de su “Teología de la liberación”, advirtió en la incompatibilidad del marxismo y el cristianismo, en ese momento el marxismo era el sistema político admirado por los intelectuales y era la fuente de admiración de las guerrillas Latinoamericanas.

Benedicto XVI, también mostró su preocupación sobre el relativismo que se estaba apoderando de la teología católica, y el lamentaba empobrecimiento que había sufrido la liturgia al abandonarse el culto tradicional.

En el 2000, la revista Doctrina de la Fe, publica “Dominus Iesus”, sobre el carácter salvador de Jesucristo, en el que se le presenta como el único salvador del mundo y a la Iglesia católica como la única iglesia que mantiene la plenitud de la revelación, lo que no fue bien visto por musulmanes y judíos.

JOSEPH RATZINGER, ES ELEGIDO PAPA

Tras la muerte del Papa Juan Pablo II, en 2005, el cónclave para elegir al sucesor de San Pedro fue rápido. El 19 de abril de aquel año Ratzinger, de 78 años, asumió el liderazgo como Benedicto XVI.

“Soy un simple trabajador de la viña del Señor”, fueron las primeras palabras que dijo el nuevo papa en el balcón de la Basílica de San Pedro.

Fue recibido por una amplia oposición feroz, por su sector de la Iglesia. Identificadas con las posturas más radicales en la aplicación del concilio Vaticano, lo llamaron perro “pastor alemán”.

Su primera encíclica escrita en 2006, fue “Deus caritas Est”, está dedicada al amor de Dios y al amor Humano.

La primera grave crisis ocurrió cuando apenas llevaba un año como Papa y, en septiembre de 2006, pronunció una lección magistral en Ratisbona en la que, citando a un emperador bizantino, relacionó el Islam con la violencia. Aquello desató protestas en varios países musulmanes.

La preocupación de la anunciación de la vida eterna, le llevó a publicar su segunda encíclica en 2007, “Spe Salvi”, dedicada a la esperanza. En ella, enfatizó que la ciencia no redime al hombre sino que el hombre es redimido por el amor. También publicó “Jesús Nazaret”, en el cual, advertía del peligro de una interpretación racionalista de la escritura.

En 2009, su tercera y mejor encíclica, fue “Caritas in Veritate”, en la que aplicó los temas sociales tratados en las dos encíclicas pasadas, incluidos por problemas creados por las crisis financieras o por la corrupción de los gobiernos.

En 2012, surge el escándalo de Vatileaks, se da a partir de la filtración de una serie de documentos secretos que involucraban a la Santa Sede en eventos de corrupción; de acuerdo a una investigación interna de la Santa Sede, se descubrieron diversos chantajes a Obispos homosexuales.

Estos documentos ponían de manifiesto las divisiones internas en la Santa Sede y la corrupción existente en la misma.

En el centro de los escándalos, estaba la figura del Secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, y la gestión de la banca Vaticana IOR, que fue acusada de participar en el lavado de dinero.

El papa Benedicto decidió crear una comisión de tres cardenales para que le hicieran un informe sobre el grado de corrupción existente en el Vaticano: tres cardenales retirados: el español Julián Herranz, el eslovaco Jozef Tomko y el italiano Salvatore de Giorgi, quienes descubrieron una red de corrupción relacionada con la concesión de contratos del Vaticano a contratistas italianos con precios inflados. El juicio se cerró con la detención del El mayordomo del papa, Paulo Gabriele.

Estos escándalos, y la presión que le acusaban de no ser duro con dos sacerdotes pederastas, uno en Alemania y el otro en Estados Unidos influyeron en la decisión de presentar la renuncia del pontificado.

El 11 de febrero de 2013, afirmó “he llegado a la conclusión de que mis fuerzas debido a mi avanzada edad, no son adecúan por más tiempo al ejercicio del ministerio petrino. Renunció al ministerio como obispo de roma y sucesor de Pedro”.

Cabe destacar que era la primera renuncia desde la edad media, Celestino V, en 1294, la renuncia se hizo efectiva el 28 de febrero. Se recluyó en el convento Mater Ecclesiae.

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