Cultura

Bailarines se suman al festejo por los 100 años de la Constitución

Ciudad de México, 05 de febrero de 2017.- Bajo la dirección de Mario Galizzi, la Compañía Nacional de Danza (CND) ofreció la Gala de ballet La danza celebra el Centenario de la Constitución Mexicana ¡Viva México!, con una selección de clásicos de ballet, que incluyó fragmentos de El lago de los cisnes y El Cascanueces, pero también la emblemática pieza Zapata.
El Teatro de la Danza fue el marco ideal para celebrar el Centenario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, promulgada el 5 de febrero de 1917, con obras que forman parte del repertorio de la compañía dancística del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

Durante la función, los bailarines hicieron gala de sus dotes físicas y estéticas para lograr una fuerza interpretativa que logró cautivar a la audiencia y llevarla por diversos estados de ánimo.

Acompañados por música grabada, los jóvenes dieron vida a esta velada antológica dedicada a celebrar a la Carta Magna, ante la complacencia del público que aplaudió sin parar.

El programa incluyó además de repertorio clásico piezas contemporáneas como Planimetría del movimiento, de Irina Marcano, con música de Armand Amar, que complenento el programa, marcando la evolución que ha tenido la danza, gracias a una cautivadora participación de los bailarines Irina Marcano y Alexander Mitiaev.

Luego de presentar Pas de Trois del ballet El lago de los cisnes; Grand Pas de Deux, del ballet El Cascanueces; Giselle, Pas de Deux del II acto; La Muerte del Cisne y Verdi Pas de Deux, dio paso a la esperada coreografía Zapata, de Guillermo Arriaga (1926-2014).

La pieza, con música de José Pablo Moncayo (Tierra de temporal) fue interpretada por Alicia Hauffray y Yubal Morales, que vestidos de campesinos y ella encadenada, lograron una ejecución magistral que abordó temas como la libertad y la justicia.

Inspirada en el llamado «Caudillo del Sur», Emiliano Zapata, y su lucha revolucionaria, la coreografía fue estrenada en Bucarest, Rumania, en 1953.

Con el tiempo se ha ido considerando como una pieza emblemática del repertorio de danza moderna, de corte nacionalista, que desde entonces se ve como un grito de libertad y de dignidad humana, de lucha emancipadora de los pueblos, aplicable a cualquier época.

Al término de la pieza, los aplausos no se hicieron esperar y varios «¡Bravo, bravo! se dejaron escuchar en el recinto del Centro Cultural del Bosque, que retumbó ante la euforia de un público exaltado con el programa pero también con la efeméride celebrada: los 100 años de la Constitución Política que rige a esta nación.

Con información de: http://www.jornada.unam.mx/

Botón volver arriba