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Charlas de taberna | 8 sacerdotes asesinados en 2025 | Por: Marcos H. Valerio

México se consolida como el país más peligroso para sacerdotes en América Latina, con al menos 95 ataques violentos contra clérigos e instalaciones religiosas en los últimos 30 años. En 2025, la cifra asciende a ocho asesinatos, superando récords previos y exponiendo vulnerabilidades en una Iglesia asediada por el crimen organizado.

El caso del sacerdote Ernesto Baltazar Hernández Vilchis, de 43 años, ilustra esta crisis. Desaparecido a finales de octubre de 2025 en Cuautitlán, Estado de México, su cuerpo fue hallado el 14 de noviembre en un canal de aguas negras en Nextlalpan, envuelto en bolsas y atado a un sillón.

La Fiscalía del Estado de México vinculó su muerte a un robo que escaló a homicidio, involucrando a tres personas: Jonathan «N», Fátima «N» y María Fernanda «N».

Investigaciones revelan que Baltazar salió voluntariamente de su parroquia en su camioneta, acompañado de Fátima «N», con quien mantenía una relación sentimental de más de un año.

Cámaras captaron una motocicleta siguiéndolos hacia Hidalgo y Ciudad de México. En un departamento, una fiesta con alcohol y sustancias ilegales derivó en violencia: Golpes, arma punzocortante y fractura craneoencefálica fatal.

Los detenidos usaron tarjetas de Baltazar post-mortem y pretendían vender su vehículo. Aunque no se confirma consumo de drogas por el sacerdote, rastros en el sitio sugieren un móvil de robo facilitado por vulnerabilidades personales.

La Iglesia emitió un comunicado lamentando la falta de libertad para el culto, pero críticos cuestionan si encubre patrones internos.

Este no es aislado: En 2025, tres asesinatos solo en noviembre destacan. En Chiapas y Estado de México, casos involucran relaciones sentimentales, como el obispo Salvador Rangel, desaparecido en 2024 y hallado en un hotel con drogas y objetos sexuales, inicialmente atribuido a crimen organizado pero revelado como voluntario.

Estadísticas del Centro Católico Multimedial (CCM) reportan 10-13 sacerdotes asesinados entre 2018-2025, más dos desaparecidos y 900 extorsiones. Muchos casos vinculan clérigos a sustancias, alcohol o dobles vidas: Hasta 20 por ciento de sacerdotes en la Ciudad de México tendrían parejas o familias ocultas, exacerbado por represión sexual en seminarios.

La Iglesia mexicana, con 126 millones de católicos, enfrenta declive: de 100 seminaristas en 2017 a 20 en 2025, y solo dos ordenaciones este año. Críticos culpan a gobiernos como el de Felipe Calderón (43 asesinatos) y López Obrador (10), pero internos señalan que clérigos son vistos como «ricos» por narcos, o involucrados en deudas y fraudes.

Casos como un sacerdote fingiendo secuestro para pagar deudas ilustran vulnerabilidades. El Centro Católico Multimedial denuncia que México lidera en violencia contra clero, superando a Nicaragua o Colombia, con corrupción y crimen organizado como factores clave.

La respuesta eclesial, culpando a gobiernos por inseguridad, ignora problemas internos como represión sexual, fomentando dobles vidas que exponen a riesgos. Expertos urgen reformas en formación sacerdotal para abordar sexualidad sin tabúes.

En un país con 95 hechos violentos en tres décadas, la Iglesia debe introspeccionar: ¿persecución religiosa o consecuencia de fallas estructurales? La Conferencia Episcopal Mexicana guarda silencio, perpetuando opacidad.

Críticos como el CCM llaman a diálogos con autoridades, pero persistente violencia sugiere colusión entre narco y clero en zonas como Guerrero o Michoacán.

En 2025, con elecciones y narco en ascenso, el clero permanece en la mira, cuestionando si la fe puede coexistir con realidades mundanas sin reformas profundas.

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