UNAM concluye un semestre marcado por la conflictividad y la suspensión de actividades
- Directivos advierten afectaciones académicas tras paros, amenazas y demandas estudiantiles en diversas facultades
Ciudad de México, 01 de diciembre de 2025.- Al cierre del periodo de clases e inicio de los exámenes correspondientes al semestre 2026-1, directivos de tres facultades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señalaron que la institución vivió uno de los periodos más convulsos de los últimos años. Coincidieron en que los mayores afectados serán los alumnos, quienes enfrentan “aprendizajes perdidos” difíciles de recuperar tras las interrupciones derivadas de amenazas de bomba y paros estudiantiles.
La directora de la Facultad de Economía, Lorena Rodríguez León, calificó el cierre del semestre como particularmente complejo. Señaló que, pese a las interrupciones, no será necesario recalendarizar el ciclo académico, pues la facultad ha avanzado en la atención del pliego petitorio y en el diálogo con la comunidad. Esto, afirmó, ha permitido recuperar parcialmente las actividades académicas.
El plantel suspendió clases el 18 de septiembre tras una amenaza de bomba, y posteriormente enfrentó un paro estudiantil durante la segunda mitad de octubre, en un contexto de incertidumbre tras el asesinato de un alumno del CCH Sur. Rodríguez León subrayó que actualmente se trabaja en la “reconstrucción del tejido social” y en acciones para reforzar la seguridad, destacando que la protección del entorno universitario debe ser un esfuerzo conjunto entre autoridades y comunidad.
Explicó que se llevan a cabo dos mesas de trabajo semanales dedicadas a atender los puntos del pliego petitorio, insistiendo en que “solo a través del diálogo” podrán resolverse las inquietudes estudiantiles.
Por su parte, el director de la Facultad de Química, Carlos Amador Bedolla, advirtió que las más de tres semanas de paro imposibilitan recuperar las prácticas experimentales propias de las carreras que ofrece la facultad. Subrayó que las actividades de laboratorio, eje central de la formación química, no pueden suplirse a distancia, por lo que consideró que se trata de “aprendizajes perdidos” que difícilmente podrán ser restituidos.
Amador reconoció que las diferencias con el estudiantado derivaron en la suspensión de actividades del 2 al 21 de noviembre, afectando directamente el desempeño académico. Lamentó que la infraestructura y los materiales disponibles no pudieran utilizarse plenamente, lo que podría llevar a algunos jóvenes a reprobar y tener que repetir asignaturas para recuperar las habilidades que no pudieron desarrollar este semestre.
La situación en la Facultad de Odontología, dirigida por Francisco Javier Marichi Rodríguez, se ha mantenido en un punto crítico, pues al cierre del semestre continuaba el paro estudiantil. No obstante, cerca del 70 % del alumnado de primero a cuarto año solicitó continuar actividades en línea a modo de asesorías, mientras que los estudiantes de quinto año se mantienen en prácticas en clínicas periféricas. Aun así, un 30 % permanece sin actividades académicas.
El director informó que se han atendido prácticamente todas las demandas del pliego petitorio, incluyendo la duplicación del número de cámaras de vigilancia —de 70 a 140—, aunque lamentó que un grupo de alumnos insista en prolongar el paro. Señaló que algunas exigencias escapan de la competencia de la facultad, como la solicitud de acceso al estacionamiento de la Facultad de Medicina para los estudiantes de Odontología.
