Internacionales

León XIV: Pongamos a Cristo en el centro de nuestra vida y misión

El Papa presidió la Misa por el 125º aniversario de la Dedicación de la iglesia de San Anselmo en el Aventino de Roma. Invitó a la comunidad monástica a afrontar los desafíos actuales consolidando la misión espiritual, académica y pastoral del complejo benedictino.

Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano

“Los cambios repentinos de los que somos testigos nos provocan y nos interpelan, suscitando problemáticas hasta ahora inéditas”. Con estas palabras, el Papa León XIV animó a la comunidad benedictina a dejarse cuestionar por la realidad y a responder desde una fe que sitúe a Cristo en el centro de la vida.

El Santo Padre presidió la Santa Misa este martes 11 de noviembre, fiesta de San Martín de Tours, Obispo, en la iglesia de San Anselmo, ubicada en el Aventino romano y corazón del complejo que la Confederación Benedictina custodia desde hace más de un siglo.

El Pontífice recordó que esta iglesia, inaugurada hace 125 años bajo el impulso del Papa León XIII, nació con la finalidad de fortalecer la presencia y la unidad benedictina en la Iglesia. Aquel proyecto incluía el nacimiento del Abad Primado, del Colegio Internacional y de un conjunto de iniciativas que siguen marcando la identidad del lugar.

Monasterios: faros en tiempos difíciles

En su homilía, León XIV subrayó que desde sus orígenes el monacato ha estado “en la frontera”, abriendo caminos de oración, trabajo y caridad en regiones remotas. Gracias a ello, zonas desoladas se transformaron en espacios fértiles no solo en términos materiales, sino sobre todo espirituales.

“El monasterio —dijo el Papa— se ha caracterizado como lugar de crecimiento, paz, hospitalidad y unidad, incluso en los periodos más oscuros de la historia”.

Hoy, añadió, los desafíos no han desaparecido: cambian de forma, se vuelven más complejos, pero requieren la misma respuesta fundamental que ofrecieron Pedro, Benito y tantos testigos del Evangelio: reconocer a Cristo como Salvador y traducir esa fe en oración, estudio y una vida santa.

Botón volver arriba