Polémica en Indonesia por designación de Suharto como “héroe nacional”
Yakarta, 10 de noviembre del 2025.— El presidente de Indonesia, Prabowo Subianto, declaró este lunes “héroe nacional” al exdictador Haji Mohamed Suharto, decisión que ha generado fuertes críticas de organizaciones de derechos humanos y activistas, quienes recordaron su responsabilidad en la muerte de hasta medio millón de disidentes durante los años sesenta.
La designación se realizó durante una ceremonia oficial en Yakarta, donde fueron reconocidas diez figuras históricas del país, entre ellas el expresidente Abdurrahman Wahid (1999-2001) y el exministro Mochtar Kusuma Atmadja (1974-1988), informó la agencia estatal Antara.
El secretario de Estado, Prasetyo Hadi, defendió la decisión al señalar que los homenajeados son “líderes que, a pesar de todo, hicieron contribuciones extraordinarias a la nación”.
Suharto gobernó Indonesia durante 31 años, desde el derrocamiento de Sukarno en 1967 hasta su dimisión en 1998, en medio de una profunda crisis económica y protestas generalizadas. Su nombre había sido propuesto en varias ocasiones para recibir el título de héroe nacional, pero ninguna administración anterior se había atrevido a aprobarlo.
La medida, de carácter simbólico, ha suscitado una amplia controversia social y política. La semana pasada, decenas de manifestantes se congregaron frente al Palacio Presidencial en Yakarta para exigir que el gobierno desistiera de rendir homenaje al exmandatario.
Amnistía Internacional lamentó la decisión, calificándola como un gesto que “ignora el historial de violencia y los abusos sistemáticos de derechos humanos” cometidos durante su régimen.
Entre 1965 y 1966, el gobierno de Suharto encabezó una represión masiva contra personas acusadas de simpatizar con el Partido Comunista de Indonesia, el cual fue proscrito tras un intento de golpe militar. Miles de opositores, sindicalistas y periodistas fueron perseguidos o ejecutados, y la prensa fue sometida a censura.
De acuerdo con estimaciones de organizaciones humanitarias, entre 400 mil y 500 mil personas desaparecieron o fueron asesinadas durante esos dos años, uno de los episodios más sangrientos del siglo XX en el sudeste asiático.
