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Comisión Intersecretarial de Cambio Climático aprueba Contribución Determinada a nivel Nacional (NDC) 3.0 que México presentará en la COP30

Ciudad de México, 07 de noviembre de 2025.-El 4 de noviembre, la Comisión Intersecretarial de Cambio Climático (CICC), presidida por la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena Ibarra, realizó su primera Sesión Extraordinaria 2025 en la que aprobó por unanimidad la tercera edición de la Contribución Determinada a nivel Nacional (NDC 3.0) de México, la cual será presentada durante la 30ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP30), que se llevará a cabo del 10 al 21 de noviembre próximos en Belém do Pará, Brasil. La meta fue previamente informada y consultada con la presidenta Claudia Sheinbaum.

La actualización de la NDC responde al mandato del Acuerdo de París, que establece que las Partes deben presentar una nueva contribución climática cada cinco años.

La estructura de la NDC 3.0 establece las metas de acción climática del país hacia el año 2035 categorizadas en cinco componentes: mitigación; adaptación; pérdidas y daños; medios de implementación y condiciones habilitantes; y política climática transversal.

En materia de mitigación para la NDC 3.0 se aprobó una nueva meta de emisión que pone un tope a los gases de efecto invernadero provenientes de todos los sectores económicos al 2035, que reduciría las emisiones con respecto a su nivel actual. Este tope de emisiones se expresa en dos posibles rangos: una meta condicionada a la cooperación internacional, en la que el país emitiría entre 332 y 363 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (MtCO2e); y una meta no condicionada, sujeta al esfuerzo propio, en la que el país emitiría dentro de un rango de entre 364 y 404 MtCO₂e.  Ambos rangos representan una reducción importante respecto a las emisiones actuales de alrededor de 583 MTCO2e.

En materia de adaptación, se fortalecieron las medidas en los cinco ejes establecidos en la NDC 2.0 (comunidades y territorio, sistemas productivos, ecosistemas resilientes y seguridad alimentaria, biodiversidad y servicios ecosistémicos, recursos hídricos e infraestructura estratégica), y se incorporó un nuevo eje sobre el vínculo entre cambio climático y seguridad, a fin de prevenir y atender oportunamente los conflictos socioambientales asociados a este fenómeno.

La NDC 3.0 incorpora en su estructura por primera vez un componente de pérdidas y daños, en el que se abordan cuestiones con el objetivo de minimizar y atender los impactos del cambio climático que no sea posible evitar por medio de acciones de mitigación y adaptación. En este componente se abordan medidas clave como los protocolos de respuesta ante eventos climáticos extremos, el diseño de mecanismos para la transferencia del riesgo -como es el caso de los seguros paramétricos- y, de manera crucial, la atención a la migración vinculada a los impactos del cambio climático.

La NDC también incluye nuevos componentes sobre temas transversales, como la integración de la perspectiva de género, el enfoque de derechos humanos y la transición justa de la fuerza laboral y la equidad intergeneracional en la implementación de la acción climática.

Asimismo, este componente aborda con medidas concretas las necesidades específicas de poblaciones prioritarias, como lo son las mujeres en toda su diversidad, los Pueblos Indígenas y comunidades afrodescendientes, las infancias y juventudes y las personas con discapacidad.

Por último, reconociendo que el incremento de ambición debe estar respaldado por una mayor capacidad de ejecución, se incorpora un nuevo componente en materia de condiciones habilitadoras y medios de implementación, para fortalecerla con el objetivo de eliminar las barreras normativas y de coordinación, que impiden la implementación efectiva, y de asegurar la movilización de recursos, tecnologías y capacidades.

El desarrollo de la NDC 3.0 fue un esfuerzo colectivo e incluyente en apego al Acuerdo de Escazú. Se llevaron a cabo más de 30 encuentros con la Administración Pública Federal (AFP) –en los que participaron más de 50 dependencias federales-, y se implementó un amplio proceso participativo, incluyendo 18 talleres temáticos (género, derechos humanos, financiamiento climático, migración); y por grupos de actores (sociedad civil, sector privado, academia, gobiernos subnacionales, Pueblos Indígenas, infancias y juventudes), así como dos encuestas digitales.

De igual forma, la NDC 3.0 cuenta con el respaldo técnico del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) que, en colaboración con múltiples organismos internacionales y nacionales, llevó a cabo una serie de ejercicios de modelación para identificar rutas óptimas de descarbonización sectorial y escenarios de riesgo climático mapeados en el territorio.

Durante la sesión, la secretaria Bárcena destacó que la NDC 3.0 representa un compromiso renovado con la acción climática justa e incluyente, basada en evidencia científica, al integrar los aportes de todos los actores de la sociedad. Enfatizó que México tiene una presidenta científica, experta en cambio climático, quien revisó que la NDC está basada en evidencia científica y respaldada por una serie de ejercicios de modelación liderados por el INECC.

La CICC está integrada por 18 secretarías de Estado: Relaciones Exteriores, Medio Ambiente, Desarrollo Territorial, Comunicaciones, Seguridad, Turismo, Gobernación, Energía, Agricultura, Marina, Defensa Nacional, Hacienda, Economía, Bienestar, Educación, Salud, Mujeres y Ciencia y Tecnología.

El Gobierno de México refrenda su compromiso de continuar impulsando una acción climática ambiciosa, con justicia social y participación ciudadana, que asegure el bienestar de las generaciones presentes y futuras.

Con información de: Gobierno de México

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