Cómo fortalecer la inclusión financiera con tecnología y propósito social
Ciudad de México, 06 de noviembre del 2025.- Bajo esta premisa, el Foro ‘No Money VIII: La transformación del efectivo’, organizado por El País en colaboración con BBVA México, reunió a especialistas del sector público, académico y empresarial. En el panel ‘Incluir para Crecer: Transformación Digital, Inclusión Financiera e Impacto Social’, se coincidió en que la educación, la confianza digital y la tecnología son claves para cerrar las brechas económicas en México.
El panel contó con la participación de Paulina Segarra, directora del MBA de la Universidad Anáhuac; Itzel Villa, consultora y asesora fintech; y Jorge Ortíz, CEO y fundador de FinTech México, quienes analizaron cómo alinear los esfuerzos entre el gobierno, la academia y las empresas para generar confianza y superar el miedo a la digitalización.
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Ortíz destacó que la inclusión financiera es un pilar esencial para lograr un crecimiento económico verdaderamente equitativo. Explicó que no basta con abrir cuentas bancarias si las personas no pueden utilizarlas en su vida cotidiana, por ejemplo, para pagar transporte o realizar compras en mercados locales. “La inclusión financiera no se trata de ganar una cuenta, sino de que esa cuenta realmente sirva”, resaltó. Además, el experto subrayó la necesidad de impulsar políticas públicas que eliminen las barreras estructurales que frenan la bancarización, la formalización y la digitalización de la economía. En este sentido, propuso aprovechar la tecnología para incorporar a millones de trabajadores informales al sistema financiero, lo que permitiría “digitalizar, formalizar y bancarizar al mismo tiempo”.
Por su parte, Segarra destacó el papel de la educación como motor de una inclusión sostenible y un crecimiento más equilibrado. Desde su perspectiva académica, resaltó que la velocidad de los cambios tecnológicos supera la capacidad de actualización de las instituciones educativas, lo que limita la preparación de los futuros profesionales. Y añadió: “Estamos enseñando planes de estudio que son muy útiles, pero cuando salen ya están atrasados”. Enfatizó que se requiere mayor colaboración entre el sector público, la academia y la industria para modernizar los programas educativos y asegurar que las nuevas generaciones desarrollen tanto habilidades digitales como competencias humanas, preservando el valor de la educación formal como espacio de formación integral.
La asesora fintech resaltó el papel transformador del emprendimiento y la tecnología en la expansión de la inclusión financiera. Reconoció los avances del ecosistema fintech en México, que ha permitido que más personas puedan abrir cuentas o acceder a servicios financieros desde un teléfono móvil. “Los emprendimientos demostraron que sí se puede irrumpir el sistema financiero para incluir a más gente”, confirmó. Sin embargo, también resaltó que persisten retos culturales y de acceso tecnológico que deben atenderse para consolidar estos logros. Asimismo, destacó que el camino hacia un crecimiento inclusivo pasa por “aprovechar la tecnología que ya existe y hacerla parte del día a día de las personas”, integrando innovación y cercanía con las necesidades reales de la población.
La educación financiera y el uso consciente de la tecnología son motores de confianza
“El reto está en desarrollar campañas de educación financiera accesibles y confiables, que fortalezcan la confianza y la productividad. La tecnología ya está disponible, pero necesitamos quedarnos, comprenderla y usarla para generar inclusión real y nuevas oportunidades de empleo”, resaltó.
Para Villa, la tecnología ha permitido grandes avances, pero también ha ampliado las brechas. “Estamos en un punto clave: debemos usarla para incluir, no para excluir”, resaltó. Además agregó que la estrategia de inclusión financiera debe ser colaborativa entre el gobierno, las fintech e instituciones para que nadie quede fuera del sistema.
En su posición de CEO de Fintech México destacó que el país tiene los elementos para que la inclusión financiera se consolide. “Si impulsamos los pagos digitales, reducimos cargas fiscales y aprovechamos la data para ofrecer crédito accesible, lograremos que más personas participen formalmente en la economía”.
La inclusión financiera como motor de cambio
La directiva de la Universidad Anáhuac comentó que la inclusión financiera requiere una visión conjunta, el reto está en generar confianza y alinear intereses para que las estrategias sean efectivas. “Digitalizar no debe dar miedo; debe entenderse como una herramienta de democratización que acerque oportunidades a todos los niveles”, destacó, señalando la importancia de fortalecer la educación y la seguridad digital.
EE. UU. y México frente a los aranceles y el reto que representan
Para Villa, la desinformación es hoy una de las principales barreras para la inclusión financiera. Explicó que muchas personas desconfían del sistema formal por miedo a la fiscalización o a la ciberseguridad, lo que refuerza la necesidad de campañas de educación financiera más amplias. “La gente debe saber que digitalizarse no significa perder control, sino ganar acceso y protección”, señaló, recordando que las instituciones financieras han avanzado en programas abiertos a toda la población.
Por su parte, Ortíz resaltó que la ciberseguridad y la educación financiera deben ir de la mano para impulsar la inclusión. “El mayor riesgo no está en la tecnología, sino en la falta de información”. Además, invitó a todos a contribuir desde su entorno a que más personas comprendan y utilicen los productos financieros digitales. “Con que ayudemos a un mexicano al día, ya estamos avanzando hacia un país más conectado e inclusivo”, concluyó.
Con información de: BBVA
