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Lakishimishi ve nuevas formas de divulgar la ciencia

Ciudad de México, 22 de octubre de 2025.- Como parte del “Science Fest, divulgación científica en acción” 2025 organizado por la Dirección de Difusión de Ciencia y Tecnología (DDCyT) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Jessica Lakshmi, ofreció una conferencia titulada: El efecto “yo esa”: rompamos la burbuja académica a través de la que impulsa el cambio de la forma en la que se hace divulgación de la ciencia por un modelo más amigable con las audiencias.

Ella es maestra en Ciencias Quimicobiológicas de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) del IPN, dedicada a la comunicación pública de la ciencia desde hace algunos años con el proyecto Lakishimishi, nombre que utiliza para hacerse presente en las redes sociales con parte de su filosofía.

La divulgadora científica explicó que en la academia se mantiene la idea de hacer divulgación científica desde una posición de poder donde hay relaciones jerárquicas, es decir donde alguien no sabe y la otra persona enseña.

“No voy a decir que nos falta conciencia de clase, pero voy a hacer que nos lo preguntemos y si definimos conciencia de clase como la capacidad de entender y reconocer nuestra posición en la estructura social de clase, pues tenemos que pensar en dónde estamos. Realmente las personas en la academia somos parte porque solo existe la burguesía y el proletariado. Las personas que estamos en la academia, por muchos grados y demás, somos parte del proletariado”, explicó la divulgadora.

Para cambiar esa forma de difusión, Lakshmi propone empezar a contar historias; hablar desde la experiencia compartida, fuera de definiciones y formas correctas de “decir la ciencia”. Para ello, impulsa el divulgar desde el contexto de las audiencias a las que uno se quiere dirigir, porque las historias siempre son un punto de conexión con la vida cotidiana.

“Existe en la psicología cognitiva el efecto de autorreferencia, que es esta tendencia a recordar mejor la información cuando escuchamos una historia donde reconocemos algo que nos ha pasado de manera personal. En nuestro cerebro se activan las mismas regiones que tienen que ver con la empatía, con la memoria, con la toma de decisiones. Así funcionamos las personas, nos reconocemos en el otro y conectamos más cuando lo hacemos”, explicó.

Con información de: IPN

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