Los alimentos que NO debes comer si tienes colesterol alto
Ciudad de México, 09 de octubre del 2025.- El colesterol alto se refiere a niveles elevados de colesterol en la sangre, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, por lo que hoy te diremos los alimentos que NO debes comer si tienes este padecimiento.
El colesterol alto afecta aproximadamente al 40% de la población adulta en México y representa uno de los principales factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares. Si bien el cuerpo produce colesterol naturalmente, el consumo excesivo de ciertos alimentos puede disparar sus niveles en sangre, contribuyendo a la formación de placas en las arterias que obstruyen el flujo sanguíneo.
¿Cuáles son los alimentos que NO debes comer si tienes colesterol alto?
La alimentación juega un papel crucial tanto en la prevención como en el control de esta condición, que no suele presentar síntomas hasta que causa complicaciones serias.
Estos son los alimentos que NO debes comer si tienes colesterol alto:
- Carnes rojas procesadas y embutidos
Las carnes procesadas como salchichas, tocino, jamón y chorizo contienen altos niveles de grasas saturadas y sodio, que contribuyen al aumento del colesterol LDL y la presión arterial. Además, durante su procesamiento se generan compuestos inflamatorios que pueden dañar el revestimiento de los vasos sanguíneos y promover la formación de placa arterial. El consumo regular de estos productos se asocia con un aumento del 42% en el riesgo de enfermedades cardíacas según estudios epidemiológicos. Se recomienda limitar su consumo a ocasiones especiales y preferir alternativas como pollo o pavo sin piel, pescado o fuentes de proteína vegetal.
- Productos lácteos enteros y mantequilla
La leche entera, crema, quesos maduros y mantequilla son fuentes concentradas de grasas saturadas que estimulan la producción hepática de colesterol LDL. Solo 30 gramos de mantequilla (aproximadamente dos cucharadas) contienen más del 70% de la ingesta diaria recomendada de grasas saturadas. Estos productos también contienen colesterol dietético, creando un doble efecto perjudicial para personas con hipercolesterolemia. Las alternativas descremadas o bajas en grasa, así como las opciones de origen vegetal fortificadas, proporcionan los mismos nutrientes sin el impacto negativo sobre los lípidos sanguíneos.
- Alimentos fritos y comerciales empanizados
Los procesos de fritura profunda no solo añaden grasas adicionales a los alimentos, sino que a menudo utilizan aceites parcialmente hidrogenados ricos en grasas trans, las más dañinas para el perfil lipídico. Además, el reutilizar aceites para freír múltiples veces genera compuestos tóxicos y radicales libres que promueven la inflamación y el daño vascular. Alimentos empanizados y apanados absorben hasta un 50% más de aceite durante la cocción, multiplicando su contenido calórico y de grasas perjudiciales. Optar por métodos de cocción al horno, a la plancha o al vapor preserva el sabor y los nutrientes sin comprometer la salud cardiovascular.
- Productos de pastelería y bollería industrial
Galletas, pasteles, donas y panes dulces industrializados contienen frecuentemente grasas trans, azúcares refinados y harinas procesadas que elevan simultáneamente el colesterol LDL y los triglicéridos. Estas grasas trans no solo aumentan el colesterol perjudicial, sino que disminuyen el colesterol beneficioso (HDL), creando un perfil lipídico particularmente adverso. Muchos de estos productos utilizan aceite de palma o manteca vegetal, fuentes concentradas de grasas saturadas de difícil metabolismo. Preparar versiones caseras con harinas integrales, aceite de oliva y edulcorantes naturales permite disfrutar ocasionalmente de estos alimentos sin efectos negativos.
- Mariscos con alto contenido en colesterol
Aunque son bajos en grasa saturada, ciertos mariscos como camarones, langostas, cangrejo y especialmente el caviar contienen niveles excepcionalmente altos de colesterol dietético. Los camarones, por ejemplo, proporcionan aproximadamente 200 mg de colesterol por cada 100 gramos, casi el límite diario recomendado para personas con hipercolesterolemia. A diferencia de otros alimentos marinos como el salmón o las sardinas, estos mariscos no contienen cantidades significativas de ácidos grasos omega-3 que contrarresten los efectos del colesterol dietético. Su consumo debe ser moderado y espaciado, combinándolos con alimentos ricos en fibra soluble que ayudan a reducir la absorción del colesterol.
Con información de: https://www.sumedico.com/