Charlas de taberna | “No Nos Moverán”: Película galardonada con 4 premios Ariel | Por: Marcos H. Valerio
En un modesto departamento del edificio Chihuahua en Tlatelolco, entre el humo de cigarro y pilas de expedientes legales, Socorro, interpretada por la magistral Luisa Huertas, teje su venganza. Desde la noche del 2 de octubre de 1968, cuando su hermano cayó bajo las balas de un militar durante la masacre estudiantil, esta mujer ha buscado justicia.
“No nos moverán” (2024), dirigida por Pierre Saint-Martin, no solo revive ésta herida histórica, sino que la transforma en un poderoso relato cinematográfico que conquistó cuatro premios Ariel y ahora representará a México en los Premios Oscar y Goya 2026. Con una fotografía como arma y una nueva pista que reaviva su esperanza, Socorro encarna el clamor de un pueblo que no olvida.
La cinta, escrita por Saint-Martin e Iker Compeán Leroux, se alzó con los Arieles a Mejor Guion Original, Mejor Ópera Prima, Mejor Actuación Femenina para Huertas y Revelación Actoral para José Alberto Patiño.
Con 15 nominaciones, fue la tercera película más reconocida en la ceremonia, solo superada por “Pedro Páramo” y “La cocina”, y ha recaudado más de un millón y medio de pesos con 23 mil espectadores.
Para Saint-Martin, egresado de la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas, estos logros son fruto del talento y la pasión del equipo. “Ganar Mejor Ópera Prima en una competencia tan fuerte es un reconocimiento a todo el proyecto”, afirmó, celebrando la oportunidad de competir internacionalmente y mantener viva la memoria del 68.
Luisa Huertas, una veterana del escenario y la pantalla, vivió el Ariel con emoción contenida. Recordó su primer galardón en 1989 por “Mentiras piadosas”, recibido en su ausencia mientras actuaba en teatro.
Esta vez, en la ceremonia, la acompañaron figuras queridas como Roberto Sosa y Karina Gidi, quienes le entregaron el premio. “Escuchar mi nombre fue muy emocionante.
Las 15 nominaciones fueron un regalo, y los premios, para quien fuera, eran bienvenidos”, confesó Huertas, quien aportó su experiencia como testigo del 68, cuando era estudiante del INBA, para enriquecer el guion.
Su insistencia en explicitar los hechos de Tlatelolco, que ella misma ayudó a escribir, resonó especialmente entre los jóvenes, muchos de los cuales desconocían la magnitud de la tragedia.
La película no solo narra la búsqueda de justicia de Socorro, sino que dialoga con nuevas generaciones sobre las heridas abiertas de México: Tlatelolco, Ayotzinapa, el Halconazo, Aguas Blancas, Acteal y los desplazamientos actuales.
“Es una herida que nos acompaña por 57 años, y se han abierto más”, reflexionó Huertas, destacando el pliego petitorio del movimiento estudiantil que exigía libertad y democracia. Saint-Martin y Huertas coinciden en que “No nos moverán” es un recordatorio de que la lucha sigue. Mientras la cinta viaja hacia los Oscar y los Goya, el eco del 2 de octubre resuena: “No se olvida”, un grito que, como Socorro, se niega a ser silenciado.