‘Alito’ agita San Lázaro entre gritos de ¡desafuero!
Ciudad de México, 02 de septiembre del 20’25.- Genio y figura, como hace 25 años, cuando irrumpió en la rectoría de la Universidad Autónoma de Campeche en tiempos de Antonio González Kuri, Alejandro Moreno Cárdenas encendió ayer los ánimos en la sesión de Congreso General con un discurso para inmolarse: “no vamos a permitir que se instaure una narcodictadura terrorista comunista, ¡así nos cueste la vida!”
En una derivación del sainete del miércoles en la Comisión Permanente, y como había anunciado, Alito Moreno presentó la postura del tricolor respecto al primer Informe presidencial de Claudia Sheinbaum, y su sola presencia en la tribuna desató el grito: “¡desa-fuero, desafuero!”, desde el ala izquierda del salón de sesiones.
De entrada, el dirigente priísta dedicó su intervención a las organizaciones internacionales, a los partidos del mundo, a su esposa y a sus hijos. Y enseguida se dijo perseguido político.
La diputada oaxaqueña Margarita García (PT) subió hasta la tribuna y se plantó detrás de él con una cartulina alusiva al Informe, en una de las seis interrupciones al discurso del priísta, aderezado con gritos desde el PT y un sector importante de Morena.
A pesar del llamado al orden de la mesa directiva, los ánimos no se serenaron y los gritos continuaban: “¡Alito, entiende, el pueblo no te quiere! ¡Rata de dos patas!”
El ex gobernador de Campeche insistió en su versión de que en México se pretende instaurar una “narcodictadura comunista”, frase que caló en las curules del PT, desde donde le soltaron: “¡Alito, culero, te vas al desafuero!”, y “¡Alito, tramposo, te vas al calabozo!”
Si en 1999 –en sus pininos que definieron su carrera– Moreno Cárdenas encabezó el movimiento contra el rector José Alberto Abud, ayer en la desmemoria endilgó a los morenistas: “¡bola de salvajes!”
Los priístas abandonaron el salón, rumbo a las oficinas del PRI, de donde regresaron con cartulinas y una veintena de megáfonos, en momentos en que el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, daba una larga entrevista de televisión, acompañado por su hermano Saúl.
El llamado “a la civilidad” de la mesa directiva no frenó la confrontación verbal. Los priístas encendieron las sirenas de los megáfonos y el priísta se encaramó en una curul con una cartulina en la que se leía “respeto a los derechos humanos”.
Los panistas, antes aliados del PRI, hicieron mutis, y MC presentó como opción, en contraste con el Prian, “cerrar filas con Sheinbaum”.
El presidente de la sección instructora, Hugo Éric Flores, dijo que a más tardar en 15 días empezará el proceso de desafuero, y en medio de empujones, Monreal y un grupo de morenistas se acercaron a Alito para enfriar los ánimos. Hubo ahí un nuevo jaloneo. César Juárez, colaborador de Monreal, recibió un golpe en la cabeza con un megáfono, que le habría propinado la diputada Lorena Piñón.
Monreal atribuyó el conflicto “a los senadores”, y luego, desde la tribuna, pidió: “no aceptemos la furia como alternativa de discurso”.
De ahí en adelante, la sesión discurrió con orden. Al salir del salón, Moreno Cárdenas dijo que no ha recibido notificación de la Fiscalía General de la República por la denuncia de Fernández Noroña. “Mejor que aclare lo de su casa en Tepoztlán”, soltó.
En otro día de furia en la Cámara, la vocera del PRI, Paloma Sánchez, apuntó sobre las agresiones mutuas: “el que se ríe, se lleva. El que se columpia, se pasea”.
Con información de: https://www.jornada.com.mx/