Colaboraciones

Análisis | Por: Pedro Luis Noble Monterrubio | Plan de apoyo a la región de Tula

Previo a su salida a los Estados Unidos de Norteamérica en donde fungió como orador en materia de seguridad ante el Consejo General de las Naciones Unidas con sede en Nueva York, el

titular del Ejecutivo Federal visitó Hidalgo el pasado sábado acompañado de su equipo del gobierno de México para reunirse en Tula con el gobernador Omar Fayad y sus colaboradores de la administración pública estatal, al igual que con presidentes municipales de aquella región querepresentan a territorios que sufrieron estragos durante los meses recientes por los desbordamientos principalmente, del río Tula y la presa Requena.

La visita presidencial a nuestra entidad se da en un contexto de acciones surgidas desde el Estado mexicano para asistir decididamente en la reconstrucción de cada uno de los rincones afectados a lo largo de las localidades que vieron como en cuestión de horas, la creciente del agua se llevó todo lo que encontró sobre su cause, cobrando desafortunadamente vidas humanas y generando también serios detrimentos patrimoniales sobre viviendas, establecimientos comerciales, hatos ganaderos, escuelas, guarderías, centros de atención médica, entre otros bienes inmuebles.

Dentro de los compromisos adoptados por los tres órdenes de gobierno, destacaron la edificación para de los próximos 18 meses de un nuevo Hospital General de Zona IMSS – Bienestar en Tula, así como la autorización del Ejecutivo federal para ejecutar vía la Secretaria de Comunicaciones y Transportes, una partida presupuestal equivalente a los 509 millones de pesos tendientes a reconstruir 59 tramos carreteros de la región y asimismo la rehabilitación de viviendas afectadas a través de la Secretaría del Bienestar. Al margen de estos anuncios, el presidente de México hizo una escala en la Refinería Miguel Hidalgo para hacer pública la inversión de 60 mil millones de pesos que serán orientados a reactivar la planta coquizadora asentada dentro de este polígono de producción y procesamiento de combustibles.

De esta manera puede advertirse el inicio de un proceso reconstructivo y reparatorio sobre la región de Tula – Tepeji que incluyen a los municipios de Atotonilco de Tula, Tlaxcoapan, Tlahuelilpan y el corazón mismo del Valle del Mezquital, como lo es Ixmiquilpan. Para esta nueva etapa de fondeo institucionalizado en aras de devolver al máximo de las capacidades gubernamentales los diversos entornos tanto económicos como sociales de cada municipio, así como se tenían previamente a estas inundaciones, tendrá que surgir invariablemente la participación activa de la sociedad civil y esto lo destaco, en atención a que el concepto de acción comunitaria se vuelve fundamental para consolidar el retorno de las actividades económicas y de servicios que impactaran justamente sobre la calidad de vida de los miles de ciudadanos hidalguenses que se desarrollan en estas regiones.

Será definitoria la capacidad de respuesta que los gobiernos a través de sus estructuras, tanto humanas como en las distintas carteras de sus administraciones públicas brinden para generar elementos constatables de apoyo a este proceso. En tiempos aún subsistentes de la pandemia sanitaria ocasionada por el COVID-19, una responsabilidad del calado que significa la reconstrucción misma de una gran parte del territorio estatal debe ser acompañada de máxima eficiencia en la gestión de este proyecto, ya que es innegable que los retos de una agenda pública se mantienen al orden del día y se encuentran empatados en temporalidad al que ya supone el plan de apoyo a la región de Tula.

Así, durante los días y meses siguientes no debe quedar de lado la empatía permanente entre sociedad y gobierno para transitar hacia un fin máximo que es el bienestar y desarrollo de los municipios caídos en desgracia. El diálogo y la construcción de acuerdos serán de la misma manera, pilares fundamentales para consolidar acciones transformadoras de la realidad que desfavorablemente se presenta hasta hoy en estos lugares. Esta región hidalguense se mantiene de pie gracias a su gente, es momento de asistirles.

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