Desde el equipamiento de seguridad hasta la narrativa: la evolución de los cascos de edición especial de la F1
Ciudad de México, 01 de noviembre de 2025.-Los cascos de edición especial son una incorporación relativamente reciente a la larga historia de la Fórmula 1; lo que una vez fue simplemente un elemento de seguridad se ha convertido en un lienzo para que pilotos y patrocinadores muestren su personalidad, rindan homenaje o se diviertan.
La evolución desde cascos sencillos hasta relucientes obras de arte personalizadas ha estado repleta de experimentación a lo largo de los años, incluyendo restricciones de diseño y preocupaciones sobre el peso de la pintura. Aquí repasamos cómo los cascos de edición especial se convirtieron en una parte fundamental de la identidad de la F1.
Los inicios: un diseño para toda una carrera
En un deporte donde los rostros se ocultan tras viseras, el casco siempre ha sido la seña de identidad del piloto. Durante décadas, pilotos como James Hunt , John Surtees y Sir Jackie Stewart mantuvieron el mismo diseño a lo largo de toda su trayectoria.
En aquella época, los cascos no ofrecían tanta protección, y su principal función, además de la seguridad, era que los aficionados y los comisarios pudieran distinguir a los pilotos. Aun así, la individualidad se hacía notar en ocasiones. El nombre de Hunt lucía con orgullo en el lateral de su casco, mientras que Stewart rendía homenaje a sus raíces escocesas con una banda de tartán alrededor de la parte superior.
Sin embargo, pocos diseños son tan reconocibles al instante como el casco amarillo, verde y azul de Ayrton Senna , un icono brasileño perdurable que una vez alcanzó casi un millón de dólares en una subasta.
Durante gran parte de la historia de la F1, el casco representaba al piloto, pero no al equipo. Esto empezó a cambiar cuando Michael Schumacher fichó por Ferrari y decidió sustituir la bandera alemana de su casco por un diseño rojo brillante a juego con los colores de su nuevo equipo. Esto marcó el inicio de una nueva era, más flexible, en la que la creatividad y la colaboración entre piloto y equipo se convirtieron en la norma.
Los diseños de cascos no surgen de la nada, y cada casco de edición especial comienza con un artista: un diseñador e ingeniero. Dos de los nombres más conocidos en esta profesión son Jens Munser y Mad 56.
Munser, el genio detrás de los cascos de Schumacher en la era Ferrari, los garabatos de Lando Norris y el homenaje a Senna de Sebastian Vettel en Imola 2024, explicó a la revista Motorsport Tech : “El proceso no ha cambiado mucho; seguimos empezando con bocetos, pero ahora usamos pegatinas impresas para los logotipos en lugar de pintar a mano cada detalle. Hemos mejorado los pigmentos para que la pintura sea más ligera y resistente a las piedras. Michael siempre quiso ahorrar peso, incluso si eso significaba un acabado menos brillante”.
Mad 56, cuyo nombre real es Massimo Dante, trabaja principalmente con Red Bull y también ha colaborado con el piloto de Williams, Alex Albon, durante más de una década. Si bien los artistas gozan de libertad creativa, deben equilibrar la estética con las regulaciones de la FIA y los requisitos de los patrocinadores, lo cual constituye un arte complejo.
La prohibición de 2015: cinco años de restricciones
En 2015, la FIA anunció que los pilotos debían usar un solo diseño de casco durante toda la temporada, ya que algunos de los cascos de edición especial, que cambiaban constantemente, estaban empezando a causar problemas. La razón era simple: ¡a los aficionados, comentaristas y comisarios de carrera les costaba reconocer quién estaba al volante!
Esta medida surgió tras una serie de diseños cada vez más elaborados, entre los que destaca el casco con luces LED de Sebastian Vettel en Singapur en 2012. Si bien el diseño luminoso resultaba indudablemente llamativo, generó preocupaciones de seguridad y fue rápidamente prohibido, lo que llevó a la FIA a replantearse los límites de la personalización de los cascos.
La normativa de diseño único se mantuvo vigente hasta 2020, pero incluso bajo esas reglas más estrictas, la creatividad no desapareció. Los diseñadores encontraron formas ingeniosas de trabajar dentro de los límites; por ejemplo, los cascos de edición especial de Lewis Hamilton para el Gran Premio de México, o el sutil cambio de color del casco habitual de Sebastian Vettel en el Gran Premio de Mónaco de 2017.
Cuando se levantó la prohibición a principios de 2020, una ola de color y creatividad volvió a la red, y desde entonces no ha disminuido.
Con información de: www.formula1.com
