México se ubica como octavo exportador de bienes que habilitan la Inteligencia Artificial
Ciudad de México, 17 de septiembre de 2025.- México se ubica como octavo exportador de bienes que habilitan la Inteligencia Artificial (IA), de acuerdo con un informe de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Los datos de este análisis corresponden al año 2022, calculando exportaciones mexicanas de este tipo de mercancías por un valor de 100,000 millones de dólares.
El análisis se incluye en el Informe sobre el Comercio Mundial 2025 y considera productos como dióxido de silicio, galio, germanio, circuitos electrónicos integrados, semiconductores y computadoras, entre otros.
Las exportaciones respectivas de China superaron los 700,000 millones de dólares, seguidas por Taiwán (500,000 millones), Corea del Sur (casi 300,000 millones), la Unión Europea (más de 200,000 millones) y Estados Unidos, Japón y Malasia (con cerca de 200,000 millones cada uno).
Si bien la Unión Europea, Estados Unidos y Japón siguen siendo importantes exportadores de insumos y equipos intermedios que facilitan la IA, el crecimiento de estas exportaciones ha sido más moderado.
“Los centros manufactureros emergentes como Malasia, México, Vietnam y Tailandia también han incrementado sus exportaciones de insumos y equipos intermedios relacionados con la IA”, indica el Informe.
A nivel mundial, el comercio mundial de bienes que habilitan la IA ascendió a 2.9 billones de dólares en 2022 y 2.3 billones de dólares en 2023.
Las importaciones de bienes relacionados con la IA han crecido considerablemente desde 2012, impulsadas principalmente por los insumos intermedios, que representan la mayor parte y crecieron más rápidamente entre 2017 y 2022 antes de caer en 2023.
De acuerdo con la OMC, esta disminución puede reflejar restricciones comerciales, cambios regulatorios, cambios en la capacidad de exportación o un acaparamiento estratégico previo.
Las importaciones de computadoras, semiconductores y otros equipos que habilitan la IA también aumentaron de manera constante, aunque su participación se mantuvo menor, mientras que las importaciones de materias primas y productos químicos procesados se mantuvieron relativamente estables, lo que subraya su papel limitado pero estratégico en la cadena de valor de la IA.
El aumento de las importaciones de insumos intermedios destaca la creciente demanda de infraestructura de IA de alto rendimiento.
“La IA tiene un enorme potencial para reducir los costos comerciales e impulsar la productividad, así como para crear nuevas vías para la producción y exportación de servicios”, dijo la directora general Ngozi Okonjo-Iweala.
Las simulaciones de la OMC sugieren que el uso de la IA podría impulsar el comercio de bienes y servicios en casi 40% para 2040.
“Sin embargo, los efectos del desarrollo y la implementación de la IA están suscitando la preocupación de que muchos trabajadores, e incluso economías enteras, podrían quedar rezagados”, expresó Okonjo-Iweala.
Las últimas décadas de globalización generaron importantes avances tanto para los países ricos como para los pobres, pero muchas personas y regiones no disfrutaron de los beneficios de forma adecuada.
“Esta exclusión está muy relacionada con las tensiones actuales en torno al comercio, y es una experiencia que no podemos permitirnos repetir con la revolución de la IA”, agregó Okonjo-Iweala.
Según ella, la pregunta central que aborda el Informe sobre el Comercio Mundial 2025 es si la IA puede servir como catalizador para un crecimiento inclusivo impulsado por el comercio, y de qué manera, o si podría acabar ampliando las brechas entre las economías y dentro de ellas.
“El mensaje de este informe es claro: el comercio puede ser un poderoso facilitador de una transformación inclusiva hacia la IA. Puede ayudar a las economías a acceder a la IA, así como a los insumos que la habilitan, a fomentar la difusión de la innovación y a abrir nuevas vías de desarrollo. Pero este potencial solo se puede materializar si actuamos deliberadamente, cerrando las brechas digitales, invirtiendo en los trabajadores y promoviendo la coherencia regulatoria”, concluyó.
Con información de: Economista