Cultura

Fe y deseo en el México virreinal llegan al teatro en «Ánimas, mascarada de espectros»

Ciudad de México, 05 de agosto de 2025.- La temporada ya inició y con ella se abrió un umbral. En la penumbra de la Capilla Gótica, los espectros se alzan para contar lo que aún duele, lo que no ha sido redimido. «Ánimas, mascarada de espectros» es teatro, pero también un rito de memoria, un espejo oscuro donde aún late el eco del México virreinal.

Y ahí aparece la figura de Don Rodrigo Mendoza de Icaza. Su leyenda, escrita con sangre y ambición, resucita cada noche en este montaje que transforma el teatro en territorio de espectros, preguntas y reconciliaciones.

Interpretado por Juan Ignacio Aranda, Don Rodrigo no es una invención, sino una herida histórica. Un psicópata real, nacido en el seno de una familia poderosa en el México colonial, que disfrutaba infligir dolor, matar, poseer. Aranda lo define con crudeza: “Un cazador, un depredador, un hombre inmoral. Un ser humano repudiable”. Con más de cuatro décadas de trayectoria en cine, teatro y televisión, y una formación en el CUT de la UNAM, la United States International University y el CADAC, Aranda encarna a un personaje fascinante y perturbador. “Nunca había interpretado a un psicópata. Es perturbador. Mientras más escarbas, más encuentras.”

Juan Ignacio Aranda. Foto: Cortesía

Juan Ignacio Aranda. Foto: Cortesía

“Ánimas no es una obra de terror ni una farsa: es un rito de memoria. Y en este mundo caótico, el teatro —como reflejo— nos ayuda a mirar de frente a nuestros fantasmas colectivos”, señala Aranda.

Pero Rodrigo no está solo en esta danza espectral. Lo acompañan las ánimas de otras leyendas, encarnadas por Lisbi Cuéllar, Antonio Rojas, Miguel Ángel Morales, Lorelí Mancilla, Alicia Lara, Esteban Montes, Valentina Gerberoffy Rogelio Villegas, todos bajo la dirección de Rafael Pardo, quien propone una teatralidad ritual donde la palabra, el cuerpo y el símbolo se conjugan para abrir una grieta en el tiempo.

Otro personaje central es Fray Alonso Martínez Venegas, inquisidor del Santo Oficio, Interpretado por Antonio Rojas, uno de los actores más poderosos y complejos del teatro mexicano, este espectro del poder espiritual emerge para interrogarnos no con sermones, sino con silencios incómodos y verdades torcidas.

“Construí a un personaje con muchas carencias; muy solo, muy necesitado de amor. También vanidoso, soberbio por creer que sus virtudes eran infalibles”, relata Rojas. “Lo más desafiante fue justificar y defender un pensamiento indefendible. Como actor no puedo juzgarlo; debo tratar de entenderlo.”

La obra cruza siglos y mentalidades para hablar del presente desde el eco de las leyendas coloniales. “Esta historia habla de algo acaecido en otro tiempo, pero filtrado por el pensamiento del presente. Ese cruce es fascinante”, añade.

La experiencia se expande con la música en vivo, interpretada con flauta transversa y violín barroco por María Vakorinay Eduardo Espinosa, que da vida sonora a este universo de memorias inquietas.

«Ánimas, mascarada de espectros» invita al espectador a escuchar, observar, dejarse interpelar por relatos que vienen del más allá y, quizás, encontrar en ellos una forma de reconciliación con su propia historia.

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Ánimas, mascarada de espectros

  • ​Dramaturgia: Fernando Martínez Monroy
  • ​Dirección: Rafael Pardo
  • ​Elenco: Juan Ignacio Aranda, Lisbi Cuéllar, Antonio Rojas, Miguel Ángel Morales, Lorelí Mancilla, Alicia Lara, Esteban Montes, Valentina Gerberoff y Rogelio Villegas.
  • ​Capilla Gótica del Instituto Cultural Helénico (Av. Revolución 1500)
  • ​Funciones viernes 19:30 h, sábados 18:00 y 20:00 h, domingos 18:00 h
  • ​Boletos en taquilla

Con información de: Economista

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