Ciudad de México, 21 de julio del 2025.- A Crescencio Gutiérrez, jugador que se hizo leyenda con el Campeonísimo del Guadalajara, le decían Mellone por su aguerrida manera de jugar, un estilo muy parecido al del paraguayo Atilio Mellone, quien jugó en el club Oro y con quien sus amigos y familiares lo comparaban físicamente. El jalisciense, nacido en octubre de 1933, falleció este lunes a los 91 años y cerró el ciclo más ganador del Rebaño entre los años 50 y 60 al despedirse como el último sobreviviente, informó el club en redes sociales.
Mellone Gutiérrez, mundialista en Suecia 1958, ganó cinco de los 12 campeonatos que la afición rojiblanca ha celebrado en torneos de Liga (1956-57, 1958-59, 1959-60, 1960-61 y 1961-62). Además, conquistó cuatro trofeos del Campeón de Campeones (1956-57, 1958-59, 1959-60 y 1960-61) y un título de la Copa Concacaf en 1962. Su apodo, más que un homenaje al artillero que fue su rival, era sinónimo de una época en la que ningún rival alcanzó las alturas del Guadalajara.
“Su legado no solamente se limita a los títulos, sino que también dejó su nombre inmortalizado entre los máximos romperredes de las dos más grandes rivalidades del Guadalajara. Tanto en el Clásico Tapatío como en el Clásico de México, Mellone anotó cinco veces dentro del torneo mexicano”, rememoró una nota institucional del Rebaño. “Don Crescencio será siempre recordado como uno de los hombres que erigieron la historia de lo que hoy es el equipo más querido y popular de México”.
Uno de los momentos más recordados de Mellone tiene relación con el partido Guadalajara-River Plate celebrado en 1958, en la segunda edición del Pentagonal de la Ciudad de México.
Aquel 13 de febrero, el campeón goleador rojiblanco (1956-57) venció al portero Amadeo Carrizo, leyenda de los Millonarios y por aquel entonces reconocido como el mejor del mundo en su posición, con un remate de zurda directo al ángulo. Carrizo le repitió varias veces que “fue un gol de suerte” a lo que Don Crescencio respondió “sí, señor” de forma irónica.
Al término del partido, el argentino persiguió a Gutiérrez para intentar golpearlo, pero este, levantado en hombros por su gran actuación, volvió a burlar al legendario guardián de River dándole la espalda de forma triunfal.
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