Banco Mundial pasa de nuevo la tijera a su previsión de crecimiento global; espera un PIB de México de 0.2%
Ciudad de México, 10 de junio de 2025.- El aumento de los aranceles estadounidenses pasan factura al crecimiento de la economía mundial y la de América Latina, que progresarán ambas 2.3% este año, menos de lo previsto en enero, anunció este martes el Banco Mundial.
A nivel global es 0.4 puntos porcentuales menos que lo anticipado en enero y en América Latina y el Caribe 0.2 puntos porcentuales menos, añade la organización financiera en su informe sobre las perspectivas económicas mundiales.
En 2026 el crecimiento en América Latina se estabilizará en 2.5 por ciento.
«Hace sólo seis meses, parecía vislumbrarse un aterrizaje suave (control de la inflación sin recesión)» para la economía mundial pero «ahora parece encaminarse hacia nuevas turbulencias», advirtió el economista jefe del Banco Mundial, Indermit Gill, citado en un comunicado.
«Si no se corrige la trayectoria, las consecuencias para los niveles de vida podrían ser profundas», añadió.
Más bajo desde años 1960
El motivo: los efectos del aumento de los aranceles del presidente estadounidense Donald Trump y la guerra comercial entre Washington y Pekín, que puede provocar una desaceleración del comercio mundial.
Aunque el Banco Mundial descarta el riesgo de recesión este año, cree que «si se materializan las previsiones para los próximos dos años», la economía mundial experimentará en la década de 2020 su crecimiento medio más débil desde los años 1960.
En América Latina la demanda interna resiste, pero las exportaciones se debilitarán «en medio del creciente proteccionismo comercial y la incertidumbre política», afirma el informe.
El aumento de las barreras comerciales impacta «indirectamente» a toda la región, sumado a la caída prevista de los precios de las materias primas.
En América Latina el país más afectado es México, la segunda economía regional, que crecerá 0.2% este año (-1.3 puntos porcentuales) y 1.5% en 2026.
Washington impuso a México un 25% de aranceles sobre las importaciones no incluidas en el Tratado de libre comercio de América del Norte (T-MEC), del que también forman parte Estados Unidos y Canadá.
«Esto ha debilitado las exportaciones de México» y ha generado incertidumbre en un país que envió a Estados Unidos el 80% de sus mercancías exportadas en 2024, «de las cuales aproximadamente la mitad no cumplían con el T-MEC», afirma el Banco Mundial.
Además, la institución prevé que las tasas de interés altas hagan caer la demanda interna en México.
También anticipa un varapalo a Brasil, la principal economía regional. Su previsión para el país sube 0.2 puntos porcentuales hasta 2.4% en 2025, pero es muy inferior al 3.4% de 2024. En este caso se debe a un consumo más bajo y un crecimiento más débil de la inversión.
Contener la inflación
Después de dos años de recesión destaca el crecimiento económico previsto en Argentina, de 5.5% este año (+0.5 puntos porcentuales) y 4.5% el que viene.
El Banco Mundial cree que la recuperación en Argentina se deberá sobre todo a la agricultura, los sectores de energía y la minería y se apoyará en «la estabilización macroeconómica, la eliminación de controles cambiarios y nuevas reformas favorables a los negocios, que deberían mejorar la confianza de los consumidores e inversores».
Por países pronostica que este año crezcan:
- Colombia 2.5%
- Chile 2.1%
- Perú 2.9%
- Bolivia 1.2%
- Costa Rica 3.5%
- República Dominicana 4%
- Ecuador 1.9%
- El Salvador 2.2%
- Guatemala 35%
- Honduras 2.8%
- Nicaragua 3.4%
- Panamá 3.5%
- Paraguay 3.7%
- Uruguay 2.3%
Como se prevé que la inflación permanezca cerca del extremo superior de los objetivos de los bancos centrales en varios países, en particular en Brasil y Colombia, el Banco Mundial vislumbra poco margen para reducir las tasas de interés.
Tasas altas desalientan el consumo y la inversión, y con ello las presiones sobre los precios.
El desafío regional es «mantener la inflación relativamente contenida», advierte el Banco Mundial.
Las previsiones están expuestas a varios riesgos, como una caída del crecimiento en Estados Unidos, con un posible efecto dominó en otras economías, o en China, socio comercial clave de muchos países sudamericanos.
También una erosión en la capacidad de los migrantes para enviar remesas, en particular en algunos países de América Central y del Caribe, donde «constituyen aproximadamente el 20% del PIB».
Con información de: Economista