Cultura

El Met de Nueva York renueva sala con museografía latinoamericana

Ciudad de México 30 de mayo de 2025.- Concebido a finales del siglo XIX, para preservar y divulgar piezas artísticas representativas de la refinación estética alcanzada por el ser humano en diversos momentos y lugares del planeta, el Museo Metropolitano de Arte (Met, por su acrónimo inglés) entra a una nueva etapa de su historia, de la mano de la reapertura de su ala Michael C. Rockefeller.

Así se anunció este miércoles en conferencia de prensa en el museo neoyorquino, para dar a conocer los nuevos rostros de las tres salas que comparten dicha ala: África, Oceanía y Arte de la Antigua América, la última de las cuales ahora hace patente la mayor colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de México.

Para Laura Filloy Nadal, responsable del rediseño curatorial de la Sala de Arte de la Antigua América, junto con Joanne Pillsbury, curadora de Arte Americano Antiguo Andrall E. Pearson en el Met, esta reapertura marca el cierre de casi una década de trabajo.

Con toque latinoamericano en su museografía, el Met de Nueva York amplía sus horizontes.
Con toque latinoamericano en su museografía, el Met de Nueva York amplía sus horizontes.Cortesía / Patricia Ledesma

La académica mexicana, investigadora del INAH, quien en nuestro país ha tenido a su cargo el estudio integral y la restauración de la máscara funeraria de Pakal ‘el Grande’, soberano de Palenque, señala que, en 2018, en el Museo Nacional de Antropología (MNA), de la Ciudad de México, iniciaron una serie de reuniones encaminadas a repensar la presencia de las sociedades americanas, pasadas y presentes, en el Met.

Con la participación de investigadores como el director del MNA, Antonio Saborit García-Peña; la titular del Museo del Templo Mayor, Patricia Ledesma Bouchan, y otros especialistas de instituciones y museos de Centro y Sudamérica, emprendieron el citado reordenamiento conceptual de la sala.

Así, Filloy Nadal y Pillsbury llegaron a una cifra cercana a los 700 objetos patrimoniales, elaborados en piedra, madera, cerámica, metal, jadeíta y concha, entre otros, que recorren una temporalidad que va, aproximadamente, del año 1200 a.C., al comienzo del siglo XVI y la llegada de los exploradores europeos al continente americano.

“Un objetivo es comunicar la vastedad territorial de las culturas americanas. De este modo, al ingresar a las galerías de Arte Moderno y Contemporáneo del museo, se puede apreciar una gran sección dedicada a los textiles sudamericanos.

“Dentro de esta área, única en su tipo en recintos de Estados Unidos, hay piezas de las culturas inca, moche o wari; luego, hay otra gran sección que nos lleva a un recorrido temporal y geográfico de la Patagonia al Perú, y finalmente, en una galería de doble altura, delineamos un corredor que asciende desde la actual Colombia y llega hasta el área mesoamericana. Esto nos permite destacar las intensas relaciones comerciales y de intercambio de saberes y tecnologías que existían ya desde tiempos remotos”.

Con toque latinoamericano en su museografía, el Met de Nueva York amplía sus horizontes.

Además, hay innovaciones museales, como el incluir, por vez primera, el nombre de los antiguos artistas dedicados a la talla de relieves en piedra para las cortes mayas, es el caso de Chakalte’, quien se sabe -por piezas como un dintel recuperado en el sitio La Pasadita, en Guatemala- estuvo activo como creador predilecto de la elite del Usumacinta, hacia 770 d.C.

“Otro aspecto que cuidamos destacar son los nombres con los que cada cultura se nombraba, es decir, ya no usamos el término azteca sino mexica, pues así se autodenominaban los pobladores de Tenochtitlan. Y una situación similar es la que traemos al presente cuando, en vez de hablar de los mixtecos, les nombramos también como ñuu savi -pueblo de la lluvia- e, incluso, hacemos saber al público que se trata de una cultura viva en Guerrero, Puebla y Oaxaca, pero que también tiene residentes en la propia ciudad de Nueva York”.

Hacia el futuro
Como un efecto de sus más de seis millones de visitantes anuales, el Met, de acuerdo con Laura Filloy Nadal, está llamado a cumplir con diversas tareas en lo sucesivo, fundamentalmente en una sociedad cosmopolita como la neoyorquina, con un alto porcentaje de población migrante.

La curadora mexicana Laura Filloy Nadal codirigió la readaptación de la Sala Arte de la Antigua América, que exhibe cerca de 700 piezas.
La curadora mexicana Laura Filloy Nadal codirigió la readaptación de la Sala Arte de la Antigua América, que exhibe cerca de 700 piezas.Cortesía / INAH Mauricio Marat

Cada semana, comenta, el museo cuenta con un horario ampliado en su atención, de modo que otros públicos, los cuales, quizá, tienen horarios más ajustados en sus trabajos, también puedan visitar sus salas.

De igual modo, se ha priorizado que herramientas como los mapas interactivos o los cedularios -que en la página de Internet se presentan en inglés y español- puedan contribuir “a que todas esas personas migrantes, las de segunda o tercera generación, conecten con sus raíces y fortalezcan sus sentidos de pertenencia, es decir, que un padre de familia pueda ir al Met y decir a sus hijos: esto es México, o esto es Costa Rica, de aquí provenimos”.

Cabe destacar que el Met, concluye Filloy Nadal, además de la visita presencial, cuenta con diversos recursos multimedia en su página electrónica, con los cuales brinda recorridos virtuales y archivos de libre acceso a todos los públicos interesados en sus acervos.

Con información de: Economista

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