Rosario Castellanos. “El mejor homenaje es leerla y releerla”
Ciudad de México 24 de mayo de 2025.- El sonido de las teclas de la máquina de escribir de su madre es uno de los recuerdos más queridos para Gabriel Guerra Castellanos, hijo de la escritora, periodista y diplomática Rosario Castellanos (1925-1974), quien falleciera de manera accidental en Tel Aviv, Israel, donde se desempeñaba como embajadora de México.
“Si tuviera que escoger uno entre todas las cosas que tengo de mi madre, sería la máquina de escribir. Todas las tardes regresaba ella de la Embajada de Israel, de su trabajo formal, y se encerraba un rato a escribir. Yo escuchaba el tecleo y, cuando terminaba, era mi señal de entrar o asomarme», reveló Gabriel Guerra, quien decidió compartir aspectos de la vida de su madre a través de objetos y sus recuerdos en el centenario de su nacimiento.
“A veces es muy fácil caer en la tentación de volverse hijo profesional y parte de mi decisión de toda la vida, puedo contar las excepciones con los dedos de las manos durante 50 años; parte de eso fue esta idea de no volverme hijo profesional. Por eso he procurado siempre tener un bajo perfil. Ahorita me estoy dando permiso de romper esa costumbre, porque creo que el centenario lo amerita y porque, ante tanto reconocimiento de tantos lugares, personas, instituciones, me parecería también poco amable, elegante, generoso yo resguardarme, pero esto es un ratito y seguiré tratando de tener vida propia”, aseguró la analista de política nacional e internacional.
Y agregó: “Porque si algo aprendí de la casa familiar es que cada quien tenía vida propia y de mi madre, la importancia del uso correcto de las palabras y de saber poder reírse de uno mismo; ella tenía un sentido muy agudo de la ironía, pero también lo usaba en su propia contra”.
Rosario Alicia Castellanos Figueroa nació en la Ciudad de México a las 8:30 de la mañana del 25 de mayo de 1925, en una casa en la avenida Insurgentes marcada con el número 108. Su familia, que estaba de visita en la capital, la trasladó en las siguientes semanas a Comitán, Chiapas, se lee en el libro Materia que arde, publicado por Lumen.
Para celebrar los 100 años del nacimiento de Rosario Castellanos, Elena Poniatowska, Sara Uribe, Leticia Bonifaz y Diana del Ángel abordarán la vida y obra de la escritora mexicana el 25 de mayo en el Palacio de Bellas Artes, en un momento clave durante el homenaje nacional que se le hace a la escritora.
La poeta Sara Uribe, coordinadora de la Cátedra Extraordinaria Rosario Castellanos de Literatura y Géneros, opinó que este tipo de festejos es a veces un arma de doble filo.
“Porque pueden colocar a las escritoras y a los escritores, en este caso una figura como Rosario Castellanos, en un punto como muy lejos de las lectoras y de los lectores, y en realidad, lo que queremos con estas conmemoraciones y festejos es acercarles. Pero la mayoría de las iniciativas que yo he visto y que están ocurriendo para este festejo sí están haciendo una aproximación bastante horizontal de ella”.
La entrevistada afirmó que Rosario Castellanos es una de las escritoras más importantes del siglo XX.
“Te voy a ser franca, no solo de México, sino de Hispanoamérica, me parece que de la escritura en español, y esto es porque en su narrativa, poesía, ensayo, en toda su obra literaria, se planteó problemáticas y preguntas; sabía tejer esas preguntas y preocupaciones a una forma estética además relevante, y todas esas preguntas y problemáticas eran en su momento adelantadas a su tiempo, en el sentido de que ella estaba pensando y desentrañando en sus poéticas, en su narrativa, muchas preguntas y problemáticas que, de hecho, siguen siendo vigentes”.
La importancia de Rosario Castellanos reside en mucho de su pensamiento y de su literatura, “y de sus preguntas que están detrás de su poética, de su narrativa, siguen siendo vigentes hasta ahora. Lamentablemente, en algunos casos, ojalá hubiera cambiado la realidad mucho más rápido, pero son preguntas importantes que tienen que ver, por hacer un panorama muy general, con el tema de las desigualdades y el tema de las relaciones de poder y de las relaciones de dominio, que creo que atraviesan toda nuestra sociedad, con respecto del género, pero también con respecto del antropocentrismo y la naturaleza; es decir, preguntarse por estas relaciones fue absolutamente relevante en el siglo XX y lo sigue siendo ahora. De ahí la importancia y la vigencia de la literatura de Rosario Castellanos”, explicó.
En una de las columnas periodísticas que escribe Rosario Castellanos (que se puede leer en el libro Mujer de palabras. Artículos rescatados que hizo Andrea Reyes), Rosario Castellanos dice: “Me encanta estarme reinventando, renaciendo”.
“Ella hace una suerte de revisión de su vida y se da cuenta de que en muchos momentos había tomado decisiones, caminos, y luego, en algún punto, autocrítica, como era, porque era muy autocrítica con su literatura, pero también con sus decisiones y con su actuar de vida, se daba cuenta de que siempre hay momentos como para regresar el camino, para reconsiderar las decisiones que tomamos, y me parece que eso está presente en su vida”, comentó la entrevistada.
Para Sara Uribe, Rosario Castellanos pasaba primero de la poesía a la narrativa “y luego al ensayo, al teatro y también por la escritura periodística; uno puede percatarse de cómo cada libro le va dando un nuevo aprendizaje y va como tomando nuevos rumbos, o sea, nunca se queda necesariamente estática, sino que siempre está buscando nuevos derroteros para su ejercicio como escritora también”.
Con información de: Milenio