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El cariño en la infancia reduce riesgos de beber alcohol en la adolescencia: estudio

Ciudad de México, 07 de mayo de 2025.- Los niños que tienen entre 2 y 5 años de edad que reciben un cuidado cariñoso, sensible y asisten a planteles de educación inicial y de preescolar tienen una ventaja de dos años en su desarrollo; en la adolescencia logran calificaciones escolares más altas y tienen un riesgo 6 por ciento menor de consumir alcohol.

Así lo revela la investigación El desarrollo de la primera infancia y los siguientes 1000 días de la revista The Lancet, la cual se presentó en México.

Las investigadoras Catherine Draper de la Universidad Witwatersrand de Sudáfrica y Milagros Nores del Instituto Nacional de Investigación en Educación Inicial, comentaron que solo 30 por ciento de los niños de 2 a 5 años de edad en países de ingresos bajos y medios, reciben el tipo de cuidado mencionado, pero quienes viven en condiciones de pobreza y en zonas rurales “tienen menos probabilidad de tener una atención adecuada”.

En México hay una brecha, pues la cobertura de educación prescolar es de 70 por ciento y con base en el estudio realizado, por falta de acciones para mejorar el acceso y la calidad educativa para ese sector de la población se traduce en una pérdida equivalente al 2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Aranzazu Alonso, directora ejecutiva del Pacto por la Primera Infancia, comentó que en México la inversión pública dirigida a las personas de cero a seis años de edad representa 0.6 por ciento del PIB.

Al respecto, Nores recordó que la recomendación promovida por los países del G-20 es que esa inversión sea de entre 1 y 2 por ciento del PIB. En América Latina el promedio es de 1.5.

The Lancet publicó un primer estudio enfocado en los primeros mil días de vida de los individuos que abarca desde la gestación hasta los dos años de edad. Subrayó la importancia de invertir en ese periodo de la vida para que los infantes alcancen su máximo potencial de desarrollo en todos los ámbitos.

En esta nueva edición, las investigadoras resaltaron que lo hecho en los primeros mil días de debe continuar y reforzar en los siguientes tres años (otros mil días).

No obstante, encontraron que las intervenciones que promueven el desarrollo saludable en esa etapa se han llevado a cabo en países occidentales de ingresos altos y únicamente en 5 por ciento de las naciones de ingresos bajos o medios.

La investigación subraya que ofrecer un programa de educación y cuidado a los niños en edad preescolar tendría un costo menor a 0.15 por ciento del PIB en los países de ingresos bajos y medios. Pero dejar de hacerlo implica perder beneficios entre 8 y 19 veces mayores.

Con información de: La Jornada

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