Economia

Consejo Nacional Agropecuario busca que edad mínima para trabajar en el campo sea de 15 años.

  • Con la entrada en vigor del T-MEC México enfrenta varias amenazas, entre las que se encuentran diversas presiones laborales, dijo Bosco de la Vega, presidente del organismo.

México, 05 de julio del 2020.

El sector agroalimentario enfrentará diversas amenazas con la entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), entre las que se encuentran diversas presiones laborales, específicamente en los temas de trabajo forzoso e infantil, dijo Bosco de la Vega, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA).

“Como sabemos, México no permite trabajar hasta los 18 años, por lo que estamos gestionando que se permita trabajar desde los 15 a los 18 años en trabajos no peligrosos, existe un proceso que estamos llevando a cabo (para conseguir esto) porque en el campo a esa edad, ya se están casando”, señaló.

Durante el Foro virtual Hemisférico Agroempresarial, organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Bosco de la Vega añadió que para aprovechar el T-MEC y reactivar la economía nacional tras la pandemia, deberán trabajar en equipo tanto el sector público como el privado.

“El sector agroalimentario no volverá a ser el mismo después del COVID-19, por lo que definimos tres acciones en conjunto con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) para salir adelante. Estas son proteger la salud de los trabajadores, garantizar el funcionamiento de las empresas del sector en el abasto de alimentos en toda la cadena de suministro y sentar las bases para la reactivación económica”, indicó.

A su vez, el director general del IICA, Manuel Otero, destacó que la crisis sanitaria por el coronavirus colocó al sector agroalimentario en una posición estratégica para la reactivación de la economía y es una nueva la oportunidad para construir nuevas visiones de desarrollo.

Miguel García Winder, subsecretario de Agricultura, indicó que la pandemia del COVID-19 evidenció debilidades de los sistemas agrícolas del hemisferio, pero al mismo tiempo dio la oportunidad de repensar los roles y las acciones que se desarrollan en el sector público y privado.

Entre estas oportunidades está la posibilidad de reestructurar los sistemas alimentarios para que se enfoquen a lograr el bienestar de la sociedad, y para que el sector agroempresarial redefina sus esquemas operativos y la prestación de servicios a los consumidores.

Asimismo, Roberto Rodrigues, exministro de Agricultura de Brasil, destacó la necesidad de crear una fuerte alianza de los sectores públicos y privados para mejorar la producción y el abasto de alimentos, y de fomentar un acercamiento con los parlamentos de América Latina para cambiar leyes en favor del sector agroalimentario.

“Será esencial que los productores y los gobiernos nacionales actúen de manera integrada para evitar la injusticia o la discriminación, especialmente por parte de los países ricos contra los países exportadores, y hacer un esfuerzo negociado entre los diferentes gobiernos para que las posibles normas proteccionistas no causen desastres para los productores rurales, especialmente los pequeños”, dijo.

Con información de: https://www.elfinanciero.com.mx/

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