Villahermosa, 11 de Junio de 2017.- De entre las cuatro zonas de riesgo en Tabasco ante el inicio de la temporada de huracanes en el Atlántico y las lluvias que se registran, la de mayor preocupación es la serrana, al sur del estado, por la existencia de ríos sin control y posibilidad de deslaves, reportó el Instituto de Protección Civil.
De acuerdo al director operativo del organismo, Jorge Méndez Landero, una muestra reciente de ello fueron las lluvias extraordinarias en Tacotalpa el pasado mes de abril, en plena sequía, que rebasaron los 400 milímetros.
Lo anterior, dijo a Notimex, causó daños a infraestructura carretera, educativa y en viviendas que aún se gestionan los recursos para la rehabilitación y muestra la vulnerabilidad de municipios como Tacotalpa, Teapa y Jalapa en esa zona.
“Porque no hay medidas u obras para regular el agua como una compuerta y los ríos son agresivos y de respuesta rápida”, añadió.
Los problemas son por escurrimientos que llegan desde Chiapas y ocasionan problemas en comunidades, como el año pasado cuando un río arrastró un puente.
En esta zona también se añade a Macuspana, pues si las afectaciones por lluvias son de larga duración, las partes bajas de ese municipio resienten inundaciones.
Otra área de riesgo es Villahermosa, aunque ya no por desbordamiento de ríos luego de las obras de infraestructura como canales de alivio y muros de contención junto al río Grijalva, que en octubre de 2007 entró a la ciudad y causó la peor inundación de la ciudad.
Ahora el problema para la capital tabasqueña son los encharcamientos por lluvias atípicas en cortos periodos de tiempo, pues ahora hay precipitaciones que antes no ocurrían y en épocas también distintas.
Por eso se ha trabajado, dijo, con las autoridades municipales que han modernizado el sistema de bombeo de los cárcamos que permiten aliviar las anegaciones.
Volver a vivir una inundación como la de hace casi 10 años, expuso, es difícil porque además de las obras de protección en la parte de la zona de las presas del Alto Grijalva, ubicadas en Chiapas y que desalojan hacia la planicie tabasqueña, ya hay más obras de control.
En 2013 entró en operación la Compuerta El Macayo y existe un monitoreo constante de los niveles de las cuatro presas, Angostura, Chicoasén, Malpaso y Peñitas, que en este momento registran bajos embalses derivado del periodo de sequía.
Por lo tanto, si algún fenómeno causara precipitaciones mayores en esa zona, tienen la capacidad de regulación, además de las obras complementarias luego de llegar la extracción hacia los ríos en Tabasco.
De la zona oriental del estado, donde está el río Usumacinta, el más caudaloso del país y alimentado por otros ríos desde Guatemala, comentó que tiene hoy suficiente margen de captación y por lo general la parte más afectada resulta ser la colindancia entre Centla y Jonuta.
Sobre todo, agregó, cuando hay un fenómeno de tipo invernal cuando las corrientes del norte chocan con la salida del agua y forman un tapón que frena el flujo del agua y se derrama hacia las comunidades.
Sobre la posibilidad de un impacto directo de los ciclones, mencionó que la geografía de la Península de Yucatán permite debilitar esos fenómenos cuando entran en tierra.
Sin embargo, eso provoca el ingreso de humedad que deja lluvias en Tabasco, “pero ahora el principal riesgo no es por desbordamiento de ríos, a excepción de la región de la sierra”.
Para cualquier emergencia, expuso, existe un plan de contingencia antes, durante y después de algún fenómeno tanto para la temporada de huracanes como para eventos invernales.
Añadió que a la Secretaría de Gobernación (Segob) se le envió un listado de refugios temporales en Tabasco, que cuenta con 737 con capacidad de albergar a 145 mil 775 personas en todo el estado.
De igual forma, Méndez Landero expuso que con los municipios también existen protocolos de atención por ser primeros respondientes.
Para saber cómo actuar ante una emergencia, refirió que se realizan ejercicios sobre situaciones hipotéticas con representantes de diversas dependencias y del Ejército y la Marina para poner a prueba la capacidad de coordinación.
En caso de alguna eventualidad, existe un plazo de 35 minutos para que todos acudan al Centro Estatal de Operaciones cuando haya una emergencia con personal de nivel director para tomar decisiones y avanzar en las acciones y capacidad de respuesta.
También las acciones de prevención en otras zonas ante una posible emergencia, como lo fue el huracán Patricia en el Pacífico, sirve para enriquecer las experiencias.
En este caso, refirió, en vez de bajarse los circuitos de energía eléctrica ante la posible llegada del fenómeno, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) decidió mejor bajar los cables para que no tiraran los postes y funcionó bien.
Asimismo, ante la previsión de algún fenómeno hidrometeorológico, se cuenta con la coordinación nacional de Protección Civil y el Servicio Meteorológico Nacional a fin de obtener reportes inmediatos para avanzar en garantizar la seguridad de la población.
A casi 10 años de la peor inundación que se recuerde en Tabasco, afirmó que existe una mejor preparación pues ya se cuenta con cinco centros regionales con personal y equipo necesario para coordinarse con la Marina y el Ejército.
Notimex
