Tecnologia

Se podrá editar genomas en embriones humanos

18 de febrero de 2016.- Esta tecnología está ayudando a entender mejor las características funcionales 
de los organismos a través de la modificación muy precisa de ciertos caracteres genéticos.

El 1 de febrero de este año la Autoridad en Fertilización Humana y Embriología del Reino Unido (HFEA, por su sigla en inglés), aprobó por primera vez una solicitud de la bióloga Kathy Niakan y su equipo del Instituto Francis Crick en Londres, para utilizar la técnica de edición de genes CRISPR-Cas9 en embriones humanos sanos.

Éste representa el primer consentimiento a nivel mundial de este tipo de investigación, luego de que científicos chinos causaran conmoción internacional al sostener que tenían embriones humanos modificados genéticamente.

Niakan, científica especializada en células madre, destacó en un comunicado que no pretende alterar genéticamente a los embriones para usarlos en reproducción humana, sino que busca profundizar el entendimiento científico sobre cómo se desarrollan los embriones humanos saludables.

“Este conocimiento podría mejorar el desarrollo de embriones luego de una fertilización in vitro y podría proveer mejores tratamientos clínicos para la infertilidad”, agregó que “cualquier embrión donado se emplearía sólo para propósitos de investigación”.

¿Qué se pretende estudiar?

El equipo de Niakan está interesado en el desarrollo temprano y planea alterar genes que están activos los primeros días después de la concepción. Los investigadores interrumpirán los experimentos después de siete días, para después destruir los embriones.

Las modificaciones genéticas podrían ayudar a los investigadores a desarrollar tratamientos para la infertilidad, pero las alteraciones en sí mismas no serían la base de una terapia, explicaron.

El experimento implica el bloqueo de la actividad de un gen “maestro regulador” llamado OCT4, que está activo en las células que formarán parte del feto en desarrollo (células distintas en el embrión pasarán a formar la placenta).

Su equipo planea acabar los experimentos en tubos de ensayo una semana después de la fecundación, cuando los embriones contienen alrededor de 64 a 256 células, lo que se conoce como la etapa de blastocisto.

Paul Nurse, presidente del Instituto Francis Crick, aseguró en un comunicado que “la investigación propuesta por la doctora Niakan es importante para entender cómo se desarrolla un embrión humano sano y mejorará nuestra comprensión de las tasas de éxito de la fecundación in vitro, mediante el estudio de la etapa más temprana del desarrollo humano, del primer al séptimo día”.

El debate

A pesar de que parecen investigaciones que favorecen al hombre, el debate no se ha hecho esperar.

Ante ello, el doctor Enrique Morett Sánchez, director de investigación del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen), nos dio un panorama de lo que sucede en el campo de la genómica y en este caso, en específico.

Explicó que, aunque dentro de los objetivos del instituto no se encuentra ningún tema que tenga que ver con salud reproductiva humana, ni la salud antes del nacimiento como tal, como científicos se debe reconocer “que esta tecnología es impresionante y está ayudando a un mejor entendimiento de las características funcionales de los organismos, a través de la modificación muy precisa de ciertos caracteres genéticos”.

Esto todavía sin hablar de hacerlo en embriones humanos, pues en la actualidad se modifican organismos modelo o células en cultivo, dijo.

Por ejemplo, “en el Inmegen se hacen estudios para tratar de entender características genéticas de las diferentes poblaciones que nos hacen más o menos propensos a diferentes enfermedades. Aquí, por ejemplo, nos concentramos en enfermedades que tienen que ver con la salud de los mexicanos, como son enfermedades relacionadas con el metabolismo, como obesidad y la diabetes; enfermedades cardiovasculares; además de enfermedades psiquiátricas, infecciosas y el cáncer”, dijo.

Sobre el uso de la edición de genomas, que lo que quiere decir es: “poder alterar de manera muy precisa alguna región de un gen discreto de un organismo”, el investigador explicó que hay un avance a nivel mundial en cuanto a las cuestiones éticas, las legislaciones y qué hacer con estas metodologías.

“Pero cuando esta terapia se le aplica a un embrión, ya estamos alterando a un nuevo organismo, que a su vez tendrá capacidad reproductiva, si lo hacemos en humanos, estaremos alterando la genética de generaciones futuras”, dijo.

Aseguró que esto debe ser tratado a nivel internacional con extremo cuidado y con diferentes voces, no sólo las científicas, ya que sabemos que podría ser usada con fines ilegales y es importante que la sociedad informada en su conjunto y los especialistas debatan para lograr un frente común, que permita el avance científico sin poner en riesgo el patrimonio que es nuestro genoma.

Morett aseguró que la investigación y la ciencia no se pueden parar porque estaríamos limitando el progreso de la humanidad, “en cuestión de estudios de embriología humana, el utilizar estas herramientas puede permitir un mayor conocimiento de las etapas tempranas del desarrollo del ser humano”.

Aseguró que, en el caso de Reino Unido, se están respetando los lineamientos y tienen una legislación con sanciones, que aseguran que este procedimiento es sólo con fines de investigación sobre el desarrollo embrionario.

Sarah Chan, especialista en Bioética de la Universidad de Edimburgo dijo a Scientific American, que la decisión tendrá repercusiones mucho más allá del Reino Unido.“Creo que esto va a ser un buen ejemplo para los países que están considerando su enfoque para la regulación de esta tecnología; hacer la distinción entre investigación y reproducción”. Ahora sólo falta que un comité local de ética en investigación apruebe la investigación de Niakan y su equipo.

 

Nelly Toche | El Economista

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