Rumbo al 2024

Se pelean en Morena por recursos y candidaturas.

Ciudad de México, 23 de febrero de 2020.- Enfrascada en una disputa cupular por el control de los recursos y de las listas de candidaturas electorales, la dirigencia de Morena descuidó su estructura política en los estados, donde el partido también atraviesa reyertas internas o de plano está desmantelado.

A pocos meses de que inicie el proceso de las elecciones federales intermedias, las más grandes de la historia, el partido en el Gobierno aún no ha formado Comités Ejecutivos Estatales (CEE) en cinco entidades: Durango, Jalisco, Sinaloa, Quintana Roo y Tlaxcala.

Los desacuerdos entre grupos locales de morenistas, o entre éstos y la secretaria general Yeidckol Polevnsky, han impedido en esos estados la celebración de asambleas distritales que den paso a la conformación de las dos máximas autoridades del partido, los Consejos Estatales y los Comités Ejecutivos.

La falta de estructura ya le cobró factura al partido en elecciones anteriores, pues en dichas entidades, ya sea el Ejecutivo estatal, el Legislativo o la mayoría de los Ayuntamientos son controlados por la Oposición.

Por ejemplo: en Durango, gobernado por el PAN, Morena tiene control en 2 de 39 Ayuntamientos y en 10 de 25 curules del Congreso; en Sinaloa, que controla el PRI, si bien Morena tiene mayoría en el Legislativo, sólo gobierna en 7 de 18 municipios.

En Jalisco, su influencia es mínima ante la hegemonía absoluta de Movimiento Ciudadano, que controla el Ejecutivo estatal, el Legislativo y los Ayuntamientos: Morena tiene 6 de 38 curules en el Congreso y 8 de 125 Ayuntamientos (sólo MC gobierna 48, y el PAN, 31).

En Quintana Roo, que gobierna una alianza PAN-PRD, sólo 3 de los 11 Ayuntamientos son morenistas; en el Legislativo es el grupo parlamentario mayoritario, con 9 de 26 posiciones.

En Tlaxcala, que gobierna el PRI, Morena no tiene control de ninguno de los 50 municipios, si bien tiene mayoría en el Congreso estatal.

En estos cinco estados adversos a Morena las riendas del partido han sido tomadas por «delegados en funciones de presidentes» locales, algunos de ellos cobijados por Polevnsky, otros en abierto enfrentamiento con ella.

«No se platica, no se conversa y se quiere imponer de manera vertical desde el CEN, sin escuchar motivos o razones de las dirigencias locales, y eso genera rechazo», afirma Alfonso Ramírez Cuéllar, quien fue electo presidente del partido en un Congreso Nacional Extraordinario el 26 de enero y está a la espera de que las autoridades electorales validen su nombramiento.

La vía para destrabar los conflictos en los estados sin estructura es convocar a procesos electivos internos, los cuales se han aplazado a consecuencia del pleito entre los órganos directivos nacionales: el CEN, disputado entre dos presuntos presidentes; el Consejo Nacional, controlado por Bertha Luján, y la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia, que ha dejado de ser imparcial y se ha cargado a favor de esta última.

Luján, presidenta del Consejo Nacional, afirma que, si las autoridades electorales reconocen a Ramírez Cuéllar como presidente del partido, serán convocadas elecciones internas estatales de manera urgente.

«Este proceso ordinario que debe iniciarse pronto lo que pretende es precisamente renovar todas estas estructuras, las que están y las que faltan», señala en entrevista.

Afirma que los «delegados en funciones» que estaban en cargos del partido a nivel local perdieron su poder el 20 de noviembre de 2019, conforme el Estatuto de Morena, lo mismo que Polevnsky perdió la facultad de designarlos.

No obstante, contrario a dicho ordenamiento interno, en enero, la secretaria general y los integrantes del CEN afines a ella continuaron designando delegados en todos los estados, incluidos los cinco que no cuentan con estructura formal, y envió dichos nombramientos al INE para su ratificación, lo que avizora un nuevo enfrentamiento interno en los tribunales.

Polevnsky detalla que no sólo fueron designados delegados en funciones de presidentes de los Comités Ejecutivos Estatales (CEE), sino también decenas de titulares de las Secretarías que quedaron acéfalas en las dirigencias locales por haberse ido de funcionarios públicos tras el triunfo electoral de 2018.

«Resulta que hubo problemas y no llegaron a ponerse de acuerdo para sacar adelante los Comités Ejecutivos, penosamente. Estamos nombrando delegados en funciones, porque no podemos tener los Comités Estatales sin delegados, son cinco estados», dijo.

Abandono

Alfonso Ramírez Cuéllar afirma que el problema de desorganización del partido no sólo es grave en los cinco estados sin Comités Ejecutivos, sino que se extiende a las demás entidades en las que la dirigencia nacional rompió vínculos con los Congresos y los municipios.

En entrevista, el diputado federal con licencia critica que, bajo la administración de Polevnsky, el partido dejó de incidir en las 19 Legislaturas con mayoría morenista para impulsar una agenda progresista.

«Creo que los sistemas de rendición de cuentas, la transparencia presupuestaria, la dirección del dinero para obras, que son fundamentales en el desarrollo de esos estados de la República, las legislaciones progresistas en materia de derechos, de equidad de género, problemas como el aborto, el reconocimiento de la diversidad sexual y la lucha contra la violencia hacia las mujeres, no hemos usado esa mayoría para dar los cambios y las transformaciones que están en nuestra agenda y en nuestro programa.

«Se está desperdiciando esa fuerza porque nunca se platica con ellos, nunca se discute cuál debe de ser su actitud cuando el Gobernador es de oposición o cuando el Gobernador es de nuestro propio partido, entonces esa fuerza parlamentaria y legislativa también está totalmente inactiva», señala.

Para Ramírez Cuéllar, la crisis de Morena es más grave a nivel municipal, donde los Comités Directivos son, dice, prácticamente inexistentes.

«El problema mayor es la inexistencia de los Comités Municipales, ellos tuvieron su vencimiento ya casi desde hace más de dos años, prácticamente toda la estructura municipal desapareció. Los Comités que estaban en las Alcaldías o en cada uno de los municipios se disolvieron y no ha habido hasta estos momentos alguna iniciativa para reconstruir la estructura orgánica en el municipio.

«La situación del Comité Municipal o de los militantes que están en los municipios es muy difícil porque no tienen absolutamente ningún espacio de coordinación, prácticamente se les abandonó, están totalmente a la deriva, y eso debilita muchísimo la presencia del partido con un arreglo territorial mucho más sólido», advierte.

El ex perredista y ex dirigente de El Barzón sostiene que Morena ha estado tan concentrado en su pleito interno que perdió interlocución también con sus militantes y con sectores productivos.

«(Se debe) desatar una gran movilización de todas las potencialidades parlamentarias, sociales, organizativas, de formación que están en estos momentos pasando por serias dificultades en Morena. El gran reto, si se pudiera sintetizar, es inyectarle vida a Morena: vida institucional, vida política, de debate, una vida donde se atienda al militante más humilde, más entregado, porque ése está en las comunidades indígenas, está en las colonias en las zonas urbanas y en comunidades rurales.

«Hay muchísimos jóvenes que están en las universidades que no se les platica nada, no hay ninguna conversación con ellos. Morena ha dejado de conversar con la sociedad, no tiene diálogo ni con los empresarios, ni con los agricultores ni con los comerciantes, con nadie», indica.

Ramírez Cuéllar señala que la reconstrucción de la estructura político-electoral de Morena debe comenzar a nivel municipal.

«Tenemos un problema organizativo con una crisis muy profunda y, por eso, uno de los primeros pasos que vamos a dar es volver a restablecer la institucionalidad a nivel estatal y municipal, eso es lo primero que queremos hacer.

«Y en aquellos lugares donde, por problemas internos, donde hubo conflictos al momento de realizar las asambleas distritales, como Quintana Roo, Sinaloa, Durango, Jalisco y Tlaxcala, ahí lo que vamos a hacer es proceder a instalar formalmente los Comités Ejecutivos para que elijan cuando menos una dirección provisional y empiece a coordinar todos los trabajos», expone.

Con información de: https://www.reforma.com

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