Cultura

Proyecto con IA gana uno de los premios de 20 Bienal del Centro de la Imagen

Ciudad de México, 22 de septiembre del 2023.- El fotógrafo Rogelio Séptimo (Morelia, 1979) aprovechó la inteligencia artificial (IA) con el fin de realizar un proyecto largamente acariciado: dar rostro a los antepasados de habitantes de la isla de Janitzio, Michoacán, que no tienen registros fotográficos.

Su serie Exhumar la memor.IA ganó uno de los dos premios de adquisición de la 20 Bienal de Fotografía, únicos que otorga el certamen organizado por el Centro de la Imagen (CI). El otro premiado fue Fernando Montiel Klint (Ciudad de México, 1978), por Anfibio dorado.

Desde hace tiempo Séptimo desarrolla el proyecto La vuelta al lago en 80 imágenes, en Pátzcuaro, de donde son sus abuelos y sus padres. En casa, de niño, “siempre hubo esta tradición de hablar de los antepasados para saber cómo eran, porque no había forma de tener un retrato. Todo era por tradición oral a la hora de la comida o la cena. Eso activó mi imaginación de niño cuando hablaban de la bisabuela; se quedó la inquietud de saber cómo era.

“A partir de esto empecé a indagar si había algún archivo. Como no encontré nada, ahí lo dejé, hasta que hace un año más o menos me encontré con la noticia del software que empezó a salir, tanto MidJourney como DALL E 2; entonces, indagué sobre esto. Quise reconstruir el retrato de mi bisabuela a partir de archivos de la familia, encontrar un denominador en el rostro que para mí fuera esa imagen que evocaban los relatos de la familia.

De allí surgió la idea de hacerlo con más personas de la isla que no tuvieran ese objeto al cual dirigir esa memoria. Hice mesas de trueque para intercambiar relatos por el retrato del antepasado. Se empezó a sumar más y más información. Estos retratos surgen un poco del trabajo de archivo de ir alimentando ese software con imágenes que la familia dona en estas mesas de trueque para encontrar un común denominador e ir relatándome un poco cómo era esa persona. Cómo se recuerda, cómo dicen los abuelos que era la persona y tratar de sumar ese pasado para convertirlo en una imagen a la que se le integra una carga simbólica.

En ese retrato hablado desde la memoria, en que el lápiz es sustituido por la IA, se trata de evocar un pasado que tenemos en común tanto con estas personas, algunas de las cuales viven en la isla de Janitzio. Es como encontrar este refugio en nuestros ancestros. De allí surge esta idea de que al final terminamos de indagar en este pasado para saber de qué manera materializarlo.

Los premios (75 mil pesos cada uno) se dieron a conocer en la inauguración de la exposición No más mundos por conquistar, título de la 20 Bienal de Fotografía, en el CI. En la muestra participan residentes de Baja California, Coahuila, Michoacán, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Tlaxcala y Ciudad de México. También se abrió Una aproximación a los premios de adquisición: Bienal de Fotografía, 1982-2021, exhibición que honra la historia del certamen.

Fundado en 1980, el concurso fue organizado en primera instancia por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) y el Consejo Mexicano de Fotografía.

Plataforma de visibilidad

La Bienal de Fotografía es una plataforma de reconocimiento y visibilidad, así como una vía por la que cada dos años se amplía y se enriquece la colección fotográfica del país, expresó Johan Trujillo, directora del CI.

Una parte de la colección es resguardada por el CI, mientras los trabajos de las primeras seis ediciones están bajo la protección del Inbal, y se encuentran en el Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble, agregó Trujillo.

A lo largo del certamen, se han premiado 47 obras. En conjunto son más de 300 elementos que conforman el acervo. De alguna manera es la historia de la fotografía en México de los 50 años recientes, aunque no sólo en sus formas de ver, sino también de trabajar. En 1999, la novena Bienal permitió por vez primera la recepción de trabajos multimedia, en soporte electrónico, recordó Trujillo

Sobre la obra de Rogelio Séptimo realizada con IA, la funcionaria señaló que la fotografía dialoga cada vez más con otras disciplinas y formas, y se complementan no sólo en su bidimensionalidad de papel, sino en obras plásticas.

De allí que la 20 Bienal de Fotografía se enfoca en la memoria y en dar cuenta del desarrollo de la fotografía en México a partir de inquietudes, materialidades, formas de abordar ciertos temas, y cómo estos conceptos se han transformado en el tiempo, además de la relación que guardan con el momento histórico y social que los acompaña.

Jurado en la primera etapa del certamen para determinar las obras de la muestra, Carmen Cebreros dijo que las imágenes fotográficas de la exposición muestran un predominio de trabajo documental, entendido en un sentido amplio, desde trabajos periodísticos hasta aquellos que dedican periodos prolongados de diálogo, convivencia en un sitio, con un grupo o un ser en particular. También comprende métodos, reglas y dispositivos de acción para ir en pos de ciertas imágenes, lo que llamaríamos fotografías conceptuales.

En esta ocasión hubo 25 propuestas seleccionadas, de las más de 350 postulaciones que revisó el jurado.

Sobre la razón del título No más mundos por conquistar, la curadora explicó: En el amplio cuerpo de trabajo que revisamos había un muy marcado imaginario sobre la ruina, una especie de cataclismo planetario, que da inicio al relato de esta exposición en la que hay una relevante presencia de la obsolescencia, el abandono, el despojo y, en paralelo, la sustitución. El título plantea, pues, que de alguna manera ya no hay algo que conquistar en estos vestigios, ruinas, cataclismos, o que podemos plantearnos una manera de vida y de relaciones que abandone la conquista, la dominación, el despojo, el arrebato de la vida como manera de imponerse.

No más mundos por conquistar permanecerá hasta febrero de 2024 en el Centro de la Imagen (Plaza de la Ciudadela 2, Centro).

Con información de: https://www.jornada.com.mx/

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